Nuestros días juntos

Capítulo 36

(¡Buenas a todos! Acá les traigo la continuación de mi fic. Ayer no pude subirla porque se me apagó el celular xD Cómo sea... Les pido que se preparen más que nunca para lo que va a pasar ahora y lo que va a venir 😛

Está vez no les voy a hacer la pregunta de la semana sino una pequeña encuesta. Quiero saber qué AU/headcanon de Gency les gusta más ya que estoy de a poco trabajando en un pequeño proyecto paralelo y quiero saber su opinión. Voten porque el el que les guste más.

Genji y Mercy adultos 💏 : ellos se conocerían teniendo más de 25 años y cargando con el peso de ser mayores: trabajos, rutinas, impuestos, etc.

Oni x Diabla😈❤👹 : ambos serían demonios por supuesto y la trama se desarrollaría en el inframundo, incluiría mucho gore, violencia y escenas no adecuadas para menores 😂

En fin, espero que les guste el capi y me dejen sus comentarios/sugerencias y/o críticas. Recuerden votar y seguirme para enterarse cuando suba nuevo contenido. Gracias por tomarse la molestia de leerme! Nos vemos la semana que viene. Ikaros :*)

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Naoko se sentó sobre uno de los escritorios del club de ciencias y sonrió –Yukio… no te pedí que vinieras para que me ayudaras a limpiar. Eso fue solo una excusa, como veras este es uno de los salones más pulcros de la escuela. Yo misma me encargo de mantenerlo siempre así.

El rubio quien estaba barriendo, volteó hacia a ella –¿Entonces para que me llamaste?

Abrió sus piernas dejando al descubierto su ropa interior –Quiero que beses mis “otros labios” Es una pequeña recompensa por haber ganado tu segundo partido– respondió en un tono sensual que no era nada común en ella.

Su rostro se puso completamente rojo y se tapó los ojos por reflejo –¿T...Te has vuelto loca? No podemos hacer ese tipo de cosas aquí ¿Qué tal si alguien entrara sin avisar?

–Por algo cerré con traba– explicó con tranquilidad.

–Naoko… por favor– le pidió  exasperado.

Suspiró resignada (ya era la tercera vez que le pasaba lo mismo) –Muy bien… entonces… besa mis pies.

Dejo la escoba apoyada en la pared, se aproximó a ella, le quitó el zapato y la media izquierda con mucho cuidado y luego besó sus diminutos deditos, la parte superior y el empeine de aquel delicado piececito, hasta que pudo escuchar una pequeña risita –No me digas que tienes cosquillas...

El rostro de la muchacha estaba algo rojo –No– respondió intentando sonar lo más seria posible.

–Quizás debería comprobarlo por mi mismo– propuso con malicia y con su dedo índice acarició suavemente la planta del pie de la chica de lentes.

Intentó contener la risa pero no fue capaz de hacerlo por mucho tiempo –¡Para, por favor! –le rogó sin aliento.

–¿Ya esta satisfecha Naoko-sama? – preguntó en tono solemne.

–La verdad… aún no– contestó al tiempo que lo rodeaba por la cintura con sus piernas y lo atraía hacia ella – Quiero más… los besos en la playa me dejaron con muchas ganas…

–N…Naoko es…espera… esto… Yo…

–Basta de charlas– lo sujetó por el rostro y lo besó con pasión.

Ya no fue Capaz de contener sus deseos y se dejó llevar por ella sin oponer resistencia.

Apartó sus labios durante un segundo para recuperar el aire y murmuró agitada –Podríamos hacerlo justo ahora. Estás listo– añadió aferrándose más a él para poder sentir su parte masculina sobre su cuerpo.