New rules ┋ TruTen

New Rules 25

Estaba feliz, sentía que quizás, su vida se estaba poniendo diferente con cierta persona que había entrado en ella sin siquiera saberlo. Antes, todo el tiempo se sentía solo, tanto en la escuela como en su casa; las personas solo solían buscarlo porque era bueno en los estudios, buscaban de él facilidad para poder pasar o simplemente porque, era Trunks Brief, el hijo de la famosa Bulma Brief. Y en su casa, bueno, no podía quejarse pero tampoco podía estar a gusto y sentirse bien aceptándolo, no cuando en su casa todo se sentía siempre extraño, había cariño y amor, por supuesto pero después de que dijera que le gustaba un chico, las cosas se tornaron…  extrañas.

“No aceptó que te guste un hombre, pero tengo que darte méritos por decirlo tan fácilmente.”

Había dicho su padrastro una vez hubiera aceptado que era Goten con quien quería pasar una gran parte de su vida, su madre solo se había quedado callada ante lo dicho, y su hermana, bueno su hermana había explotado en felicidad al saber aquello. Pero fuera lo que fuera estaba feliz con la decisión que había tomado, porque al final del día era y siempre sería Goten.

No lo supo ciertamente al principio, el que Son tuviera un pequeño crush con él pues había escuchado de los demás hablarlo pero mientras no escuchará a Goten decirlo de su boca, no supondría nada. Sin embargo así fue, aunque al principio creyese que Goten era igual que todos, que solo buscaba las buenas calificaciones o que él contaba con dinero, lo creyó así, pero su sorpresa fue más grande cuando el azabache siquiera quería mirarlo los primeros días a los ojos, o cuando evitaba su presencia; todo eso lo hacía dudar,  ensañarse más con el pelinegro, querer saber todo sobre él.

Y bueno, la vida lo había dejado ahí, justo a su lado, queriéndolo de una manera que jamás había querido a alguien. Al principio dudo, claro, como se duda siempre en la vida. ¿Cómo alguien podía sentir atracción por otra persona de su mismo sexo? Ni siquiera el podría contestar eso, pero sabía como era y sabía que tendría que darle una respuesta a aquella pregunta antes de poder dar un paso más con Goten, más aquello no lo logró y terminó lastimándolo, solo fue cuestión de segundos, después de verlo llorar que lo supo.

No había respuesta a esa pregunta, solo las cosas pasaban de alguna forma y no era tratar de entender porqué, era tratar de aceptar el por qué. Y cuando por fin lo entendió, no dudó ni siquiera un segundo más en ir por él.

Por la persona que realmente lo hace feliz.

La cosa era que, estaba bien por como su vida estaba comenzando a dar un giro, aunque sabía que quizás nunca podría llevar a Goten a su casa para que su madre y padrastro lo conocieran o que quizás, en algún punto eso se saldría de control y terminaría por explotar todo, solo le quedaba la duda del tiempo, y para él eso estaba bien.

Sin embargo, nunca espero que fuera tan pronto.

—Es lo último que diré.—Sentenció con la última palabra su padrastro, quien había continuado tecleando su ordenador. Ese hombre siempre había sido un signo de admiración ante sus ojos, era capaz y frío, algunas veces era tierno y sensible, jamás le había dado una razón para odiarlo, u odiar que estuviera ocupando el lugar de su papá, pero aquello nunca se lo recriminó porque aunque así parecía, ese hombre siempre dijo lo contrario con sus actos. Sin embargo ahora… ahora sólo quería golpearlo.—¿Tienes algo que decirme, Trunks?

—Si, que aún así con tus amenazas no me dejara de gustar Goten.

—Trunks…—Habló su hermana mientras lo tomaba de su brazo, la tensión del lugar se había comenzado a expandir y solo quedaba la pelea de miradas que ambos se hacían.

—Sabes que jamás te he recriminado nada, ni siquiera te he dicho que hacer o que no, pero esta vez es diferente; no soy tu padre, lo sé y siempre dije que no estaba aquí para ocupar su lugar pero creo que ese fue el error.