MIRAME A MI

Capitulo 1

Esta es mi historia, te pido perdón por empezar de esta manera. Ya sé lo que dirás, que novela cliché me espera, te prometo que voy a hacer todo lo posible para valga la pena quedarse leyendo mis letras, trato de evitar la voz interna en ese momento que repite constantemente "a quién le podría importar lo que una chica discapacitada de diecisiete años tenga para decir o más bien para contar". Pero te pido que me des tu voto de confianza y me ayudes o más bien me leas, hago esto para desahogarme, porque sí, mi pequeño del otro lado te tengo que decir o aclarar que el mundo es cruel e injusto, en el mundo real no existen héroes, ni villanos, no existen malos, ni buenos, solo personas, que hacen daño, aman, lloran, bailan y un millón de cosas más, personas que tienen una forma de sentir y ver el mundo diferente al resto, porque al final son eso y solo eso, personas que intentan sobrevivir a esto que llamamos mundo. Como escuche alguna vez "el problema no es el problema en sí, si no como enfrentas a este". Que haces con lo que ese mundo te da.

No sé si esto te sirva en el futuro, de cómo enfrentar o mejorar este mundo tan desastroso. Capaz en realidad no te ayuda mucho, pero no perdemos nada con intentar.

En los pocos años de mi existencia, creo que la clave es encontrar luz, para iluminar las cosas muertas de este mundo, todos tenemos luz.

Puede ser que lo encuentres en vos mismo o cosas que no sabías de vos mismo, puede ser un momento especifico o una pasión, en mi caso fue o mejor dicho son mis bastones canadienses, mi discapacidad, paso de ser mi gran pesar a mi gran fortaleza.

Con la ayuda de muchas personas que conocerás a través de esta historia, mi historia, la que yo misma definiré y escribiré a través de estas páginas, le daremos vida a esos dos palos de aluminio negros, que era mi sentencia y mi agonía. Fue difícil no te voy a mentir, todo lo que vale la pena lo es a fin de cuentas. Te aseguro que para vos también va a serlo, muchas veces vas a querer tirar todo a la mierda, de eso estoy segura, créeme he pasado por eso muchas veces, pero lo importarte es nunca rendirse, siempre recuérdalo.

Creo que hay personas que se presentan en tu vida por alguna razón, mi pequeño del otro lado, no se por donde empezar para contarte todo lo que me pasa por el cuerpo en este momento. Solo puedo recordar ahora, el día en que él apareció.

Era un lluvioso día de verano, esos días en que la humedad no se aguanta y la ropa se te pega al cuerpo, estoy en mi cama tirada. Muevo el celular con mis dos manos jugando con él mientras miro el techo y resoplo, es un día muy aburrido, escucho como la lluvia pega contra la ventana de mi casa, amo cuando el agua cae y hace ese ruido típico de tormenta, me dan una tranquilidad.

Mi celular suena, decido ignorarlo porque estoy segura de que es mi tía otra vez, no tengo ganas de aguantarla ahora, hace días que intenta hablar conmigo. 

Alguien toca a mi puerta.

-Pasa-digo fuerte para que se escuche, tengo la costumbre de tener un tono de voz demasiado alto, la puerta se abre apenas dejando ver a mi hermano, Marcos.

-Hola loca, compre helado ¿vas a venir? - asiento con felicidad ya que es un postre que me gusta mucho, mi hermano me alcanza mis dos muletas de robot y me mira de arriba hacia abajo- Pero primero cámbiate, estas impresentable y que estoy con dos amigos-dice muy seriamente mientras frunce el ceño, le pego en el hombro mientras mantengo el equilibrio y revoleo los ojos.

-Sos insoportable.

Sale de la habitación dejándome sola, me miro en el espejo, no estoy tan horrible, tengo una remera gris larga que me tapa los muslos, sin corpiño y obviamente en ropa interior, mi pelo también deja mucho que desear, tengo un rodete desarreglado, bufeo sabiendo que tiene razón y me cambio con muy poca energía, me pongo un vestido de verano suelto, mis ojotas, me paso el peine sobre mi nido de arañas que llamo cabeza. Tampoco es que me preocupa los amigos de mi hermano, hay confianza con la mayoría de ellos.