{BOYFRIEND}

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No sabía porqué, pero Felix se había puesto lo más guapo que pudo. Se puso una camisa de botones negra que le había prestado Minho, y los jeans que había traído puestos el pasado día. Iría con Changbin y su madre a comprar ropa y todo lo que necesitara.
Quería tener un día para pasarla bien con su mejor amigo, pero Minho había insistido en ir con ellos y con su novio, cuyo nombre Felix ni siquiera sabía. Le había dicho a su madre que llegarían después al centro comercial donde irían, ya que su novio estaría ocupado.
Así que supuso que el ambiente sería algo tenso durante el día...
Tocaron a su puerta.
-Cariño, ¿puedo pasar?- era su madre.
-Claro, pasa.
La mujer entró y Felix no pudo evitar abrir la boca con expresión de sorpresa. Llevaba puesto un vestido negro azabache, con unos tacones plateados que la hacían ver del tamaño de su hijo, traía el cabello rizado, y un maquillaje que la haría destacar en un cuarto lleno de celebridades.
-Jimin...- dijo el chico anonadado.- Vaya, te ves...
-Lo sé, lo sé.- apartó el cabello de su cara.- Joshua ya me dijo la trama de "Mamá, te ves deslumbrante". Ustedes dos van a terminar subiendo mi ego hasta que quede por los cielos.
Felix río.
-Es que en realidad te ves bien, mamá...
Jimin lo miró. Se dió cuenta de lo que había dicho.
-Lo siento, yo...- comenzó a decir el chico avergonzado.
-No, cariño. Está bien.- la mujer estaba a punto de llorar.- Si no estás listo para llamarme así, no tienes que hacerlo.
Felix suspiró.
-No, yo...- el chico no se inmutó.- Quiero hacerlo, mamá.
Ahora literalmente Jimin comenzó a llorar. Y mucho. Tomó un par de pañuelos de su bolso.
-Oh por Dios...- la mujer se limpiaba los ojos manchados por el maquillaje.- Ya arruiné mi maquillaje.
Felix solo sonreía. No entendía como pudo haber huido tanto de una mujer tan amable y generosa. Sabía que no lloraba por nada. La habían obligado a abandonar a su hijo, había pasado parte de su vida tratando de recuperarlo, y al fin lo había encontrado. Y además había oído la palabra "mamá" salir de su boca por primera vez.
-Mamá, mamá, mamá. Amo como suena.- dijo Felix para animar a su madre, pero solo logró que llorara aún más.
Besó la frente de su madre y la abrazó fuerte.
Alguien tocó dos veces la puerta y entró a la habitación. Era una chica que podía tener unos 19 años, era pequeña y castaña.
-Hola...- dijo la chica abriendo la puerta de la habitación.- Oh, lo siento. ¿Interrumpo algo? Solo venía para decirle que ya debo irme, Señora Park.
Felix miró a su madre. ¿Que hacía una extraña entrando a su habitación?.
-Oh, Dahyun.- dijo su madre sonriente, como si no hubiese estado llorando.-Ven, quiero presentarte a alguien.
La chica miró a Felix como si se le hiciera conocido.
-Dahyun, él es mi hijo Felix. Felix, ella es Dahyun, mi profesora de coreano.
La chica le sonrió dulcemente. Se estrecharon la mano y se saludaron.
- ¿Y... porqué quieres aprender coreano?- preguntó a su madre con curiosidad.
-Joshua sabe coreano. Así que tengo ganas de aprenderlo también.- dijo su madre encogiéndose de hombros.- Iré al auto, no te tardes. 사랑해 (saranghae).
-Excelente pronunciación, Señora Park.- dijo la chica como cumplido.- Mucho gusto de conocerte, Felix.
Señora Park. Así que su madre usaba su nombre de soltera cuando su padre no estaba...
-Igual, Dahyun. Que estés bien.
La chica bajó las escaleras junto con su madre.
El chico se miró una última vez en el espejo, se cubrió el cuello y las muñecas con colonia, y bajó la escalera.
Vió que la chica estaba subida en el auto de su madre.
-Iremos a dejar a Dahyun a su casa y luego iremos por Changbin, cariño.- dijo su madre por la ventana.
Felix asintió y se subió al asiento trasero del vehículo.
Dahyun pidió permiso a Jimin para poner música en la radio, y el corazón de Felix comenzó a latir fuertemente al ver que sonaba Yellow, de Coldplay. Recordó el momento en que había conocido a Christopher Bang. Sus ojos marrones lo miraban con dulzura, la manera en que lo tocaba lo hacía estremecer. Todo lo que representaba al chico se le vino a la cabeza de pronto.
Vió a Dahyun cantarla, así que comenzó a cantarla también, haciendo que la chica le sonriera. Se sorprendió cuando su madre comenzó a cantarla también, e hicieron los tres un concierto improvisado hasta estacionarse al frente del edificio de apartamento de Dahyun.
-Adiós, Señora Park. Adiós, Felix.- la chica tenía una muy dulce voz. Felix pensó que si le gustaran las chicas, ella sería su tipo.
-Adiosito, Dahyun.- el chico se despidió con la mano.
Abrió la puerta trasera del auto, salió, y abrió la delantera para entrar de nuevo.
-¿Ya vamos por hyung?- preguntó el chico algo nervioso. No se molestó en preguntarse porqué lo estaba, nada más presentía algo.
-Si, amor. Ya vas a ver a tu hyung.- dijo agarrando su barbilla como si fuera un niño al que le decían "Ya vamos a comprarte un juguete nuevo". Felix se sentía algo extraño, nadie lo había consentido así nunca.
El camino hasta el apartamento que ahora era de Changbin se tornó ilógicamente lento para Felix. Miraba por las ventanas, jugaba con su cabello, y su madre le decía cada diez minutos "5 minutos más".
Al fin se estacionaron al frente del edificio. Felix abrió la puerta y salió para abrazar a su hyung.
-¡Hyung!- gritó Felix abrazando al mayor y dando palmadas en su espalda.-¡Te extrañé mucho, no sabes cuanto!
-Felix, no nos veíamos desde ayer. Tampoco es que han pasado 5 años.- rió el chico acariciando la espalda de su amigo.
Ambos subieron a la parte trasera del auto.
-Buenas tardes, Señora Lee.- dijo Changbin educadamente.
Felix casi lo corrige diciendo que era "Señora Park, no Señora Lee", pero su madre se le adelantó.
-Deja las formalidades, Changbin.- la mujer rió.- Llámame Jimin.
El chico se sonrojó y miró a Felix, el cual solo pudo reír ante la situación.
Cantaron a toda voz Rumor, de Kard, mientras llegaban al centro comercial. La cual Felix no pronunciaba muy bien, ya que no sabía una pizca de coreano, como Changbin o su madre.
Hablando y riendo con Changbin el camino se hacía mucho más corto.
Llegaron al centro comercial y su madre se estacionó en uno de los puestos.
-Yo me quedaré aquí practicando coreano, bebé.- dijo Jimin a Felix. Le tendió a Felix algo que parecía una carta de póquer, roja y blanca. Una tarjeta de crédito.
-Wow.- dijo el chico sorprendido por la confianza de su madre al darle una tarjeta a ÉL, la persona menos responsable del mundo.-¿Y... cuanto puedo gastar?
-Lo que necesites. Al fin y al cabo la paga tu padre.
Felix miró a Changbin como diciendo "hagamos esto", y entraron al centro comercial.

