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- Aun no puedo creer lo que me has hecho.- le digo a Raleigh mientras me conduce hacia mi habitación. Este lugar es un maldito laberinto de plantas y pasillos.

- No tenía otra opción.-

-¿Os pagan por decirme eso? Porque todo el mundo no hace más que repetírmelo últimamente.- replico poniéndole mala cara. - Además, te busqué para dar ánimos a los chicos y dirigir cuando yo no podía hacerlo pero no para que pasases por encima de mí y me robases el puesto de trabajo.-

- No tienes porqué ponerte así, tu puesto es más de lo que mucha gente con más cabeza que tu ha podido acceder.-

-¿Y ahora me insultas?-

Se detiene ante la puerta 101, respira hondo a la vez que deja la maleta en el suelo.

- No quería decir eso.- habla a la vez que da un paso hacia delante, a lo que le correspondo con uno hacia atrás. - He hecho todo lo que he podido. Es lo mejor que he podido sacar.-. Hace una pausa donde mira a la puerta. - Acuérdate; nivel 7, bloque C. Empezamos a las 7.-

Miro igualmente la puerta, una simple puerta más parecida a la de un hotel que una base militar. Cuando vuelvo a mirarle está mirándome directamente a los ojos sin llegar a decir nada.

- Has cambiado, ellos te han cambiado.- digo mientras cojo la maleta. - Márchate Raleigh. Si aún queda algo del ranger que conocí, se inteligente y márchate antes de que las cosas se pongan aún más feas.-

- Se cuidarme Jolinar.-

Asiento en silencio, seguidamente abro la puerta y con el pie la cierro. ¿Cómo he podido caer tan bajo? Juro que si sobrevivo al final del mundo voy a retirarme lo más alejado posible de la vida humana.




- Señora George, ¿Puede firmar esto?- pide amablemente una joven técnico mientras me extiende su Tablet.

En verdad este trabajo no está tan mal, ni es muy distinto al que ejercía en Moyulan; la única diferencia es de quien recibo las órdenes y a quien debo darle explicaciones. Al menos a Jules podía vacilarle de cierta manera pues ambas teníamos el mando pero estar trabajando directamente para el director del gran consejo, el peor castigo puede ser... Ni siquiera lo quiero imaginar.

Lo más curioso de todo posiblemente sea el hecho de tener terminantemente prohibido pisar las naves. Así me lo dijo Jules, como si fuese una niña de 5 años. Solo me han limitado a los jaegers, los cuales son demasiado trabajo para mi sola; eso sumándole ser la encargada de revisar a los rangers... Si quiera tengo tiempo de poder respirar.

Solo de mirar las tareas que debo realizar doy por completo el día; respiro hondo, solo hace 3 días que no les veo y por alguna razón siento que son más de 3 meses.

El lugar de entrenamiento de los rangers se encuentra justo dos pisos por debajo del hangar, no es un lugar del otro mundo; es como un gimnasio con el techo un poco más alto de lo normal y se divide en dos zonas, la zona de entrenamiento y luego los simuladores. Y luego está mi lugar de trabajo en una pequeña esquina.

Poco a poco van pasando los rangers para su revisión, aquellos que me conocen me saludan animadamente mientras que aquellos a los cuales no he visto en la vida recelan de mí.

- Un segundo.- hablo al siguiente ranger mientras escribo. - Termino de rellenar esto y me pongo contigo. Mientras tanto ve relajándote ranger...-

- Lambert.-

Alzo la vista para ver al ranger mirándome fijamente sin expresión ninguna. Internamente me maldigo mientras termino de rellenar el fichero a toda prisa.

Uprising  « Titanes del pacifico / Pacific Rim »  COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora