16.

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-¡Sube al maldito coche!-

-¡No puedo!- grito desesperada.

-¡Olesya!-

-¡Nate!-


Me despierto envuelta en sudor y con la respiración acelerada. Solo ha sido un sueño, un maldito sueño. Con lentitud me siento al borde de la cama mientras escucho a mi corazón intentar salirse del pecho.

Desde que volvimos no paro de tener estos sueños tan recurrentes; sueño que estoy en mitad de un tiroteo con Nate, a punto de morir.

Tal vez si haya sido buena idea volver, al menos aquí estamos seguros.

Alzo la mirada para recorrerla por la habitación. Por fin estoy en una mucho más privada, como todos los oficiales. O casi. Apenas perceptible entre el silencio y los latidos de mi corazón escucho su respiración, una respiración tan ligera que si no atiendes podrías creer que está muerta.

Mis ojos se detienen en la estantería, concretamente en la cuarta leja donde está colocada la botella de licor de rosas con su reluciente rosa dentro. Tal vez un trago me ayudaría a conciliar el sueño.

Salgo de la cama y rápidamente me pongo a buscar un vaso intentando hacer el menor ruido posible, pero como en mi búsqueda, fracaso.

-¿Estas despierta?- murmura una voz somnolienta.

- No.- respondo mientras sigo buscando. ¿Dónde demonios están los vasos en esta habitación?

- Son las 4 de la mañana, ¿Se puede saber que buscas?-

- Un vaso.-

-¿Un vaso? ¿Por qué no te vuelves a dormir?-

Pongo los ojos en blancos mientras me doy la vuelta para mirarla directamente; esta está aún tumbada en la cama pero con los ojos bien abiertos. Esta convivencia va a ser complicada.

- No puedo conciliar el sueño.-

- El alcohol no va a ayudarte.-

-¿Porque piensas que voy a tomar eso?-

- Porque el agua del grifo está asquerosa.-

Bufo. Puede ser un incordio de compañera pero tonta no es.

- Jules...-

- Vamos George, son las 4 y cuarto de la mañana, no es momento para un trago. Vuélvete a dormir.-

La observo detenidamente. Apuesto a que ha escondido los vasos para ahorrarse estas situaciones. Finalmente asiento puesto a que otra opción no tengo; podría salir pero sería peor. Nada más tocar el colchón el sueño regresa a mi como una ola sobre la arena.

El sonido del despertador resulta irritante aunque sería peor con alcohol en sangre. Jules sabe lo que se hace.

-¡Apaga ya esa maldita bocina!- grito desde abajo.

El día entra normal, como siempre ha podido ser; los desayunos siempre son murmuros entre el silencio hasta que se beben el café, a partir de ahí son como maquinas con un chute de adrenalina. Si no están a punto de atropellarme 2 veces por día los coches que marchan de un punto a otro de la base no sería un buen día.

Maquinas, sonidos de metal cayéndose y esa voz tan artificial hablando por el interfono.

Por suerte la tranquilidad es lo que reina en mi oficina. Curiosamente llegué a comprar esa falsa lámpara con la que engañé a Nate y ahí está, en una de las mesas adornando con su flamante bordado color oro. Inservible.

Uprising  « Titanes del pacifico / Pacific Rim »  COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora