Son las nueve y media de la noche, después de pasar una tarde todos juntos viendo películas de terror, comiendo helado, decidimos ir a prepararnos para salir ya que Alex y Marcos, nos insistieron para que vayamos con ellos. Estoy en mi cuarto con Alejo, mientras mi celular reproduce música, en este momento suena The Scientist de Coldplay, mi mejor amigo abre mi armario para elegirme la ropa con la que voy a salir, toda la ropa bonita que tengo, me la regalo él o la compre con él, si fuera por mí, viviría echa un asco, odio todo lo que tenga que ver con la moda. Él está dándome la espada mientras revuelve mis cajones y yo estoy tirada en la cama pensado en la conversación o mejor dicho discusión que me retumbo en la cabeza todo el maldito día, ¿Qué habré echo para que se enoje tanto conmigo?
Alejo que me conoce demasiado para mi gusto, me pregunta que me pasa, yo le respondo que nada, hasta que me tira un almohadón y dice:
- ¿Te peleaste con Cristóbal? -mirando fijo-Te juro que, si te hizo algo, voy y lo mato.
-Tanto se nota-digo ya a punto de llorar, porque soy tan llorona dios.
-No, pero te conozco, y también escuche algo mientras estaba en el pasillo-dice sonriendo.
Le cuento todo, desde el beso con Alex hasta cuando Cris se va de la casa enojado gritándome, cuando llego a la parte de la pelea me pongo a llorar como una idiota, Alejo como buen amigo que es, se sienta al lado mío en forma de indio y yo recuesto mi cabeza en sus piernas mientras me desarmó en lágrimas, a mi mejor amigo le molesta mucho que este así por ese idiota, pero el hecho de que ahora este llorando evita que él lo insulte al frente mío, lo sé.
-Bueno basta pichona, no vale la pena, ni una sola lagrima por Cristóbal-dice acariciando mi pelo con su mano-Ahora vamos a vestirte para que el sexy de Alejandro caía a tus pies.
Me voy a bañar mientras Alejo termina de buscar mi ropa, salgo, él entra a bañarse, veo la ropa que está arriba de la cama, me eligió un Vestido dorado con la espalda toda abierta y veo un tacos que negros con líneas doradas, no pienso usarlos ¡Este chico quiere que me mate! me pongo el vestido y me miro en el espejo me queda bien, es ajustado pero cómodo, me aliso el pelo ya que no me gustaba como me quedaba con mis rulos y me ato un cola alta ajustada, me pinto de los ojos de negro, los labios de un bordo opaco.
Alejo sale de baño me mira de arriba abajo, se detiene en las converse negras y dice:
-No, no, no queda horrible, no viste lo tacos que te puse-dice indignado.
- ¡¿Vos queres que me mate?! -pregunto gritando algún más indignada.
Revolea los ojos y me dice-Te lo vas a poner, te obligo-los agarra y me lo pasa.
-No- digo como una niña pequeña mientras me cruzo de brazos y hago equilibrio parada.
-Sera por las malas o por las buenas, tú decides-dice tensando la mandíbula.
- ¡No! -digo para luego salir corriendo tanto con mis batones me lo permiten, pero por apuro me caigo en medio de pasillo, Alejo que viene corriendo se para a mi lado y dice:
- ¡Aja, gane! - dice tratando de sacarme las zapatillas para ponerme lo tacos mientras yo me resisto, dándole patadones.
- ¿Qué hacen? -una voz bastante conocida por ambos nos pregunta mientras se ríe.
-Ayuda- le digo a Marcos, tirada en piso mientras sigo peleando con Alejo.
-La infantil de tu hermana, no se quiere poner estos hermosos tacos para ponerse esa horribles zapatillas-dice arrodillado a mi lado mientras me agarra los pies.
-A mí me gustan las zapatillas-dice mi hermano encogiéndose de hombros- ¡Aparte vos queres que se mate!
- ¡Viste! -digo parándome de golpe mientras me agarro de mi hermano ya que mis batones quedaron tirados-Te amo hermanito-le saco la lengua a Alejo para luego besar la mejilla de mi hermano.
-Bueno está bien, pero con la condición que las converse sean blancas y me dejes ponerle de cordones unas tiras doradas para que combinen-dice mi mejor amigo suspirando para darse por vencido.
