Introduzco la llave y la giro, abro la puerta tratando de hacer el menos ruido posible para no despertar a nadie, voy con los tacos en la mano, me cuesta mucho agárralos debido a mango de mis batones pero me las arreglo, paso derecho a mi habitación, al entrar veo que en mi cama hay alguien, insulto en voz baja a Alejo ¡Porque no se fue a su casa! Lo amo, pero también amo dormir sola en mi cama, voy al baño, pongo el piyama, veo la hora son las diez de la mañana, gracias a dios en mi casa son todos unos vagos porque si no, hubiera tenido que dar muchas explicaciones, Marcos me mataría si se entera.
Me meto en la cama, Alejo está dándome la espalda, dios me cago de frio, le toco la espalda a este para que me abrace y no morirme de hipotermia, Alejo se queja, pero no dejo de insistir, hasta que habla:
- ¿Qué mierda te pasa? -espera esa no es la voz de mi mejor amigo.
- ¿Cris? -digo confundida, él se da vuelta y me mira con su cara de dormido, mientras mis dientes titilan del frio.
-Si- afirma para luego abrazarme por mi estado- ¿Mejor? -asiento con la cabeza ya que estoy de espalda a él, poco a poco voy entrando en calor- ¿Cómo te fue con Alex?
-Bien-miento sin dar muchos detalles.
-Ahh, si porque una hora después que te fuiste, él vino a tu casa, preguntado por ti, deci que lo antedí yo y no mi mejor amigo porque si no, no sé qué hubiera pasado-responde, me quedo dura y me doy la vuelta mirándolo a los ojos, está enojado, lo puedo notar.
¡Mierdaaa!
- ¿Dónde fuiste, Vera? -pregunta con los dientes apretados.
¡Oihhh que mierda te importa, lo odio!
-Fui a un boliche, pero sola, te agradecería que no le digas a Marcos por favor-digo con voz de niña abrazándolo ¡Espero que funcione!
-El boliche termina a las cinco y son las diez de la mañana, ¿Dónde estabas y por qué no atendiste el puto teléfono? -habla haciéndome saber que no está funcionando.
-Cosa mía-digo seria para luego separarme de él y darle la espalda.
-Vera no me hagas hacer cosas que no quiero hacer, como decirle a tu hermano que no estabas con Alex-dice levantándose y sentándose al borde de la cama, no lo veo, pero lo conozco tanto que me lo imagino al sentir el movimiento de la cama.
- ¡¿Cuál es tu puto problema?! -digo ya sacada dándome vuelta, él me mira como si fuera algo obvio- ¡No eres mi puto papa, no tenes derecho a hacerme este reclamo, te juro que no te entiendo! - me doy la vuelta dándole la espalda como antes, veo como se pone al frente mío dando la vuelta a la cama, me pone una mano en la mejilla.
-No ves que me preocupo por vos, porque te quiero y sé que esta semana has estado echa mierda, no quiero que tu tristeza te lleve a hacer cosas que después te puedas arrepentir-me mira fijo a los ojos.
-Estoy bien, no te voy a decir donde estaba, vas a tener que confiar en mí-suplico, que por alguna vez en la vida vuelva a creer en mí.
-Perdón, pero es por tu propio bien-dice levantado, antes de que pueda llegar a la puerta, lo interrumpo duramente.
-Si cruzas ese puerta te olvidas de mi para siempre-puedo notar como duda, rápidamente agarro mis palos para pararme y sin pensarlo dos veces, me lazo contras sus labios, él me responde, pero no como la convicción que yo quiero, por cual lo agarro y lo arrastro a la cama, sin poder evitarlo se mete conmigo y continua la sesión de besos, escuchamos que alguien toca la puerta, apresuradamente paramos en seco y escodo a Cris bajo el acolchado, me hago la dormida, seguido de esto entra Marcos.
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MIRAME A MI
Teen FictionEsta historia le pertenece a Vera, una adolescente discapacitada, que no es como cualquier otra, ella rompe todos los esquemas, haciendo siempre lo inesperado, ha pasado por mucho pero aun le quedan demasiadas cosas por enfrentar, entre médicos, amo...