New rules ┋ TruTen

New Rules 8

Goten sabía que estaba haciendo mal desde el momento que decidió que la primera y segunda regla no valían la pena, en verdad lo sabía pero en su momento pareció tan buena idea que siquiera lo pensó mucho. No se sentía triste a comparación de como pensó que se sentiría, solo sentía su estomago removerse en enojo.

Si, estaba enfadado pero más consigo mismo.

Esa tarde evitó a Trunks todo lo que pudo e invento una escusa para no ir a repasar la materia ese día, le dijo que no se sentía bien y en parte no estaba mintiendo, sentía su cabeza estallar y no comprendía porqué. Dio un largo suspiro y cerro la puerta de su casillero y al hacerlo, se topo con el rostro que menos quería ver en ese día. 

—¿Te siente muy mal?—Su voz salió casi como un susurro, a lo cual Goten asintió sin mirarlo--¿No será mejor que vayamos a la enfermería?

—No, solo es un dolor de cabeza.—Respondió bajando la mirada, siendo completamente sincero no quería hablar con él, no quería sentirse triste por ilusionarse de más, esta vez era verdad.

—¿Seguro? No te vez muy bien.

Y eso era lo que Goten estaba empezando a odiar, odiaba el echo de que Trunks se preocupara tanto por él, que su amabilidad llegara a tal grado que pareciera que en verdad estaba preocupado; por supuesto que lo sabía, sabía que no solo se preocupaba así por su persona y es solo hacia más humillante la situación. 

—Si, muy seguro.—Su voz salió algo bajita, casi en un susurro fue ahí donde el azabache se dio cuenta que toda su conversación había pasado mediante murmullos y susurros entre ambos. Aquello no le molesto, ni siquiera lo habia notado, sin contar que ese tipo de conversaciones se sentían aun más intimas. Y de alguna manera le gusto.

Él no necesitaba de dinero, no necesitaba ver llegar a alguien regalándole un gran ramo de rosas para enamorarlo, ni cenas lujosas o lugares extravagantes. Él se conformaba con intento de cena bajo las estrellas, evitando decir que podría comer lo que fuera, ¡Ni siquiera necesitaba salir! Con una noche fría en su casa, acorrucados viendo una película le bastaba. Goten no necesitaba de estúpidos estereotipos clichés.

Dio un pequeño suspiro y decidió que era hora de marcharse a su hogar, para ser sincero solo quería llegar a su habitación y dormir todo lo que restaba del día si era posible.

—Bueno… supongo que me voy.—Dijo levantando su manos y meneándola en el aire como forma de despedida. Trunks sonrió.

—¿Supones?—El rostro del azabache se pinto de un leve rojo, y sus ojos viajaron a los azulados. Rió nerviosamente como si se tratara de la mejor broma.

—No, quise decir; me voy.—Sonrió levemente y nuevamente hizo aquel gesto con su mano.—Te veré… después.

—Perfecto.—Dijo rápidamente el de hebras lilas, el pelinegro habría dado por terminada la conversación cuando Trunks se giro sobre su propio eje y le dio la espalda, él iba a hacer lo mismo pero no pudo hacerlo. Trunks lo habia detenido tomándolo del brazo.— o podría llevarte a tu casa.

—Oh, no es necesario pero gracias.

—Insisto, te sientes mal, deberia hacerlo.

—Eres muy amable—Dijo Goten, con las comisuras de sus labios tensas ante la sonrisa falsa que le brindaba a Trunks—Pero en verdad no es necesario.

Al final, Goten termino en el auto de Trunks y se odio a sí mismo por ser tan impotente. Todo iba bien, con silencio pero no incomodo, estar a lado del de ojos azules era demasiado cómodo para su gusto, eso lo hacia creer que esa era una de las primeras cosas que lo hacían ilusionarse de más. Por ello intento evitarlo, pero este no parecía entender que quería algo de espacio.

—¿Estas… enojado?—Volteo rápidamente a mirarlo, Trunks se enfocaba en el camino, así que no lo miraba cosa que agradecía.

—¿Por qué lo estaría?—Cuestionó con algo de confusión. Sus ojos azules se desviaron por unos segundos del camino para mirarlo, segundos que hicieron que se quedará sin aliento.

—Bueno… yo creí—Comenzó con algo de inseguridad, quiza le daba miedo de alguna manera tocar aquel tema, o eso penso Goten—Te veías… molesto esta mañana. Ya sabes, por lo de broly.

Broly. Así se llamaba aquel tipo que sin excepción lo molestaba cada que lo miraba, desconocía cuantos años tenía pero era más mayor que todos en la preparatoria, pues si había escuchado bien este había sido expulsado y alguna veces reprobado, sin embargo el punto no era que tan idiota era broly suno sus constantes abusos y que  Trunks era su amigo. ¡Mierda! En verdad lo era, eso lo hacia enfurecer demasiado, pero para ser sincero lo habia olvidado, hasta ese momento.

—No, no, para nada.

—¿Él te molesta… muy seguido?—Tras el semáforo en rojo y sentir la mirada de Trunks en su persona, solo se limito en asentir un poco.—¡Dios! En verdad lo siento. Debí hacer algo.

—No, así esta bien.—Se limito a responder—No me molesta tanto, solo en ocasiones—Mintió. Por supuesto que lo molestaba, no era como si lo pudiera olvidar así de fácil, aquel acosamiento “verbal” una vez habia llegado a físico.

Jamás se le olvidaría algo como aquello, sentir la mano de ese bastardo en su trasero lo habia hecho estremecerse del asco. Ese imbécil solo se habia reído y dicho: “Eso es lo que te gusta ¿no?" Recuerda muy bien ese día porque no hizo nada para defenderse, no lo insulto, ni le grito, solamente se quedo callado y cuando llego a su casa, saludo a su padre le dijo que todo iba de maravilla y al entrar a su habitación; Lloró, lloró como si nunca lo hubiera hecho.

Podría sonar tonto, pero se habia sentido impotente y asqueado, aún más sabiendo que más personas lo habían visto y no lo habían ayudado, siquiera haberle dicho que bajará su tono. Nada.
Después de eso supo que nadie lo ayudaría, y se sintió solo a pesar de que tenía amigas.

—¿Estas seguro? Porque puedo decirle que n-

—Estoy seguro.—Hablo, recordar aquello solo habia hecho que un sabor amargo apareciera en su boca, tan amargo como una cascara de limón.—No quiero que te metas en problemas, mucho menos por mi.

—No es problema, eres un amigo.

—¿Lo soy?—Pregunto, e inevitablemente cerro sus ojos con vergüenza, su tono de voz había salido algo brusca y sarcástica, como si estuviera recalcándole algo que había hecho mal.

—¿Así hablas o en verdad estas molesto?

—L-lo siento.—Después de aquello no se atrevió a hablar más, simplemente espero que el viaje terminara lo más rápido posible.