{Dog food}

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Felix por poco se ahoga con el Capuccino que tenía en la mano. Era EL Chan Bang. Este lo miró con los ojos muy abiertos.
-Hola, Chan.- dijo Changbin amable.
Felix solo se había quedado paralizado. Se dió cuenta de lo que pasaba.
Jimin le había dicho que Minho llevaba 5 meses con su novio, y Felix se había acostado con Minho por última vez hace menos de dos semanas, y con su novio hace menos de una semana. Minho y Christopher se engañaban mutuamente. Y ambos lo hacían con Felix.
-Hey, Felix.- Changbin reía mientras chasqueaba sus dedos en la cara de su amigo. Felix había estado unos 5 minutos mirando fijamente a la mesa y no había saludado a Minho y a Chan, los cuales ya hasta habían tomado asiento a su lado. Chan al lado de Changbin y Minho al lado de Felix.
-Oh, lo siento.- dijo Felix sintiéndose como un verdadero idiota.- Estaba pensando en algunas cosas, yo... No lo sé, muchas cosas pasan por mi mente últimamente.
Extendió su mano para que Chan la estrechara. Planeaba darle un apretón fuerte y varonil, pero solo logró que sus manos temblaran en el acto, y que el mayor casi le rompiera la mano.
-Chan Bang, pero puedes decirme Chris.- dijo el chico pretendiendo no conocerlo.
-Felix.
El chico se sentía como la peor persona del planeta. Se había acostado con Minho cuando este tenía novio. Pero eso era lo que menos le importaba. Lo que EN REALIDAD le importaba era que su novio era Christopher Bang.
Se quedaron en silencio por unos cuantos minutos, hasta que Changbin rompió el hielo.
-¿No se van a comprar un café o algo así, chicos?- dijo mirando al hermano y ahora "cuñado" de Felix.- Digo, para seguir con la conversación.
-No, gracias. Estamos bien.- Minho tenía un tono para nada amable, se podría decir desinteresado.- Solo vinimos para que mamá nos llevara a casa, ya que mi auto está en el mecánico.
"Espera", dijo Felix en su cabeza. "Christopher se quedará en nuestra casa".
Como si hubiera leído su mente, Minho respondió.
-Chan se quedará en la casa el fin de semana. Tiene unos cuantos planes de trabajo aquí en Canberra, y luego volverá a Sydney.- le dijo a Felix con esa voz de niño rico que este tanto detestaba.
-Claro.- Felix se sintió aún peor.
El teléfono de Minho sonó.
-¿Hola?- dijo pegando su iPhone X a su oreja.-¿No te contestaba? Ajá. Si, aquí están. ¿Qué? Oh, ok. Bueno, adiós.
Todos miraron a Minho esperando explicación ante tan productiva charla.
-Era mamá.- miró a Felix.- Pregunta que porqué no contestabas el celular y dice que vayamos al auto YA.
Todos se pararon de la mesa. Felix revisó su teléfono, que siempre estaba en silencio. Efectivamente, 5 llamadas perdidas de "Jimin Omma".
Minho y Chan habían pedido ir juntos en la parte trasera del auto, ya que "nosotros somos pareja", según Minho. Eso es lo de menos, en algún momento su madre le había pedido ir con ellos para "poder conocer mejor a Changbin". Minho se había sentado del lado izquierdo, haciendo a Chan quedar en el medio y Felix a su lado.
A este le sudaban las palmas de las manos, aguantaba la respiración sin darse cuenta, y se removía de vez en cuanto para no chocar hombros con Chan. Claro, mientras Changbin se reía como si fueran viejos amigos con su madre, él debía soportar ver como Minho tomaba la mano de Chan y le sonreía de vez en cuando por algo que este decía.
"Te odio, hyung", pensó.
Apenas llegaron al apartamento de Changbin bajó lo más rápido que pudo.
-Adiós, hyung.- dijo abrazando al chico.- Espero verte pronto. Te quiero.
-Adiós. Te quiero.
Felix se sintió aliviado cuando pudo sentarse al lado de su madre y no al lado de su cuñado.
-Así que... ¡Channie! Es bueno verte, cariño.- dijo su madre con un tono irritablemente agudo.- ¿Te llevas bien con Felix? Recuerda que dormirás con él hoy.
-¿Qué?- dijo Felix entre toses por la sorpresa de lo que su madre le había dicho.
-Estoy enfermo.- dijo Minho. Felix no se había dado cuenta de lo mal que se veía su hermano. Estaba pálido, solo su nariz y sus pómulos se veían ligeramente enrojecidos, y llevaba bufanda en medio verano.
>>No quiero contagiarlo.- prosiguió Minho sonándose la nariz con un papel.- Y debajo de tu cama hay un colchón extra, puedes sacarlo y dormir ahí y dormir en el piso y Chan puede dormir en tu cama.
"O sea que es mi cuarto, pero yo tengo que dormir en el piso" pensó Felix exasperado.
-Creo que podría llevarme bien con él.-dijo el mayor con voz nerviosa.
Jimin se estacionó al frente de la casa.
Felix por poco se cae por colocar el pie mal en la acera, pero Chan lo tomó de la muñeca y lo ayudó a estabilizarse.
-Ten más cuidado, Felix. Podrías lastimarte, ratoncito.
Ese maldito apodo.
Minho miró a Chan con una mirada que Felix no supo si era porque el apodo le resultaba gracioso o porque estaba celoso de él.
-¿Porqué lo llamas así?- interrogó Minho a su novio con esa es maldita voz de engreído. Cómo Felix sospechó, celos.
-Porque... No lo sé, es tierno. Su nariz parece como la de un pequeño ratón.- dijo el chico, tratando de justificar lo dicho.
-No tienes derecho a...
-Ninguno de los dos tiene derecho a estar celoso del otro.- dijo Felix alzando la voz para hacer que Minho callara de una buena vez esa voz de mimado.- Ustedes sabrán porqué.
Miró a Chan a los ojos, y vio que este entendía de que hablaba. Y Minho también lo tenía claro, pero actuó como si no supiera de que hablaba.
-No estoy celoso de nadie.- mintió Minho.
Entraron a la casa y encontraron a Bongo tirado en un sofá. Parecía que hubiese corrido 10 kilómetros.
-¡Maldito seas, Bongo!- dijo su madre desde la cocina.
>>¡Tu perro...- dijo la mujer a Minho, entrando a la sala con una bolsa de comida de perro en la mano.- ... saltó hasta la alacena de la cocina y dejó todo el saco de comida esparcido por el piso!
Minho hizo una mueca de desgano. Estaba a punto de levantarse a recogerlo cuando su novio intervino.
-Está bien, amor.- Esa palabra hizo a Felix reír. Así lo había llamado Chan cuando ellos...- Tu estás enfermo, iré a recogerlo yo.
-Gracias, bebé.- dijo Minho sonriéndole al chico.
Felix se ahogaba tratando de contener las carcajadas que quería sacar de sí.
Una relación que se veía tan pura, inocente y pulcra... Pero que en el fondo eran puras mentiras y engaños.
-Ve a ayudarlo.- le dijo Minho sonándose la nariz.- Deben haber 10 kilos de comida regados por la cocina.
-Órdenes son órdenes, jefe.- dijo Felix con sarcasmo ante la orden de su hermano.
"Podría decir: ¿Felix, podrías ayudar a Chan? Pero como solo sabe dar ordenes...". Pensó Felix caminando desganado hacia la cocina.
El montón de comida se esparcía desde la alacena hasta la entrada de la cocina. Podría decirse unos 5 metros.
No sabía como, pero Chan había logrado llegar hasta el otro lado del pasillo, y había tomado varios tarros de la alacena para poner la comida en ellos.
-¿Podrías empezar a recoger ese lado?- dijo pasándole un balde que este tomó con gusto.- Yo recogeré por aquí.
"Él si sabe pedir las cosas amablemente".
Pensó el menor.
Empezaron a recoger la comida (que tenía un olor asqueroso), hasta que solo quedaban unos pocos granos en el medio de la cocina. Los dos baldes que Chan y él tenían se habían llenado, así que el mayor acercó otro para recoger el poco que quedaba entre los dos.
Felix con sus pequeñas manos no ayudaba mucho, pero las manos de Chan recogieron prácticamente la mitad del montón con el primer puño que tomó.
-Me gustan tus manos.- dijo Felix sin importarle qué Minho estuviera a varios metros de ellos, en la sala de la casa.
-Las tuyas son preciosas.- dijo mirando sus manos recogiendo la comida.- Son pequeñitas y suaves...
-Eres demasiado cursi.- dijo el menor sonrojándose y bajando la mirada por la vergüenza.
Habían terminado de recoger la comida. Su manos olían a pescado por la comida, así que subieron al baño de arriba a lavarlas. Chan dejó pasar a Felix primero, este se llenó las manos de jabón.
-Necesitamos hablar.- dijo mirando a Felix con ojos tiernos.- Debes suponer que... Yo engañé a tu hermano. Pero es que...
-Estás harto de él.- terminó Felix su frase.- Es un maldito niño mimado. He vivido con él 2 días y ya no lo soporto.
Chan lo miró y sus ojos se iluminaron, como si hubiera recordado algo.
-Espera...- dijo el chico lavándose las manos, ya que el menor había terminado.- Josh me dijo que tienes 17 años. ¿Porqué mierda...?
-¿Minho te contó que vivía solo con Changbin y que vivíamos huyendo y todo eso?
Chan asintió, dejándolo hablar.
-Hubo un momento en que el dinero de Changbin no era suficiente. Estuvimos una semana entera comiendo tan solo pan y agua. Y como no puedo trabajar... simplemente no me quedó de otra.
Chan lo miró, compadeciéndolo.
-Si lo que quieres es que no le diga a Minho lo que pasó, no lo haré.- dijo el chico mirando los hermosos ojos del mayor.- Pero TÚ eres el que debe decirle. Y él tiene que decirte algo a ti también... Pero asegúrate de que yo esté ahí cuando se lo digas.
Chan asintió, preguntándose qué debía decirle Minho y porqué Felix quería estar con él cuando lo hiciera.
Bajaron al primer piso de nuevo. Minho se había dormido en el sofá, Jimin veía The 100 en Warner, y Bongo aún se veía agitado por saltar para bajar el saco de comida de la alacena.
-Me caigo del sueño.- dijo Chan levantando los brazos y bostezando.-¿Me enseñarías dónde está tu habitación?
-¿Para dormir?- dijo Felix guiñándole un ojo. El mayor se sonrojó.
-¿Y ahora te sonrojas?- rió el menor.- Pasaré todo el tiempo que te quedes haciéndote cumplidos y bromas de ese tipo, así que acostúmbrate.
Subieron las escaleras camino a la habitación de Felix. Este abrió la puerta y lo dejó pasar.
-Puedes sacar el colchón y...- Chan lo cortó a media frase, posando sus labios tiernamente sobre los de Felix.
Felix se sintió en el paraíso. Chan mordía su labio inferior suavemente, tocaba la lengua del menor con la suya, y todo mientras lo tomaba firmemente por la cintura.
Felix posó una mano en el cuello del mayor y otra en su pecho, para poder sentir los rápidos latidos de su corazón. Solo se separaban para tomar aire.
-No he podido dejar de pensar en ti en toda la maldita semana.- dijo Felix una vez que se separaron a la fuerza. Lo miró tiernamente a los ojos.- Tus ojos, tus labios, tu cabello y tu maldita sonrisa...
-Y dices que yo soy cursi.- Lo besó de nuevo, pero no fue un beso sexy, ni con lengua ni dientes. Fue solamente un beso de labios, suave y tierno, que hizo a Felix sentir escalofríos.
-Tu tampoco has salido de mi cabeza.- dijo el mayor con voz grave.- Recuerdo cada segundo de cuando estuvimos juntos y no puedo evitar recordar tus caderas...
Tomó las mismas con firmeza y amó tenerlas en sus manos de nuevo.
-Debemos dormir por hoy.- dijo Felix acariciando el pecho de Chan.- Mamá y Minho están aquí, podrían escucharnos.
Chan se separó suspirando.
-Si, tienes razón.- seguía aferrado a las caderas del menor.- Pero quiero dormir contigooo.
Hizo un puchero como si fuera un bebé. Felix casi muere de ternura.
-Si Minho nos ve juntos nos matará a ambos. Y no querrás ver salir a la reina del drama del clóset.
-Solo decía.- dijo el mayor.- Ya no me importa lo que diga Minho. Mañana le diré lo que pasó y todo estará bien.
Se acostaron en sus respectivas camas. Felix había insistido en dormir en el piso, pero Chan no lo dejó hacerlo, diciendo que no quería que se sintiera incómodo.
Y así se quedaron dormidos, queriendo saber qué pasaría al día siguiente y deseando con todas ansias poder meterse en la cama del otro.

Holaaa :)
Les quería preguntar si les gustaría que empezara a escribir un fic Dahmo (Dahyun+Momo-Twice). ¿Que les parecería?
Comenten si les gustó el capítulo... o si lo odiaron también. VIVA LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN.
Stan skz, stan talent.

«THE WISH»†|Stray Kids|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora