Destino (RinxLen O LenxRin) Pausada

Capitulo 28: Adiós

-¿Discutieron?- preguntaba la castaña hacia la pequeña rubia que estaba chocando su cara en el escritorio.

La joven asintió su cabeza, respondiendo la pregunta de su amiga. Pero no de la forma que quería.

-No te pongas dramática. Mi madre y padrastro tienen pequeñas peleas y no por eso se quieren tirarse de un puente- creía que estaba exagerando una simple pelea de novios.

-No fue pequeña, hubo gritos y no hablamos desde ese momento- habló por fin la rubia con un tono de cansancio.

-No es la primera vez que les sucede. Sólo hablen y ya- no le gustaba ver a su amiga sufriendo por algo insignificante y común en cualquier relación.

-Es complicado- esperaba que el timbre tocara e indicará el inicio de clases y el fin de esa charla.

-Cuéntame. Imaginame cómo tu terapeuta- esa última parte provocó una pequeña risa y alegro a la rubia.

-Me pregunto si soy unas veces celosa y podría arruinar un poco sus amistades- no deseaba ser una novia molesta y que su relación fuera tóxica.

En otro lado de ese mismo colegio, estaba un rubio natural sentado en su escritorio observando su ventana y pensando en su prima.

-Hola Rem- saludaba esa chica que, sin que supiera, aún no se rendía en conquistarlo.

-Hola Kokoro- se esforzó para que su voz no sonará cansado y desviar sus pensamientos de su prima.

-¿Te pasa algo?- ella sabía cuando las personas fingían u ocultaban algo. Lo sabía ya que era lo que hacía casi siempre.

-Sólo problemas de relación- sabía que ella sabía leer los gestos de las personas.

-¿Qué problemas?- le daba un poco de pena que su amigo y persona que amaba estuviera en una mala situación.

-No es un tema que quisiera que te metieras- le gustaba contar unos detalles, pero prefería que Kaori fuera el que lo ayudará en resolver sus problemas.

-Tengo más experiencia. He tenido que escuchar y dar consejos en diferentes temas, principalmente en el amoroso- no se rendiría.

-De verdad. Quisiera pedirlo a otra persona- ese era uno de los principales problemas de Kokoro, para ella era muy extraño que otra persona no se fijará principalmente en ella y pidiera ayuda a ella.

-Podrías escuchar la mía y de la otra persona- no se rendiría fácilmente. Aunque una parte era para ayudarlo, otra era para ver si se le acercaba su oportunidad.

-Bien. Mejor te lo cuento desde la raíz- empezó su relato en el momento en que todo comenzó.

-Por fin llegas- estaba sentada River en el sofá y hacia el gesto de una madre enojada.

-Serás una madre muy gruñona- en su mente se formó la típica escena de una madre molesta por sus hijos. Con River en el papel de la madre.

-No estoy molesta. Pero por lo menos podría haberme llamado para saber donde estabas- en unos momentos antes tuvo que ver a sus tíos nerviosos y preguntando la ubicación de su hijo.

-Sólo estaba caminando y charlando con Arata- esperaba que el tema quedara en el olvido y poder comer su cena.

-¿Arata? Debes estar bromeando- esa conversación no había terminado. La teñida estaba sorprendida.

-Es verdad. Tal vez ya se calmó con el tema- estaba seguro que si hablo con él era debido a que había aceptado la relación.