-Está bien-digo cediendo.
Alejo se va buscar lo que acordamos mientras yo me quedo con mi hermano agarrada de sus brazos y le digo:
-Gracias-suspiro.
-El miércoles ya liberé la agenda, para acompañarte al médico-saca el tema que he tratado de evitar estos días, instintivamente lo abrazo ya que odio ir a control, hace dos años me tuve que operar para poder " Mantener mi calidad de vida" ¡Lo sé, es estúpido, me tengo que operar para vivir la mierda que vivió todo lo días! Si no me operaba en diez años estaría en silla de ruedas, es tan injusto, cuando era chiquita le preguntaba mi mama "¿Por qué me había pasado esto?" Y ella me respondía que no tenía que preguntarme "¿Por qué? Si no ¿Para qué?", ¡Dios la extraño, daría lo que fuera por un abrazo de ella!
Bufeo y respondo con cero ganas de ir a esa consulta-Gracias-Marcos al ver mi cara de culo dice:
-Va estar todo bien pequeña ya lo veras-me abraza más fuerte-Y si no lo está, lo enfrentaremos juntos como siempre.
-No sé qué haría sin ti hermanito-digo sonriendo suavemente, ya que puedo sentir el miedo que me provoca la situación, no me caracterizó por tener buena suerte en lo que se refiere a la salud física.
Después de eso, no terminamos de alistar los cuatros, Alex y Marcos estan tomando ron con coca en la cocina mientras charlaban y nosotros no sacamos fotos con Alejo, en ese momento tocan el timbre extrañada voy a abrir ya que no esperamos a nadie, abro esta y me encuentro a mi amor imposible con la zorra de Lara colgada en su hombro, presiento que va ser una noche larga.
Estos entran en la casa, voy rápido a la cocina con mi peor cara, a matar a mi hermano por no decirme que venían, Marcos contesta que Cristóbal le pidió que no me dijera nada porque nos habían peleado y no quería que yo no vaya por él ¡Odio que me conozca tanta la puta madre! Agarro un cigarrillo y me voy al escalón de la cocina que da al patio, me siento con dificultad, que mal humor que me puso ver a los recién llegados, alguien se sienta a mi lado, ya debes adivinar quien es, digo:
-No hables, yo no hablo con gente que me trata tan mal y me grita-digo con enojo en mi voz.
- ¿Yo te grite? -dice riendo.
¡Rayos!
-Perdón Alex, pensé que eras otra persona-digo avergonzada.
-Pensaste que era Cris, ¿no? - me pregunta tímidamente.
- ¿Cómo sabias? -pregunto, ¿Tan obvios somos?
-Vamos, como lo miras, como se abrazan, se nota mucho que te gusta-responde.
- ¿Tan obvia soy? -pregunto roja y sintiéndome estúpida.
-Si se nota, pero te digo algo, él no te merece, eres demasiado buena para él, necesitas a alguien que te cuide y te quiera-respira hondo, puedo ver como dobla un papel que tiene en la mano, nervioso- Te voy a ser sincero me gustas mucho-¡Oh por dios, escuchaste lo que yo escuche!-Y si me das una oportunidad me gustaría conocerte, no te prometo que te vas a olvidar de él, pero no perdemos nada con intentar-sigue diciendo mientras se enoje de hombros con una sonrisa sincera.
- ¿Estás seguro que me queres conocer a mí, habiendo tantas chicas hermosas en el mundo? ¿Solo mírame soy un desastre? Tengo estas cosas-señalo mis batones mientras abro los ojos, sin entender a este chico realmente-Estoy re mal salud, prácticamente vivo de hospitales y de médicos en médicos yo que vos lo pensaría un poco mejor-finalizo riendo, pero con una enorme tristeza en el fondo.
-Me encantaría ser parte de tu desastre de vida-responde de la mejor manera con una sonrisa en el rostro, mientras yo suelto una carcajada.
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MIRAME A MI
Teen FictionEsta historia le pertenece a Vera, una adolescente discapacitada, que no es como cualquier otra, ella rompe todos los esquemas, haciendo siempre lo inesperado, ha pasado por mucho pero aun le quedan demasiadas cosas por enfrentar, entre médicos, amo...