Capítulo 46

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¡Buenas a todos! ¿Cómo están? Tal como prometí les traigo una nueva entrega de mi fic justo para la noche buena, así que podría considerarse que es mi regalo de Navidad para todos mis fieles lectores. 

No quiero extenderme mucho así que les deseo muy felices fiestas y les dejo la continuación, la cual espero disfruten mucho. Por favor déjenme comentarios (Necesito saber qué piensan acerca del rumbo que está tomando la historia) y corazones . Sin mas que decir, he aquí el nuevo capítulo:


El descaro con el que Midori estaba mirando a Genji, no tenía límites, hasta hizo sentir incómoda a la rubia. "Es tan obvio que solo vino a observar el entrenamiento por él" pensó irritada "Concéntrate, no puedes perder la compostura por culpa de esta mujer"

–Él se ve realmente bien– dijo la pelirosada de repente.

–¿Él? – repitió confundida.

–Naturalmente, me refiero a Shimada-kun.

–¿Entonces para eso vino?

–¿Para qué más vendría?

"Dijo que le gustaba el básquet"

–Parece que no está consciente de que Genji es uno de sus alumnos– le recordó indignada.

–Que sea su profesora no me impide apreciar "ciertas cosas". Además, cuando lo conocí no era su profesora– aclaró con cinismo.

Suspiró hondo e intentó centrarse en sus notas. Cuando volvió a observar a los jugadores, sus ojos automáticamente se posaron sobre Genji. En aquellos momentos se encontraba haciendo una serie de abdominales... el sudor caía por su frente y los marcados músculos de sus brazos ¿Cómo se vería su torso en aquellos instantes? No pudo evitar imaginarlo, un leve suspiro se escapó de sus labios ¿Porqué cada vez le atraía más? Se obligó a sí misma a bajar la vista y centrarse en las estadísticas, otra vez estaba él, en primer puesto en todos los aspectos: fuerza, destreza, agilidad... ¿Era el destino? ¿Dios? ¿La vida misma? ¿Porqué su presencia se había vuelto tan importante e imposible de ignorar para ella? ¿Porqué cada vez estaba más y más pendiente de él? A regañadientes aceptó que su profesora tenía la razón... Por otro lado, le molestaba que esa mujer estuviera allí. No era su problema, pero a pesar de eso... "¿Qué está pasando contigo? ¿Porqué te pones así por algo tan trivial?" Volvió a observar el entrenamiento o, mejor dicho, a Genji. Ahora eran sus brazos los que se tensionaban cada vez que realizaba una flexión. Cerró los ojos y reunió toda su fuerza de voluntad para de una maldita vez dejar de mirarlo solamente a él, debía analizar el estilo de juego y el rendimiento de todos y si seguía así, no iba a lograr nada.

La parte física del entrenamiento concluyó y comenzó el partido de práctica. Otra vez lo mismo... Genji tenía el balón en sus manos el 90% del tiempo así que, aunque quisiera o no, sus ojos lo siguieron durante los siguientes 40 minutos. El joven ninja había mejorado asombrosamente su técnica y a esas alturas ya era vital para alcanzar las siguientes victorias. Y si combinaba sus habilidades con las de Alarich, ambos serían imparables juntos. Con mucho esfuerzo logró finalmente tomar apuntes sobre cada uno de los jugadores. Ya tenía la estrategia para el siguiente partido...

Cuando el entrenamiento hubo finalizado, como era costumbre, los jugadores comenzaron a estirar. La voluptuosa profesora todavía no despegaba sus ojos de Genji.

"En serio, esta mujer no tiene vergüenza. Incluso se las arregló para engañar al profesor"

La rubia suspiró hondo y cerró su cuaderno de notas. Dentro de poco tendría que ordenar todo y dejar la cancha en condiciones. Ya no faltaba mucho para que pudiera quedarse a solas con el joven ninja y aunque la situación la ponía un tanto ansiosa, prefería eso a tener que estar soportando a aquella acosadora de pronunciado escote.

Nuestros días juntos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora