Capitulo 16

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CRISTOBAL POV

Estoy sentando en el asiento de copiloto del auto de Marcos, nos dirigimos a la cuidad para hacer los estudios de Vera, ella viene acostada atrás durmiendo, no dijo ni una sola palabra en todo el día nunca la había visto tan pensativa, ni tan callada, parece otra persona, no puedo evitar observarla dormir, transmite tanta paz, mi mejor amigo me mira de reojo como espió a su hermana, sin dejar que la curiosidad se esconda le pregunto a Marcos:

- ¿Siempre que vienen a consultas o estudios esta tan callada? -mirándolo, Marcos si sacar los ojos de la carretera y las manos de volante contesta:

-Sí, es como si apagara, de un momento para el otro se encierra en su burbuja y hasta que sepa que no está bien, no sale de ahí, es entendible de la manera que sufre cuando vamos a estas cosas, ella cree que a mí no me duele llevarla, pero meterla en cirugía es lo más difícil que tuve que hacer en mi vida el único consuelo que me queda es que en un futuro cercano ella me lo iba a terminar agradeciendo-dice, se le quiebra la voz, le toco le hombro tratando de darle consuelo, tiene ganas de llorar, lo conozco con la palma de mi mano, somos amigos desde los seis años, yo estuve en su peores momentos y lo mejores.

-Tranquilo hermano, todo va a salir bien-digo con la mandíbula tensa por pensar el peor escenario, he estado ahí no fueron lindos, todavía puedo sentir el nudo en el pecho de ver a Vera hopitalizada.

Después de veinte minutos en silencio total, solo con la radio de fondo, mientras tomo un trago de agua, Marcos me descoloca con su pregunta.

- ¿Te acuerdas cuando me contaste lo de Lara? -asiento con la cabeza todavía con la botella pegada a mi boca- ¿Cuándo dijiste que te gustaba otra chica, esa chica es Vera?

Trago en seco, no sé qué contestar, no quiero mentirle, pero también sé que me matara si le digo que sí, pero al fin de cuentas en mi mejor amigo, más que eso, mi hermano, no se merece más mentiras, justo cuando estoy a punto de contestar como si me leyera la mente dice:

-No hermano, no me puedes hacer esto, Vera es lo mejor que tengo, haría cualquier cosa por ella y lo sabes, por eso no te lo voy a permitir, ambos sabemos cómo sos, quieras o no, no puedes evitar manejar y hacer sufrir a las chicas, las manejas como arcilla en tus manos, Vera se merece alguien estable y que no la manipule, ya ha sufrido demasiado, cada vez me queda menos de ella, no quiero que la termines de destruir porque si al final de cuentas me hacen escoger, ella gana-dice duramente pero a la vez suplicante, me dolio sus palabras pero hago como si no me afectaran porque al fin de cuentas ambos sabemos que es cierto-Promete que no estarás con ella, si no es como un amigo-al ver que no contesto, insiste-Prométemelo.

Siento punzadas de dolor en todo mi cuerpo, al darme cuenta de que tiene razón, que mierda me paso por la cabeza esta semana, este no es Cristóbal Ward, donde está el mujeriego que es una mierda de persona, es como si Vera me hubiera hipnotizado, me duele prometerle esto, pero más me duele ver a la personita que quiero tanto sufrir y esto pasara si veo a Vera como otra cosa, más que una amiga.

-Te lo prometo-contesto, sin saber si lo voy a poder cumplir y de alguna forma mitiendome a mi mismo.

VERA POV

Estoy descalza, todo está oscuro ¿Dónde estoy? Siento el piso frio, miro para todos lados, grito a mas no poder, no obtengo respuesta, abro lo brazos con tal de sentir algo, choco con la pared, me aferro a ella ya que es lo único que tengo en ese momento, me empiezo a desesperar, lagrimas salen sin permiso de mi mejillas, siento como las cuatros paredes se van haciendo cada vez más chicas, me falta el aire, grito pero mi voz no sale, siento un nudo en mi garganta, termino sentada en el piso hecha una bolita por la falta de espacio, cuando ya mi cuerpo va renunciando, veo una luz muy lejos, sin tardar demasiado me levanto y corro, corro hacia ella, de golpe cocho contra la pared, me despego de esta y noto que no es una pared si no, un espejo, me miro ladeando la cabeza, llevo solo un entero blanco todo roto, mi pelo rojo está recogido en una trenza mal hecha y como ya me había dado cuenta antes estoy descalza, lo único que noto fuera de lugar son mi falta de bastones, de pronto estos aparecen y como un acto reflejo niego con la cabeza, lloro desesperada, lo tiro al piso pero vuelven como si me lo hubieran pegado como pegamento, harta grito de desesperación, veo en el reflejo como todas mis cicatrices empiezan a chorear sangre, todas sueltan ese líquido que me empapa poco a poco, me tiro al suelo llorando a mas no poder y cuando toco el espejo.

MIRAME A MIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora