Estoy sentada en la silla que tengo en medio de la ducha, tengo puesto mi bikini color amarillo puedo ver como Alejo trae la cubeta con agua y hielo, miro esta mientras dudo de que si en verdad quiero hacer esto, pongo el cronometro en mi celular, desde hace días mi pierna me está doliendo el doble, no si es hecho que desde hace cuatro semanas que no se nada de Alex, ni un mensaje, ni una llamada, ¡Nada! O simplemente mi discapacidad decidió salir a la luz de vuelta, después de no poder soportar más estos espasmos de mierda, Marcos cansado ya de mis quejas, hizo una consulta a un médico chino, este digo que para que mi pierna vuelva a bombear sangre y el proceso para que despierte sea más rápido, tenía que poner dos cubetas, meter mi pierna por un minuto en una con agua caliente y repetir lo mismo en la de agua helada, así una cinco veces.
Respiro hondo sabiendo lo que sé que se viene, tomo la mano de Alejo mientras él con la otra pone play al tiempo, meto mi pierna en la cubeta de agua fría, siento con miles espasmo se hacen presente en la zona afecta, lo que menos siento es la temperatura de esta es como si estuviera el agua a temperatura habiente cuando el realidad puedo ver los hielos rebalsan, apretó la mano de mi mejor amigo mientras repito la acción como se me ha dicho previamente, cada vez que metía el miembro inferior al agua helada, Alejo hacia una mueca de sufrimiento, como si él lo estuviera haciendo, sobre todo como omitía ese ruido de dolor tan real, ocasionándole gracia, eso por lo menos hizo que esto no se tan malo.
Entro a mi cuarto ya con la bata puesta, puedo sentir como mi pierna duele, pero me la aguanto y no digo nada, en el camino de la puerta a mi cama, mi celular sonó haciéndome saber que tenía un nuevo mensaje, me detengo haciendo equilibrio con un solo bastón.
Gregorio:
¿Mañana a las cinco?
Desde hace dos días, me lo encontré a Gregorio desde ahí hemos tenido "encuentros casuales", que básicamente consistían en sexo, yo sé que no es lo moralmente correcto pero quiera o no soy un ser humano y no estoy orgullosa de muchas de las cosas que hice o hago pero simplemente a veces tengo la necesidad, haciendo que lo otro quede de lado, seguido de contestar el mensaje, afirmando lo del horario, me miro en el gran espejo que hay al frente mío, no parezco la misma Vera que antes, soy otra persona, después de que Alex estuviera la segunda semana sin hablarme y yo estuviera básicamente lloriqueando por todos los rincones de la casa ya que parecía que él, no me iba a buscar, no podía quejarme tampoco, tenía toda la razón de no hacerlo pero lo que yo no podía creer realmente es que ni siquiera un mensaje o llamada diciéndome que se acabó, nada, la había cagado pero no puedo negar que me había costado aceptarlo, hasta que un día mi mejor amigo vino y me pego un cachetada de la que te hacen reaccionar tarde o temprano, desde ese momento decidí que no necesitaba a nadie para ser feliz entonces me teñí el pelo de negro y me lo corte a la altura de los hombros, para representar una nueva etapa, necesitaba mirar para el frente por primera vez en mi vida, necesitaba quererme tal como soy, no necesitaba a nadie externo para ser feliz, necesita a amar mis bastones porque quiera o no estos no se van a ir, dejar de preguntarme ¿Por qué a mí me había pasado esto? Y empezar a preguntarme ¿Para qué me había pasado esto?, necesita amar mi discapacidad en todos los sentidos, dejar de pensar que mis cicatrices son un defecto si no que cuentan una historia cada una de ellas, por primera vez si me sentía valiente pero no por enfrentar los obstáculos médicos si no porque finalmente me miraba al espejo, sonreía y no deseaba ser nadie en el mundo más que yo.
Me puse la ropa que me dejo Alejo arriba de la cama como siempre ya que íbamos a salir, termino de cambiarme, llevo puesto un vestido corto con espalda descubierta, color rojo con mi nuevo pelo suelto, dejando caer mis rulos al natural y como muy pocas veces sucede unos tacos aguja de color negro , mientras me maquillaba puedo sentir como la puerta se abre y en cuestión de segundo la vuelven a cerrar dando un portazo, mi mejor amigo se tira de espalda mientras resopla, yo me sigo maquillando sutilmente mis labios rojos.
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MIRAME A MI
Teen FictionEsta historia le pertenece a Vera, una adolescente discapacitada, que no es como cualquier otra, ella rompe todos los esquemas, haciendo siempre lo inesperado, ha pasado por mucho pero aun le quedan demasiadas cosas por enfrentar, entre médicos, amo...