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1 hora después sus manos estaban llenas de bolsas de Bershka, 21Men, Zara y Mango, y tomaban unos Frozen Capuccino en Starbucks.
-Felix.- llamó su atención el mayor.- Esto parece ser lo mejor que ha pasado en tu maldita vida. Quiero decir, que tus padres estén vivos y que sean asquerosamente millonarios no es poca cosa.
-Ni el dinero ni la ropa significan nada, hyung.- le contestó.- Lo que si me gusta es cuando Jimin me abraza y me dice cariño o bebé, como lo hace siempre. Eso es lo que en realidad me llena hyung. Saber que mi madre está ahí para mí, como nunca pudo estarlo antes.
Changbin sonrió. Parecía que estuviera a punto de llorar por lo que había dicho su dongsaeng.
-Claro, tienes razón.- logró agregar.- ¿Quieres hablar del tema de tu hermano...?
-Hola, hola, hola.- los interrumpió una voz conocida para Felix, era Minho.- ¿Tu eres Changbin cierto?
El mencionado estrechó la mano del hermano de Felix.
-Soy Joshua.- dijo presentándose.- Y él... es mi novio.
Tomó a un chico de los hombros y lo hizo quedar al frente de ellos. Felix sintió que le faltaba la respiración.

-Hola, soy Chan Bang.

«THE WISH»†|Stray Kids|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora