¿Conocen a alguien que tiene el mundo bajo sus pies? Yo sí.
Su nombre es Debby Wilson. O Catté Wilson, como le llamo yo.
Es una de las chicas más hermosas que conozco, y tiene, como les decía, el mundo a sus pies. Al menos mi mundo.
Sólo hay un pro...
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—El título está sin gracia-Catté se cruza de brazos.—Tal vez hubiera sido mejor...
—No estás aquí para cuestionar los títulos—E2C sostiene la libreta y pone punto final a lo que escribía.—Con que...¿Fuiste tú la que dio el primer beso entre Ryan y tú?
—Sí...pero fue un accidente, no tienes idea de lo arrepentida que estuve después.
—¿Después? ¿Qué pasó después?—Jonny se dispuso a escribir otra vez.
—Pues...Ahh, ¿Con que sí te interesan mis historias? No te hagas y admítelo.
—Interesarme o no, es mi trabajo.
—Sí, claro.—Catté estira sus brazos y los pone bajo se cabeza, con una sonrisa. Intentando rememorar aquel día...
«Bien, como bien recuerdas, salí disparada hacia la salida. Corrí sintiendo que el corazón latía a mil. Los pasillos estaban abarrotados de personas y yo estaba intentando abrirme paso tal vez de manera muy escalandosa...¿Cómo dices? ¿Se dice escandalosa? Ah bueno, me abría paso de la manera más escandasola que la gente se me quedaba mirando como si fuera un ovni. Era eso o que me reconocían de la presentación. O tal vez era el hecho que estaba tropezándome a cada cinco segundos y diciendo la palabra lo siento una y otra vez.
Cuando finalmente llegué ante las puertas del ascensor, apreté las teclas sin ver ninguna, sólo vigilaba si Ryan me estaba siguiendo.
Luego, sólo estaba yo encerrada en aquellas paredes de metal, recostada sobre una de ellas y buscando una razón lógica de haber hecho lo que hice. ¡En qué mundo Catté es la que quiere a Ryan! Me volví loca, seguro después de eso, él creería que si me gustaba e iba a insistir más. Y no era que él me parecía feo...si no que, no era mi tipo. Así de simple.
—¿Qué hiciste Catté?—murmuré para mí misma, refregándome el rostro con las manos.—¿Eres consciente de lo que acabaste de hacer? ¡Argh! ¿Cómo pude haberlo hecho? ¿Qué se me pasó por la cabeza? Digo...Él se veía muy lindo y...Tal vez sólo fue el momento...¡Pero no ameritaba cometer tal error! Muy bien Catté, te ganaste una situación embarazosa y un pasaje directo a ponerte colorada cada vez que veas a Ryan Williams. ¡Felicidades! Aunque...—Apoyé mi barbilla en la palma de mi mano y fruncí el ceño.—...¿Qué pasa si no lo vuelvo a ver? ¡Ajá! Eso es...Me escabulliré de él todos los días, lo que será difícil, ya que vive en mi misma calle y asistimos a la misma escuela...Pero puedo usar un lunar en la mejilla o una bolsa de cartón en la cabeza para que no me reconozca, en las películas se ve que funciona. ¿Y qué pasa si no? ¡Ya sé! Puedo ser como Hannah Montana y tener dos identidades, en el colegio me voy de peluca y cuando me pregunte quién soy le diré: Me don't speak spanish. Pero sería muy extraño, porque estoy en una escuela de habla hispana, lo que querría decir que al menos sé hablar lo básico...Entonces, fingiré que esto jamás ocurrió. Así es. Al salir de aquí, seré una nueva Catté, una que no ha cometido errores, una que ni siquiera se lamenta de sus acciones...
