Miedo [2pCanáda/2pMex]

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En general era alguien que muchos consideraban tosco, y eso estaba bien, podía estar tranquilo, pasear por sus bosques sin interrupciones-a excepción de su hermano Allen, que tenía prohibido venir a sus tierras ebrio; ¿Quién aguantaría su discurso depresivo?-; y mucha de su rudeza era natural, en general se consideraba alguien educado.

Cabe decir que mostrar dulzura, u otras cosas que no fueran su expresión ligeramente antipática a las personas, no era algo que hiciera, no tuviera la intención de hacer; al menos, hasta que comenzó a salir con su nada valiente—lo seguía considerando un cobarde, hasta el momento— vecino del sur: México.

A Matt le gustaban las cosas lindas, ese era un secreto, hasta para el entrometido de Allen; así que cuando su hermano le presentó a México, y este le recordaba a un conejo flacucho, pequeño—le daba un poco de lástima, a decir verdad—, y notablemente miedoso, pensó que podría entrar en la descripción de cosas "lindas".

A México no le gustaba acercarse a ninguno de ellos; el carácter de punk de Allen, y el semblante hosco propio no ayudaban; en inicios de su interacción no importaba, siendo sinceros México le impacientaba un poco, pero eran buenos socios de negocios como naciones, además de compartir como característica bastos recursos naturales.

A Allen le gustaba intimidar de vez en cuando a su vecino latino según descubrió después; tal vez era porque México le daba un poco de pena lidiando con Allen, o en realidad le inspiraba un poco de instinto protector, que por impulso puso su palo de Hockey en el camino de Estados Unidos, para que cayera encima de Kuma.

Todo por accidente, por su puesto.

Y debe añadirse, que a México no le dio gracia; en realidad se asustó mucho cuando el oso polar se puso agresivo—que siempre estaba asustada la nación—, Allen salió con la camisa destrozada, y un poco de sangre en los restos de esta.

De una u otra forma se pudo volver cercano de Pedro-quizás ayudó cuando lo sacó de la habitación, casi abrazándolo porque le estaba dando un ataque de pánico por lo de Kuma-. Matt aún tenía una queja de México, y es que con lo nervioso que era, la relación había avanzado lento, o básicamente nada.

Si lo había dejado abrazarlo, o tomarlo de la mano cuando caminaban por sus bosques, ya era un milagro; los besos estaban volviéndose algo utópico en esa relación. Preguntarle a Allen no iba a ayudar: su hermano algo traía con México, no estaba seguro si lo odiaba, o algo más.

Tal vez podría preparar una velada, hacer algo poco usual en él: ser dulce, romántico, y detallista. A Pedro le gustaban las situaciones sutiles, y era bastante cursi.

—No sabía que te gustaría de comer, así que traje en general cosas dulces como panqueques —comenzó a explicar Matt la mesa rebosante de comida, México lo miró con sus ojos grandes y asintió. Se sintió un poco mal por su tono cortante, pero eso fue sin intención.

—Tra...traje un poco de chocolate caliente —indicó al bote de aluminio en sus brazos.

—Siéntate —pidió, no pudo evitar sonreír cuando el joven de piel morena parecía temeroso de acercarse al sofá.

—Tengo películas, como me pediste —agregó suavemente, dejando espacio al centro del sofá para no estar totalmente pegado al rubio—. Estas...quizás no te gusten, pero...

—Las que sean están bien, mientras sean las que te gusten —se encogió de hombros; la forma en que decía todo eso, como si estuviera obedeciendo órdenes, le irritaba un poco. Se quitó las gafas oscuras que colgó en el cuello de su camisa a cuadros, para poder poner alguna de las películas de Pedro.

"Románticas, genial." Pensó con ironía la nación al ver la portada de la que tomó: "Tú antes de mi" "Cartas para Julieta", y otras bastantes populares según podía recordar. Quería ver feliz al otro, y ceder un poco era parte de eso.

Stories, Fate, & Etc [Hetalia] [Oneshots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora