New rules ┋ TruTen

New Rules 2

Goten sabía que por algo pasaban las cosas, pero ciertamente no creía que fueran tan rápidas. Se removió incomodo en el pupitre en el que se había sentado ese día en Química. Mientras el silencio de la profesora quien acomodaba sus libros sobre el escritorio lo mataba lentamente. Inhaló profundamente mientras dejaba salir el aire despacio. La señora lo miro de arriba a bajo y supo que estaba muerto.

—Goten—Llamo, sintiendo sus mejillas rojizas al sentir el único par de miradas que estaban en el salón, después de tanto tiempo había deseado que aquellas fueran de sus dos amigas sin embargo eso estaba lejos de suceder; una de ellas era de su maestra y la otra de Trunks, sí su súper mega crush.—No me explico. Así de simple, todas tus materias están arriba del 90% mientras la mía esta suspendida.

¡Trágame tierra por favor! Pensó, y a pesar de que estaba muriendo de la vergüenza alzó la vista para toparse con los ojos color miel de su profesora, suspiro.

—Lo que pasa es... uh...

-No, los problemas de casa se quedan en la casa joven Son. No quiero escusas—toda la explicación que tenía para decirle decidió tragársela al escucharla decir aquello, no porque tenía razón, sino porque sintió enojo de tan solo saber que la profesora podia llegar a pensar que el usaría como escusa la condición de su padre, apretó sus dientes.—Con sus calificaciones podría ir a una buena universidad pero con una suspendida todo el esfuerzo de sus otras clases se iria a la basura. Si lo tiene en cuenta y esta de acuerdo lo ayudaré.

Goten bajo su mirada mientras asentía, lo último que quería era preocupar a su papá por una materia suspendida, solo por eso intentaba dar todo lo que podía.

—Bien, ya he hablado con el joven briefs y amablemente acepto ser su tutor para subir su nota en Química.—Goten volteo rápidamente a mirar quien estaba sentado a un costado de él, sus miradas se conectaron, los profundos ojos azules que tanto le gustaban chocaron contra su mirada y pudo sentir todo el calor subir hacia sus mejillas.

No lo mires a los ojos, te hará caer. Rápidamente desvió la mirada hacia otro lugar que fuera lejos de la mirada azulada, por alguna razón la estúpida regla que había hecho Pan apareció en su mente encajando perfectamente. Hace una semana cuando pan le había entregado la hoja con la lista, se había propuesto a olvidar aquel crush con Trunks, por que sabía bien que al final nada terminaría bien, es decir, él terminaría sufriendo como siempre por un amor no correspondido.

Pero ahora parecía que el destino estaba en contra de que se olvidara de su crush. A los pocos minutos la maestra tomo sus cosas y se retiro del salón de clases, fue ahí donde los nervios de Goten explotaron y se esparcieron por todo su cuerpo sin excepción alguna. Tomo torpemente su mochila y la colgó en su hombro para intentar salir con rapidez del salón. Pero en cuanto cruzo la puerta el tacto en su hombro lo hizo estremecer.

—¿Estas bien?—El azabache hizo el esfuerzo de no mirar al de cabellos lilas a los ojos, si bien era una de las "regalas" estaba más que decidido en olvidarlo, sin contar que aunque quisiera mirarlo a los ojos, sus nervios no lo permitían.—A veces la profesora puede ser algo... estricta, pero gracias a eso vamos por buen camino.

Goten no tenía que girar a mirarlo para saber perfectamente que en su rostro estaba una sonrisa brillante, de esas que siempre lo enamoraban más.

—S-si.

Respondió levemente, hizo un pequeño movimiento de mano en forma de despedida sin siquiera mirarlo y camino rápidamente a la salida para ir a su casa. En verdad no quería, no quería que eso pasara.

♤

—¿Cómo te sientes?—Después de un largo camino a casa el pelinegro se quitó sus zapatos para entrar completamente a su vivienda, su padre estaba sentado en el amplio sofá mientras veía una serie de televisión, de esas donde había pistolas, drogas y todo eso que Goten odiaba.

—Ya mejor solo fue un susto, hijo—Bromeo y en su boca apareció un sabor más amargo de lo que era habitualmente. No le gustaba que su padre se tomara tan a la ligera su enfermedad y tampoco que le ocultara información aun así estuviera seguro que algo realmente pasaba.

—Bien... iré a mi habitación a empezar algunas tareas—dijo mientras caminaba hacia las escaleras—Pero papá... por favor no me ocultes nada.

El lugar se quedo en silencio, la voz de Goten había salido como un hilo y algo rota, su padre había ignorado su comentario, fingiendo no haber escuchado aquello, como siempre lo hacia; dio un suspiro cansado y subió las escaleras.

En cuanto puso un pie en su habitación su teléfono comenzó sonar con ese horrorosa canción que había puesto Pan para su llamada que no había podido cambiar. Contestó.

—Amo y amaré esa canción, por los siglos de los siglos.—Goten negó con su cabeza, estresado y aventó un suspiro al aire.—O vamos, tu perra amiga esta aquí.

—Pan no es gracioso, esa canción es vulgar y ofensiva pera el género femenino.

—Ay por favor Goten, para una mujer que nos digan perra es el mejor de los mejores cumplidos.

—Ya, olvídalo. ¿Qué quieres?—Avento lejos su mochila mientras se sentaba en una de las sillas que tenía en su escritorio.

—Uy, parece que a alguien le ba-jó.—Goten gruño y escucho claramente como Pan suspiraba enojada.—Ya, es bromis. Pero dime como te fue con la señora arrugada.

—Mal.

—Goten, necesito detalles, d-e-t-a-

—Ya entendí, Pan—Goten dio otro suspiro mientras agarraba entre su mano izquierda una pluma que estaba sobre el pequeño escritorio, terminando por rayar una hoja, haciendo garabatos— Me fue mal, la profesora cree que si sigo así en su clase no podre ir a una universidad buena.

— Si, si, la verdad eso no me interesa mucho, ¿Por qué también dejo a Trunks?

—Bueno... ¿recuerdas cuando dije que lo olvidaría y cumpliría las reglas al pie de la letra?— Un pequeño rubor se posó en sus mejillas al recordar lo sucedido y como había tenido la oportunidad de ver los ojos de Trunks tan cerca, escuchó un pequeño 'ajá' por parte de Pan y prosiguió: — Bueno... quiero que sepas que lo cumpliré, pero... el problema es que será mi tutor porque la maestra se lo pidió... y él acepto.

— ¡¿Qué?! — Exclamó, juro que si hubiera gritado con un poco más de fuerza su tímpano se habría reventado.— No puedo creerlo, parece que el destino me odia. Ahora que has aceptado ver a otras personas, la vida te pone justo en frente a quien no puedes superar, genial.— Una pequeña sonrisa broto en los labios de Goten, el tono de voz utilizado por Pan le había dado algo de gracia pues ésta siempre era así de dramática, después una risa proveniente de ella se escuchó — Me imaginé una de esas historias cliché que se enamoran el uno al otro y al final terminan follando en donde sea, después esperan un bebé y no saben que hacer, luego de darse una revolcada sin condón ¿Qué esperaban? Dios.

—¡Pan! — Exclamó totalmente ruborizado.—eres una puerca, solo sabrá dios que clases de historias vez.

— No son historias de amor, ahora se le llama porno, bebé.

—¡Asquerosa!