Capítulo 47

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Buenas a todos!!! Tanto tiempo ... lamento la espera eterna, pero como todos saben la situación que todos estamos atravesando no es la mejor y eso me afectó bastante. En fin, lamento la eterna espera y les pido que disfruten mucho de esta continuación, quería publicarla ayer que fue mi cumpleaños, pero no alcancé xD 

Antes de pasar al capitulo, les dejo una pregunta:

¿Qué piensan de Overwatch 2?

Ahora si, los dejo con la tan ansiada continuación y por favor no se olviden de votar y comentar para demostrarme su apoyo ♥


Durante la clase del día martes, la situación empeoró considerablemente en la hora de taller. La profesora había decidido usar un vestido largo bordó, pero con un tajo tan alto que no disminuía para nada el impacto de su apariencia, es más, el dejar un poco a la imaginación la hacía todavía más atractiva, lo cual solo sirvió para irritar aún más a la rubia ¿Acaso no habían ciertas normas que cumplir en cuanto a la vestimenta de los profesores en esa escuela?

"Sé que no debería molestarme, pero no puedo evitarlo. Es tan obvio que se viste así para llamar la atención de Genji"

Ya habían terminado la parte teórica, así que ahora trabajarían con una máquina de cocer real, con tela y todo lo demás.

–Por favor, pónganse en grupos de a dos para trabajar, un chico y una chica ¿Si?– les pidió mientras borraba del pizarrón lo que había escrito antes.

Sin dudarlo, la estudiante europea se acercó al joven Yakuza –¿Trabajamos juntos, Genji? – inquirió sonriendo.

En un primer momento se sorprendió, pero luego correspondió aquella bella sonrisa –Sería un placer para mí.

Midori realizó un par de esquemas y dibujos en el pizarrón y les explicó a grandes rasgos como funcionaba el aparato que debían usar –Enhebren el hilo en el sitio que les indiqué y cuando coloquen la prenda cuiden la posición de sus dedos, no quiero que ninguno de ustedes termine en el hospital– les pidió con preocupación.

Sin más espera, todos comenzaron con la interesante actividad. Murmullos y risas se oían de fondo, mientras la pelirosada recorría las distintas mesas, resolviendo dudas o dando consejos para sacarle el mayor provecho a aquella experiencia. La situación trascurría de manera bastante normal, hasta que la profesora llegó a cierta mesada...

–Así no, Shimada-kun, la posición correcta es ésta– le indicó sujetando su mano y alejándola un poco de la aguja– Podrías perder un dedo si te equivocas– le advirtió sin soltarlo y de manera disimulada comenzó a acariciarlo.

–Muchas gracias, profesora. Soy un principiante en esto así que es bueno saber qué cosas hago mal– comentó sin inmutarse por el contacto físico con la mujer.

La rubia arqueó una ceja y apretó sus puños. Sabía que seguramente su expresión en aquellos instantes era de pocos amigos, sin embargo no era capaz de disimular la indignación que sentía. Ayer no había podido hablar con Naoko, pero de ese día no pasaría, ya le resultaba preocupante ponerse tan temperamental por trivialidades así. Dio un leve suspiro y decidió apartar su mirada de la escena que tanto le disgustaba.

Al cabo de unos minutos la profesora continuó con su recorrido, aunque el privarlos de su presencia a esas alturas ya no servía de nada, la chica estaba furiosa, así que intentó concentrarse al máximo en su labor con la máquina de cocer. Y tal como esperaba, el joven Yakuza ni se percató del cambio radical de humor, o al menos así fue hasta que la clase hubo concluido y a los dos se les encargó dejar todo en orden...

Nuestros días juntos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora