Capitulo 27: Primera Parte

77 7 0
                                    

           

Puedo ver con Alejo mueve las manos para pelear con mi hermano mientras ambos entran al living, sin importarles mucho nuestra presencia y la tensión que gira en torno a ella, Cristóbal mira para abajo, desde que vio la primera lagrima salir de mi ojo, bajo la vista y ahí se quedó, aprovechando que el foco no está en nosotros o más bien en mí, me levanto rápidamente, me voy a la cocina, busco la etiqueta de cigarrillos mientras estoy apoyada en la mesada y me limpio las lágrimas, una vez ya fuera me siento la hamaca, lo prendo, fumo frenéticamente como si esto pudiera aliviar el nudo que siento en el pecho ¿Por qué se va? ¿Por qué nos deja? ¿Por qué me deja? No puede irse, no ahora, no ahora que todo está mejorando, lo necesitamos, lo necesitó, yo si Cristóbal no soy nada, yo sin Cristóbal me muero, no puedo aceptarlo, me niego a aceptarlo.

Todos estos pensamientos no dejan de invadir mi mente, el nudo se hace cada vez más grande, hasta que no lo soporto más y siento como quiebro en llanto, siento pasos en el pasto, mi vista esta nublada pero aun así me doy cuenta de quien se trata, se pone al frente mío y me abraza, tratando de consolarme.

-Ya, pequeña-dice Marcos mientras me acaricia el pelo como me hacia mi mama cuando lloraba de pequeña-Ya está ¿Qué le vamos hacer? Es su decisión y tenemos que respectarla.

-No, no voy a dejar que se vaya-digo muy seriamente y decidida, Marcos separa su cuerpo del mío, pero me sigue sosteniendo, me mira con el ceño fruncido, hay un silencio totalmente incomodo, puedo sentir con la mirada de mi hermano me asesina de a poco.

- ¿Vos me estas jodiendo, no?-mi cara de confundida se hace presente-¡¿Te crees que a mí no me duele que mi mejor amigo se vaya?!-dice él soltándome bruscamente, nunca lo había visto tan enojado y gritándome como lo estaba haciendo en este momento-No puedo creer lo egoísta que podes llegar a ser Vera-niega con la cabeza mientras me mira de lejos, haciéndome sentir la peor persona del mundo-La verdad me decepcionas, donde está mi hermana compresiva, solo pensas en vos y como te afecta las situaciones, nunca pensar que Cristóbal se quiere ir por algo, capaz lo necesita más que nada-termina dejándome totalmente desencajada.

-Es que no entendió, si soy egoísta, lo admito, pero no lo entendiendo, ¿Por qué? ¿Por qué se va? -repito la última pregunta dirigiendo a este en particular.

-No es algo que tenga que responder yo, Vera, pregúntaselo a él y si quiere te lo dirá-este suspira, odio pelearme con Marcos y más aun sabiendo que al fin de cuentas tiene razón.

-Perdón-digo dándome por vencida-Todavía no tolero la idea de estar sin Cris, va... no se...no sé qué me pasa estoy enojada, pero a la vez triste-suspiro frustrada, miro a mi acompañante expectante esperándome que me perdone por mi escena de niña malcriada.

-Está bien, ya paso, promete que trataras de ser un poco más compresiva con él, que ya bastante le cuesta esto, por favor-me pide mientras se frota los ojos cansado.

-Está bien, tratare de serlo, pero no te aseguro nada-digo, me mira penetrante como a punto de matarme si digo algo fuera de lugar de vuelta-Bien te prometo que lo seré, no que tratare-me rindo para después revolear lo ojos como respuesta de su insistencia.

-Bien, puede empezar demostrando lo compresiva que sos, ayudándome para la fiesta de despedida que le organice esta noche-bufeo, pero sé que terminare haciéndolo-Me falta la música, encárgate vos de eso-antes de que pueda contestar me abandona, dejándome sin muchas opciones.

Ya llamé a como cuatro bandas y nada, ahora es el momento que ya estoy entrando en desesperación, falta solo cuatros horas para la bendita fiesta, no tengo nada, todos me habían rechazado o eran carísimos, tanto que se salía de presupuesto, estoy en casa de Alex después de Marcos me retara a cuatros manos sobre mi actitud, llame a mi novio y me vine con un bolso para ir directamente al bar esta noche, no quería que Cristóbal se vaya, la tristeza que había sentido al principio se había desvanecido toda siendo remplazada por una rabia incontrolable, miro fijo mi celular mientras hago ruido con mi uña al golpear la pantalla con esta, voy tener que usar mi último recurso, suspiro y marco el numero...

MIRAME A MIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora