{Stole}

403 50 11
                                    

Felix se despertó exaltado. Changbin no estaba a su lado en la cama. Pero eso era lo de menos. Desde el piso de abajo se escuchaban gritos y llantos, cada vez más fuertes.
Se dispuso a bajar corriendo las escaleras. ¿Le habrá pasado algo a alguien?
Los llantos provenían del patio trasero de la casa. Minho estaba sentado, con la espalda apoyada en una cerca, y las manos cubriendo su rostro. Estaba llorando.
Changbin estaba parado a su lado. No lloraba, pero aún así se cubría la boca con una de sus manos.
-¿Qué ocurre?- dijo entrando al patio. Todo parecía normal, el césped estaba recién cortado, las cercas recién pintadas, y Bongo se encontraba dormido en su casita. Todo estaba como siempre.
-Felix...- Minho corrió hacia él y lo abrazó, mojándole el hombro la camisa con su llanto.
El menor miró a su mejor amigo, confundido. Pero este solo apartó la mirada.
-Felix.- dijo Minho por fin apartándose. Sus ojos estaban rojos por el llanto.- Bongo murió.
Felix sintió que se formó un nudo en su garganta. Sintió un gran dolor en su corazón.
Por más que no había convivido demasiado con el perro, habían entablado una buena relación, y sabía que Bongo era muy importante para Minho, debía dolerle que muriera.
Se acercó a la casita, donde el pequeño perro blanco y de manchas cafés reposaba inerte. Su hocico, que solía ser café pero ya se notaba totalmente blanco por la edad reposaba entre sus patitas. Parecía que el perro se había ido en paz. Se había quedado dormido por siempre.
-Lo siento, Minho.- dijo sentándose al lado de su hermano y abrazándolo. No sabía que decir, así que se limitaría a consolar a su hermano.
Miró a Changbin, que aún tenía la mirada perdida.
-¿Lo encontró él?- preguntó a su mejor amigo.
-No, fui yo.- dijo bajando la cabeza.- Jimin me preguntó si podía ir a la tienda, y le dije que si. Así que salí por el patio, y cuando traté de saludar al perro... vi que no se movía.
Felix estaba al borde del llanto, pero solo empeoraría el dolor de Minho, y la situación en general.
Después de media hora consolando a Minho, habían entrado a la casa. Changbin y Felix se disponían a hablar con Jimin en la cocina
-¿Qué debemos hacer? ¿Un funeral o algo así?- preguntó Felix tomando un trago de su yogurt.
-Bueno, Rachel y Olivia quieren despedirse de él, así que... supongo que es una buena idea. Podemos hacerlo hoy en la tarde.
-Iré a mi casa a cambiarme y volveré en unas horas.- dijo Changbin, que aún se veía agitado por haber encontrado al perro. Abrazó a Minho, que había dejado de llorar, pero estaba desganado.
-Bueno, creo que habrá un funeral.- dijo Jimin sobándose la sien. Aún estaba con su bata para dormir y se le veía estresada.- Llamaré a todos, y te avisaré cuando lleguen. Ve a tomar una ducha y a cambiarte.
-Claro, eso haré.- besó a su madre en la frente y subió las escaleras.

<<<<$>>>>

Jimin llamó a Felix para que bajara después de unas dos horas.
Y no es que haya tardado 2 horas para tomar una ducha y cambiarse. Había estado al menos una hora pensando en cómo sería el ambiente durante el funeral, ya que Jimin le había confirmado que invitaría a Chan. Él también había "entablado relación con el perro". Se sentiría muy incómodo con Chan y Minho en la misma casa, teniendo que guardar el secreto que ocultaba.
Bajó las escaleras de nuevo, y se topó con una enorme multitud de gente. Eran por lo menos 35 personas. De las cuales al menos el 80% era desconocida.
Todos se le quedaron mirando.
Jimin caminó hacia él, y llamó la atención de la multitud.
-¡Oigan todos!- dijo levantando levemente la mano.- Él es Felix, es mi hijo... ehm... pues, creo que muchos ya saben la historia. Pero ya está por fin de vuelta, después de tantos años. Y... sí, espero que se lleven bien con él.
"Ok, esto es incómodo". Felix metió las manos en los bolsillos. Nunca había sido bueno para conocer gente nueva, y hoy tendría que conocer a mucha gente.
Por suerte sus hermanas fueron las primeras en saludarlo, y hablaron con él por un rato. Pero luego vino lo feo.
Gente se le acercaba por todos lados. Un tal Mark Lee le dió unas fuertes palmadas en la espalda, diciéndole "Gusto en verte, primo". Dos señoras se presentaron como sus tías abuelas, Olga y Carmen. Unas gemelas idénticas, llamadas Valery y Melany, también eran sus primas. Un hombre y una mujer mencionaron ser hermanos de Jimin, la mujer madre de las gemelas y el hombre padre de Mark y una pequeña llamada Nancy... Hace un mes ni siquiera tenía familia, y ahora tenía más de la que había esperado. No le disgustaba, pero menos le gustaba.
Todos se congregaron en el patio trasero para despedir al perro, a petición de Jimin. Valery y Melany, con las cuales había entablado conversación (y se llevaban bastante bien), lo tomaban de ambos brazos. Melany, la cual tenía cabello largo, lloraba desconsoladamente. Mientras Valery, la de cabello corto, tenía cara de querer salir de ahí lo antes posible, al igual que Felix.
Todos se quedaron en silencio cuando Minho comenzó a hablar.
-Bueno, me alegra que todos estén aquí hoy. De verdad gracias por venir.- bajó la cabeza.- Hoy se ha ido un gran amigo. Mi amigo incondicional, Bongo. Sé que todos querían a este perro, al igual que yo lo amaba. Pero bueno, ya ha llegado su hora de...
Minho no pudo seguir hablando.
El tío de Felix, Mark y uno de sus tíos abuelos (creyó) comenzaron a cavar el hoyo donde enterrarían al pequeño Bongo. Y pidieron la ayuda de Felix y Minho para ponerlo en él. Lo habían envuelto en una manta, así que fue más fácil.
Después de que todos se despidieran del pequeño perro, comenzaron a enterrarlo.

