¿Conocen a alguien que tiene el mundo bajo sus pies? Yo sí.
Su nombre es Debby Wilson. O Catté Wilson, como le llamo yo.
Es una de las chicas más hermosas que conozco, y tiene, como les decía, el mundo a sus pies. Al menos mi mundo.
Sólo hay un pro...
—Al menos no te despidieron—Jonny dejó el periódico sobre la mesa. Esto le resultaba algo aburrido.
En cambio, Catté volvió a morderse las uñas al recordar el incidente.
—Sí, todo por una carta. Digo ¿si Ryan vio que estaba trabajando, por qué tuvo que dármela ese mismo instante?
—Sí, sí, sí. Cómo tu digas.
—¿Crees que fue lindo recibir una llamada de atención el primer día de trabajo...? Gracias a Dios Amelia no se molestó tanto conmigo. Sólo fue algo como: Espero que no se vuelva a repetir. Yo también espero que no se vuelva a repetir eso que Ryan venga con una señorita con la que tiene que viajar por cuestiones de su trabajo y me de una carta cuando yo estoy en el mío...Aunque no fue su culpa lo que pasó en el avión...Admito—Catté levantó las manos, en señal de rendición.—Yo fui descuidada y no supe manejar la situación.
—Sí. Pero, como mi trabajo aquí es preguntar cosas y soportar tus respuestas, te preguntaré algo: Después de ese incidente en el que te diste cuenta que ver a Ryan con otra chica te causaba celos...¿No recapacitaste un poquito en tus sentimientos hacia él?
—No, digo sí...No...bueno, una vez yo...
—Espera—E2C se acomodó en el sofá, agarró un bote con pipocas, y terminando de masticar el puñado que se metió a la boca, continuó:—Ahora sí, di todo lo que quieras, niña.
—Sí pero, tal vez no pueda decir nada con el estómago vacío.—Catté hizo un intento de tomar algunas palomitas, pero a cambio recibió un periodicazo (¿Así se dice cuando golpeas a alguien con periódico?)—¡Ouch!
—Tampoco podrás hablar con la boca llena.
Catté se cruzó de brazos y se reclinó en el respaldar del sofá.
—Bien. Sucedió algo parecido a lo que me preguntas cuando me entregó la nota 3...Que por cierto, me la entregó en el momento menos indicado...Yo estaba a punto de cantar en una presentación del colegio...
»Respira y exhala, respira y exhala.
Era lo único que me repetía en mi mente para intentar tranquilizarme un poco.
Quedaban dos números más, la noche no había terminado, y el público estaba sediento de espectáculo.
Caminé de redor por toda la sala, memorizando cada simple línea del papel, repitiéndola en mi cabeza cual disco rayado.
Nunca antes había hecho algo parecido, las veces que había salido para presentar una canción, yo era la corista que estaba atrás del montón. Jamás había sido la principal. La razón número uno es porque yo sabía que me iba a poner nerviosa y que haría un desastre, no lo sé, tal vez me agarraría de la cortina para exagerar mi canción, luego ésta se iba a romper, iba a chocar con el foco, se iba a apagar la luz, la gente iba a salir corriendo, se iban a encender los apaga-fuegos, y yo iba a quedar empapada debajo de la cortina, segura que a mi grupo y a mí nos esperaba una visita al director, entonces todos se iban a enojar conmigo y bla bla bla.