You can be my daddy 2 season [WSPtgn]

15.- Who that is, hoe?

— WooSeok, tenemos que hablar.

WooSeok llevaba el resto de la tarde pensando en lo que Biun le había dicho. No tenía un buen presentimiento y la sensación que se había formado en su estómago se estaba volviendo demasiado fastidiosa. Le desagradaban los malos presentimientos, sobre todo porque siempre resultaban ser acertados.

Se puso su chaqueta y tomó la correa de su perro. Su hermano, HyunGu y Mina sabían que WooSeok cargaba con algo pesado, pero por mucho que insistieron, el mayor no quiso hablar al respecto. En su lugar, sonrió y salió de la casa junto al animal.

El camino hasta la casa de su novia no era mucho, pero sentía que cada paso le pesaba. A pesar de sentir al perro emocionado, halando la correa y obligándolo a acelerar el paso; era imposible para el joven, sentir el paso del tiempo. Pues cuando Biun ingresó a la universidad, quiso negar lo innegable, supo que el final de su relación se acercaba cada día un poco y que, si hubiera podido evitar el ingreso de la chica, lo hubiera hecho sin pensarlo, si eso significaba tenerla siempre a su lado. Pero era incapaz detener el vuelo de un ave tan hermosa.

Llego a la casa de Biun y tragó saliva, tocó la puerta sintiendo de nuevo, una dolorosa eternidad. JungKook abrió la puerta y sonrió en cuanto miró al chico.

— ¡WooSeok! — Lo saludo.

El muchacho sonrió al ver al amigo de su madre y estiro la mano.

JungKook negó y abrazó al joven, haciéndose a un lado para invitarlo a pasar.

— Hyung Gu dijo que se quedaría en tu casa ¿Ocurrió algo? — Cuando WooSeok entró, Kook acarició al perro y lo miró desde abajo.

WooSeok negó.

— No, vine a ver a Biun.

JungKook sintió la incomodidad en la voz del muchacho. Carraspeo la garganta y se puso de pie. Asintió y esbozo una pequeña sonrisa, exponiendo sus pequeños dientes.

— Iré por ella, espera un momento.

De inmediato, Kook se introdujo en la casa y subió las escaleras.

WooSeok se recargó en la pared y se agachó para acariciar a su perro. Tenía ganas de llorar. Lo peor de la situación era que esa sensación se había vuelto tan familiar últimamente. Biun había comenzado a hacerle daño y de pronto, se preguntó si él había comenzado a hacer lo mismo.

Le dolía que a pesar del montón de tiempo que habían pasado juntos, después de acabar su relación, nada volvería a ser como antes.

Biun bajó y lo miró. Kook se asomó por el pasillo y suspiró. Su hija abrió la puerta y salió de casa. WooSeok sonrió para mirar a su suegro y le dedicó una reverencia de despedida.

La temperatura comenzaba a bajar, conforme el tiempo pasaba. WooSeok ocultó sus manos en el interior de su chaqueta y posó la mirara en Biun. La chica se abraza a sí misma para regular la homeostasis en su cuerpo.

WooSeok suspiró y se quitó la chaqueta para dársela a la muchacha y fue hasta ese momento que Biun lo miró.

— Ha crecido mucho. —. Dijo, acomodándose la chaqueta de WooSeok, señalando al cachorro.

El chico asintió sin mirarla.

— Dijiste que teníamos que hablar ¿qué sucede Biun? —. Preguntó por fin.

Biun tragó saliva. Un tumulto de dudas se arremolino en su cabeza, tan absurdas y quizá innecesarias. Había una parte de ella que quería caminar por siempre al lado del muchacho, pero otra, le pedía a gritos terminar con esa relación, por qué definitivamente, pasar la vida con el mismo hombre no era saludable.

WooSeok la miro, expectante.

— ¿Biun?

La chica levantó la mirada y con la voz entrecortada habló.

— WooSeok... nos conocemos desde niños y creo que no es saludable conocernos tan bien. Dicen que el amor dura 10 años y tengo 18...

— ¿Estás diciendo que me ya no me amas? —. WooSeok negó con la cabeza y sonrió. —. Es ridículo. —. Sentenció. —. Yo te amo cada día más.

— ¿A sí? WooSeok, ni siquiera nos vemos e incluso creo que cuando nos veíamos diario desarrollamos alguna clase de dependencia enferma.

— ¿Dependencia? ¿Dependes de mí? —. WooSeok se giró para mirarla. —. ¿O piensas que dependo de ti? Hasta donde sé, jamás he estorbado en tus decisiones, jamás te he prohibido nada y sin embargo tú...

— ¿Y qué?

— Biun, cuando hablaba con alguna otra chica, siempre te molestas, me pedías que las dejará atrás y si no lo hacía, me dejabas de hablar por días. Hasta donde sé, esa ha sido la razón de nuestras peleas siempre. Nunca te diste la oportunidad de pensar que la única mujer que ha estado en mi mente desde que tengo memoria eres tú.

— ¿De qué estás hablando? WooSeok ¿Te has mirado en un espejo? Robas la atención de todo el maldito mundo y me duele, me llena de miedo. Es horrible pensar que puede llegar una mujer a tu altura y te arrebate de mi lado.

WooSeok negó.

— ¿Qué dices? ¡Mierda, Biun! ¿Crees que soy así de superficial? Eres hermosa Biun, incluso si no lo fueras, para mí eres la mujer más hermosa del puto mundo. Te amo como no tienes una idea. —. El chito se acercó a su novia y tomó su mano, llevándola hasta su pecho con desesperación. —. Todos los días me despierto deseando ser un mejor hombre para estar a tu maldita altura ¿Crees que no me avergüenzo por ir a una universidad a trabajar y no a estudiar? Sin embargo, lo hago para poder verte. —. Sin poder evitarlo, comenzó a llorar, sorbió por la nariz y se acercó a Biun para abrazarla. —. Biun, juro que te amo, pero sinceramente creo que tu no me amas de la misma manera. 

La chica correspondió el abrazo y se ocultó en el cuerpo del muchacho. WooSeok sintió su remera humedecerse, Biun también había comenzado a llorar.

— Yo también te amo WooSeok.

WooSeok sonrió y la abrazo con más fuerza, sintiendo que la situación había comenzado a mejorar.

Error.

Biun se separó del muchacho y lo miró.

Desconcertado, WooSeok ladeo el rostro, buscando la definición de aquella expresión. La chica bajó la mirada y suspiró.

— Por eso, creo que lo mejor es terminar. —. Soltó.

WooSeok posó la vista en los ojos de la muchacha.

— ¿Qué? —. Lo sabía, mierda, claro que lo sabía. Pero dolía más cuando una verdad sospechaba salía y te golpeaba en el pecho, agujerándote el corazón.

— Si pasamos más tiempo juntos, nos haremos mucho más daño. Necesitas conocer a más personas y yo...

— ¿Es por HongSeok? —. Preguntó.

Biun formó un rictus.

— No WooSeok. Es por mí. —. Dijo y se quitó la chaqueta del chico para devolverla. —. Si regresa es tuyo, si no, nunca lo fue. —. Declaró y se limpió el rostro con la manga de su pijama.

WooSeok sonrió.

— No es así, si hubiera sido mío, jamás me habría abandonado. —. Musitó y tomó la correa de su perro para caminar hasta su casa. 

Amigos, hoy me miré en el espejo y me sorprendí. Estoy hermosa, la mujer que me veía al otro lado, me alentó a continuar por el camino del éxito. Me dijo que amarme a mi misma, no implicaba solamente aceptar mi físico. Sino, aceptar cada parte de mí, resaltar mis logros y siempre considerar la asombrosa capacidad de volver loca a las personas con el talento que tengo para esforzarme y lograrlo. 

No importa cuanto hallamos sufrido, podemos lograr cuanto deseemos. 

Recuerden que no hay mejor sensación que saberse amada por la persona más importante del mundo. Nosotros mismos.