<<<<$>>>>

Había pasado una hora. Eran las 4 pm, y tan solo quedaban Rachel, Olivia, Mark, Nancy, las gemelas, sus tíos y... Chan.
Felix ni siquiera se había percatado de su presencia durante toda la ceremonia hasta ese preciso momento.
Estaba solo, sentado en una de los sofás, mirando su teléfono.
Se acercó a él.
-Hey.- dijo sentándose a su lado.
-Hola.- dijo con una pequeña sonrisa.
-¿Estás bien? Te ves algo solo...
-No es nada.- dijo alzando una mano, restándole importancia.-No tenía ganas de hablar con nadie, solo salude a tus hermanas y a Minho.
Felix no entendía como podía seguir hablando con Minho. Supuso que querían hacerse los maduros.
Felix le sonrió. Estaba yéndose, cuando Chan lo tomó de la manga.
-Oye...- dijo con una pequeña sonrisa.- Necesito hablar contigo más tarde, cuando se vayan todos. ¿Podrías?
Felix asintió. No sabía de qué quería hablar, pero seguro tenía algo que ver con Minho.
-Claro, después hablamos.

Después de una media hora todos se habían ido. Solo estaban Rachel, Olivia y Chan en la casa. Felix se dispuso a llegar al sofá para hablar con Chan, pero alguien tocó la puerta. Caminó hacia ella para abrir. Era su padre.
-Hola.- dijo dejando entrar al hombre a la casa.
-Hola, hijo.- dijo palmeándole el hombro.
-Hay comida en la cocina si quieres...
-No vine por comida.- dijo el hombre sonriendo ligeramente.- Vine a recoger a mis hijas y a hablar con tu madre.
-Ehm... ok.- dijo Felix juntando las cejas.- Mamá está en la cocina, creo.
Cerró la puerta cuando su padre entró, y se dirigió directamente a donde Chan estaba sentado.
-Hola de nuevo.- dijo sentándose al lado del chico, que ahora era rubio.- ¿De que querías hablar?
El mayor suspiró.
-Vamos afuera.
Fueron al patio trasero, donde el césped se veía cubierto de rocío, y el único lugar no uniforme era el cuadro de tierra donde habían enterrado a Bongo hace unas horas.
Chan se encogió de hombros, con las manos en los bolsillos. De seguro tenía frío.
-Quería hablar contigo a cerca de nosotros.- dijo el mayor mirando hacia abajo.
A Felix se le aceleró el pulso.
-Yo...- continuó hablando Chan.- me sentía culpable por haber engañado a Minho, por eso seguía estando con él. Pero ahora... creo que todo es diferente. Yo sigo sintiendo algo por ti, Felix.
Lo miró a los ojos. Este simplemente se quedó en shock.
Había tardado horas en convencerse de que lo de Chan había sido solo sexo, que no sentía nada por él. Había visto lo mucho que Minho había sufrido al romper con él, pero por otro lado este lo había engañado múltiples veces... Ya no sabía que pensar.
-Chan, yo...- al fin se dignó a decir algo.- Yo no puedo hacer esto, tú acabas de terminar con Minho...
-Minho no tiene que ver con esto.- dijo el rubio.- Ya hablé con él, le dije que quiero estar contigo. Él tan solo quiere que seas feliz...
-Podrías haberme dicho a mí antes que a Minho, Chan.- dijo Felix cruzando los brazos.- ¿Que pasa si yo no quiero estar contigo?¿Que pasa si no siento lo mismo?
Chan rió, mirando la noche estrellada.
-¿Qué es tan gracioso?- preguntó Felix aún con expresión seria.
Chan se acercó.
-Sé que sientes lo mismo que yo, ratoncito.- tomó la barbilla del menor.- Sé que no has podido dejar de pensar en mí, al igual que yo no dejo de pensar en ti.
Felix sintió como su cara se acaloraba. Estaba seguro de que estaba sonrojado, rojo como un tomate.
-Tal vez.- dijo acercándose más a Chan.
Sus rostros estaban a centímetros de tocarse. Podían sentir el agitado respirar del otro en el rostro.
Sus labios inferiores se rozaron levemente.

Estaban a punto de besarse, cuando un estruendoso sonido se escuchó desde el interior de la casa.

«THE WISH»†|Stray Kids|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora