Capítulo 34

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(¡Buenas a todos! Acá les traigo una nueva parte de mi fic. Como les anuncié antes, a partir de acá todo va a cambiar, aunque no puedo asegurar que sea para mejor. Espero que estén preparados :p

Pregunta de la semana:

*¿Cuál es su Skin favorito de Mercy?

En fin, espero que disfruten y me dejen sus comentarios/sugerencias/críticas o lo que sea, siempre con mucho respeto, por supuesto. Nos vemos la semana que viene. Ikaros :*)

                              ***

Aquel lunes fue el más tedioso del año solo por haber sido el siguiente al emocionante viaje escolar. El tiempo parecía transcurrir más lento y todos los alumnos se encontraban desanimados, el aburrimiento estaba asegurado o al menos eso parecía en un principio, hasta que sonó la campana y el profesor de matemáticas les pidió a todos que se acomodaran en sus asientos lo más rápido posible.

–Para este nuevo trimestre tenemos a un nuevo alumno. Él había comenzado en otra escuela el ciclo escolar, pero por problemas administrativos tuvo que cambiarse a esta institución y tendrá que finalizar el año aquí, por favor, pasa y preséntate.

Un muchacho alto, rubio, de tez blanca y ojos grises entró por la puerta. Tenia una agradable sonrisa en su rostro.

–Mi nombre es Alarich Seiler y vengo de Alemania, espero que nos llevemos muy bien.

Las chicas del curso comenzaron a murmurar  “que lindo” “es muy guapo” y cosas por el estilo, mientras los varones sólo observaron en silencio.

Desde los primeros pupitres, la rubia se quedó paralizada luego de estudiarlo con detenimiento… Definitivamente le recordaba demasiado a alguien… cuando descubrió a quien, un fuerte nudo en la garganta casi la deja sin aire. Suspiró hondo y trato de relajarse.

–Al lado de Shimada-san hay un lugar libre, siéntate ahí por favor.

El muchacho asintió y se dirigió a donde le indicaron. Cuando pasó por su lado, el joven yakuza lo examinó de pies a cabeza. La situación misma era demasiado similar a cuando Angela había llegado hacia más de tres meses atrás.

El profesor les exigió que guardarán silencio así podía comenzar con la clase. Aunque cada tanto los alumnos cuchicheaban cosas sobre el chico extranjero. Y así transcurrió la primera parte de la mañana.

Cuando la campana del descanso sonó, sucedió lo que todos esperaban, las chicas se abalanzaron sobre el nuevo estudiantes para preguntarle cosas  (algunas bastante personales), las cuales él respondió con mucha cortesía y amabilidad. Cuando la inmensa curiosidad fue saciada, cada una continuó con lo suyo, oportunidad que Alarich no dejaría pasar, camino a paso apresurado a los primeros pupitres y se detuvo a un lado de la rubia.

–No pude evitar notar tu presencia cuando entré al curso ¿Cómo te llamas? – inquirió entusiasmado.

Alzó la vista lentamente y lo observó en silencio durante un par de segundos, al cabo de los cuales dijo –Angela Ziegler.

–¿Y de qué parte de Europa eres?

–Suiza.

–Eso es genial… Podríamos hablar en alemán entre los dos, o en francés ¿Qué te parece?

Bajo la mirada y asintió. El nudo en su garganta era aún más fuerte que al inicio de la clase.

–Es un alivio encontrar a alguien que…

Se paró de repente. Tenia lágrimas en sus ojos –Discúlpame– le pidió y salió corriendo del curso.

El joven yakuza, quién había presenciado toda la escena, se levantó como un resorte de su banco y se acercó dando largas zancadas al lugar donde se encontraba el rubio.

Nuestros días juntos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora