MIRAME A MI

Capitulo 28

Miro mis pies, estoy sentada en mi cama, todo el día he estado llorando, Marcos pone la silla que uso para mi escrito al frente mío, se sienta para luego suspirar, subo mi pie a su pierna, este desabrocha el abrojo y abre el plástico para liberar mi pie, como puedo, lo saco, veo como sale sangre de mi tobillo por la presión de la férula, la use todo el día, apenas me la puse me hizo mal, pero no dije nada por tenía la obligación de llevarlas, respiro hondo y me agarro la pierna, este me abraza, sentándose a mi lado pero lo empujo, no dice nada, solo veo como se levanta y sale de mi habitación dejándome completamente sola, lloro como hacía meses que no lloraba, me levanto, la rabia está presente en mi cuerpo, no sé porque pero tiro todo lo que está a mi alcanzase, siento que el agua que cae por mi mejillas, arde, me pego, me odio tanto, no doy más, estoy cansada de esto, año tras año siempre la misma historia, todos mis libros, mi ropa, mi velador, quedan esparcidos al mi alrededor, estoy enojada, cansada, frustrada, sé que hago como si lo que tengo fuera lo más natural del mundo, pero a veces es difícil, demasiado, solo quisiera despertar de esta puta pesadilla, me siento en la esquina de mi cuarto usando como respaldo mi cama, tiro los bastones lo más lejos que puedo, no quiero ni verlos, lloro contra la almohada que tengo en brazos, mientras escucho música con mis auriculares, pasa el tiempo, me quedo seca, tengo la cabeza hundida, estoy con mi piyama, mi media esta machada de sangre por lo lastimado pero ahora es lo que menos me importa, alguien toca mi hombro, levanto la vista, estoy toda hinchada y roja por el llanto, veo como Alejandro, me mira, no dice, vuelvo a bajar la cabeza, no quiero hablar, se porque esta acá, Marcos lo llamo, no hay que ser genio para saberlo, puedo ver como levanta las cosas tiradas por el hueco de mis piernas, siento como me levanta como un bebe, me acuesta, le doy la espalda mientras me cura la herida, luego de esto se acuesta conmigo y me besa la cabeza mientras nos tapa, me quedo profundamente dormida.

El teléfono vibra en mi mesita de luz, lo acerco a mi cara, veo el nombre de Cris en la pantalla, con una fotos de nosotros haciendo monadas atrás, solicitando una video llamada, sin hacer mucho ruido y levantado el brazo dormido de Alex para líbrame de este, salgo en puntitas de pie, cierro la puerta atrás mío y me siento en el sillón mientras todavía tengo los auriculares puestos, me paso un poco la mano por la cara para que mi llanto previo no se note, no quiero que este se preocupe, apretó contestar, lo primero que aparece es la cara de este sonriente, que instantáneamente me contagia, esta super abrigado, lo puedo ver con un gorro de lana y un bufanda enorme.

-Roja-dice este mientras veo como toma de su café.

-Hola idiota ¿Cómo estás? -le pregunto, la última vez que hablamos fue hace un mes.

-Bien ¿Vos? -dice analizándome.

-Bien-miento, siento como se escucha la voz de una maquina atrás y pregunto- ¿Dónde estás?

-En el tren, con mi compañero de piso-dice para luego cambiar de cámara y mostrarme a un chico pelirrojo y con muchas pecas sentado frente al él, Cris le dice en ingles que salude para mí, este con una sonrisa tan particular por como achina los ojos, saluda con la mano, este le pregunta en el mismo idioma que utilizo anteriormente con quien habla, Cris le contesto que conmigo y este rápidamente se acerca para verme, no sé porque pero me mira como si me conociera de toda la vida, el mejor amigo de mi hermano al ver mi cara de incomodidad explica-Le he contado sobre vos y quería conocerte-asiento con la cabeza mientras sonrió tensamente, lo saludo en ingles ya que lo único que se decir y este me devuelve el saludo mientras le pegunta cosas al otro que no logro entender.

Luego de un rato que este vuelve a su lugar, le digo a Cris jodiendo- ¿Qué andas diciendo de mí, Cristóbal? -digo riendo al saber todas las cosas vergonzosas que sabe de mí y que le podría contar.