Capítulo 23

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(¡Buenas a todos! Hoy me tome el tiempo de subir la continuación mucho antes de lo habitual porque mañana no me va a ser posible hacerlo.

Les dejo la pregunta de la semana, como siempre:

*¿Cuál creen que sea la materia preferida de Genji y Mercy? 

En fin, espero que me dejen lindos comentarios como siempre (también los nuevos lectores que empezaron a seguir mi historia recientemente, me encantaría saber qué opinan) y que disfruten mucho este capi ¡Nos vemos la semana que viene! :* )

Aquella noche Genji se quedó profundamente dormido apenas apoyo su cabeza en la almohada. La misión lo había dejado exhausto y eso no era todo... tuvo que hacer lo que más detestaba en el mundo: asesinar a alguien. Sabía de sobra que eran enemigos y que si ellos pudieran lo matarían sin ningún miramiento. Aun así, le costaba horrores hacerlo ... Y todo eso se sumaba a su más reciente problema: celos enfermizos por Angela. Era demasiada tensión emocional para una sola persona. Y todavía faltaba el día de la gran venganza... no pasaría de mañana... buscaría a ese bueno para nada y desquitaría todo su enojo con él...

                                                                ***

Ese día, luego de la escuela, iría a la casa de Angela para comenzar con las clases de apoyo. Su yo del pasado se mataría de risa si supiera las actividades que realizaba actualmente. En primer lugar, miembro y capitán del equipo de baloncesto (jamás en su vida se había planteado dedicarse a un deporte), ya no salía por las noches con chicas para poder tener sexo con ellas y la peor parte... pensaba juntarse con la mujer por la que estaba completamente loco... ¡a estudiar! Esa persona no podía ser Genji Shimada... pero lo era. Lo único a lo que no estaba dispuesto a renunciar era a su orgullo de hombre. Que Angela hubiera aceptado salir con semejante idiota lo lastimaba en lo más profundo de su ser, pero no era capaz de decirle nada, no podía enojarse con ella porque al final de todo lo hacía por una "buena causa" (y ya había tenido una larga charla con Naoko sobre su bondad tan extrema y desinteresada y había acordado aceptarla tal como era) ... Lo cual no significaba que debía hacer lo mismo con ese sujeto...

Ya era el último descanso y el joven yakuza se aseguró que la rubia estuviera ocupada para no encontrársela en la oficina del consejo estudiantil. Se dirigió hacia allí con mucho sigilo (lo cual no era un problema para un maestro ninja como él) y ni siquiera se molestó en golpear la puerta. Entró y dejó cerrado antes de acercarse al atónito muchacho y a las personas que lo acompañaban en aquel momento: una chica de cabellos blancos y otro chico que tenia unas gafas más gruesas que el mismo presidente.

–Contigo quería hablar... Kamiya Ichiru...– dijo sonriendo con malicia.

El muchacho de lentes arqueó una ceja y se dirigió a la chica que estaba a su lado – Himura-san... ¿Teníamos alguna cita programada con un alumno el día de hoy?

La jovencita de cabellos blancos se quedó tildada observando al joven yakuza.

–Ejem... Himura-san.

Pestañeó sorprendida –No... no tengo nada anotado en la agenda, presidente.

–Lo lamento, pero no tengo tiempo para tratar con alumnos el día de hoy. Como verás estamos ocupados revisando los balances mensuales... Así que por favor te pido que te retires y luego hables con Himura-san... ella arreglará un encuentro para que podamos charlar tranquilamente y discutir cualquier problema que tengas.

–Hola Yuri-chan– saludó a la albina moviendo su mano.

–Buenos días...Genji-kun– le contesto con timidez.

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