Mathias Køhler era el hijo mayor de una casa noble con mediana importancia en la Unión de Kalmar; si bien tenía sus desventajas —como su poca influencia en el consejo—, ostentaba mayores beneficios desde su punto de vista: menor responsabilidad, y una cuna sostenida en suficiente oro.
Por eso mismo, sus padres viajaban con cierta frecuencia por mero capricho fuera de tierras danesas. Fue una costumbre cuando todos sus hermanos alcanzaron la adultez, y su padre lo dejó a cargo cuando la vejez lo alcanzó.
En uno de esos viajes, en un poblado apacible donde tenían una villa, Mathias vería algo, alguien, que llamaría su atención: una joven que siempre andaba sola, con ojos claros imperturbables y expresión ausente. El joven noble buscaría oportunidades para ir a pasear entre los pobladores, buscando toparse con ella para admirarla.
Pocos sabían nada de ella, y lo único que se rumoreaba era que al morir sus padres, la joven vivía sola, vendiendo algunas hierbas medicinales o especias. Nadie lo ponía atención a la joven, y los que fijaban sus ojos en ella, se veían inclinados a crear rumores ante la ausencia de respuestas sobre la chica.
—Se llama Alfhild Oxenstierna —le diría un vendedor—. A pesar de su bonito rostro y su sereno carácter, nunca he visto que le dedique una mirada a nadie.
Mathias se extrañó. Estaba seguro que la joven le correspondía las miradas; a veces inclinándose un poco más cuando pasa junto a él, o siempre caminando por los caminos que más agrado tenía el noble danés.
Así pasaron un par de años; hasta que ocurrió el incidente.
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Mathias se instaló en la villa de su familia al otro lado del mar como cada temporada. En aquella visita al poblado sueco, decidió no traer consigo más que un sirviente que le ayudará a preparar sus almuerzos, un viejo hombre con el que tenía una entrañable camaradería.
Siendo un noble con cierto peso, no era extraño que recibiera visitas de familias acaudaladas del poblado, con obvio interés de hacer amistad con él, o presentar a alguna hija o sobrina. A veces era un poco interesante, le contaban de rumores peculiares o noticias de interés.
—Gentil señor, vengo a invitarlo a cierto evento —dijo a media conversación el regente del poblado—. No es un motivo de festejo ciertamente, pero sí es un acto que ofrece alivio, y esperanza en la justicia que el hombre puede dar.
—¿Y de qué trata tan notable acto, señor? —preguntó Mathias enarcando un ceja, recargándose en su silla con sus brazos descansando sobre los apoyos de su silla.
—Sí, sí, perdone dar vueltas al asunto —asintió con una sonrisa su invitado—. Vera: hay una chica que siempre pareció extraña, fuente de rumores varios, y con inusuales conocimientos de remedios...
Mathias abrió sus ojos sorprendidos, sintió su garganta seca. «No podía ser»....apretó sus puños con tanta fuerza, que sus uñas se enterraron.
El hombre siguió contando el relato, ignorante de la angustia que le causaba al joven señor del otro lado del mar: la joven, huérfana desde adolescente, que respondía al nombre de Alfhild, había llegado al pueblo sola; se instaló en una choza casi caída que fue arreglando con años de esfuerzo.
La joven poco revuelo causaba, era especialmente bella, llamando la atención de jóvenes solteros con facilidad, pero poco o ningún interés mostraba en ellos. Extrañamente, la joven comenzó a poner más esmero en su apariencia en los últimos dos años; a ofrecer, incluso, remedios más caros y estrafalarios, mostrándose interesada en obtener algo de riqueza.
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Stories, Fate, & Etc [Hetalia] [Oneshots]
FanficRelatos cortos de todo tipo, y varias parejas. *Habrá crack *Hay oneshots de Latin Hetalia *En algunos puede usarse 2p *Se deja como terminado, pero se irán agregando de a poco.