No sabía si estaba con juicio o estaba consumida por la insensatez, bueno una cosa era obvia estaba ciegamente enamorada.
Recordar cuando todo se fue al fondo del lago, es muy fácil, pero a la vez doloroso.
Pero no tengo más que aceptar que todo fue una mentira, que aún recuerdo con cierta ternura y lágrimas contenidas.
Me acerqué lentamente a ella, era alguien que no conocía, la notaba distante como si fuese a desmayarse. De repente cae.
Era indignante ver cómo la gente pasaba a su costado y ninguna se dignará a ofrecer reparo en ayudarla.
Avance lo más rápido posible hacia ella, acerque mis manos a su hombro, tratando de levantarla, a los pocos segundos ya se estaba incorporando.
Me mira fijamente, sus ojos parecían iluminarse, pero quizás era un reflejo de mi inocencia.
—Gracias —dice la chica de pelo lacio.
—No hay de que. —respondí.
—¿Quisieras ir a tomar un café?, no es a muy lejos de aquí.
Aquella pregunta, me dejo en un rotundo shock, era una persona a quién recién veía.
Mi mente empezó a dar mil y un razones para decir que no.
Pero al ver sus ojos, solo pensaba en decir que sí, una y otra vez.
No había sentido aquello desde que tenía tan solo ocho años.
Pero ello es una historia que en otro momento contaré.
No tardamos mucho en llegar a la cafetería más cercana, no era como si necesitara una taza de café, pero sentía aquella necesidad vaga de ello.
Mi sentido de lo permitido había siempre concientizado que era de un juicio alto, pero ahora no parecía ni conocerme.
Nos sentamos, la puerta estaba como llamándome, escuchando "ven", o era sinónimo de inseguridad momentánea.
Sentí un ligero calambre en la pierna.
De repente Jennie hace caer un trozo de tela, ante ello le pregunto "Estás bien".
Ella suelta una risa disimulada, respondiendo:
—Sí, hola soy Jennie.
—Un gusto, soy Lisa. —respondí, mientras trataba de ocultar mis nervios.
—Disculpa la intromisión, ¿De qué lugar provienes? —pregunto.
La pregunta, me tomo inadvertida, aunque es la más común que se pueden formular en una primera conversación, pero no podía articular ni una mínima palabra.
—Perdón, la pregunta no la razone debidamente —increpa Jennie.
Tenía al menos unos cinco segundos para responder y los nervios me favorecían.
—Descuida, obviamente de marte no —solté una leve risa.
Pero que grosera que soy, pensé en ese momento, tenía que arruinar todo.
—Soy nacida en esta tierra a la cual puedo llamar hogar, mi familia en cambio, por parte de mis abuelos tienen costumbres orientales, y de algún modo las asimile —dije serenamente.
Sonó mejor, aunque, lo exagere demasiado, ahora que dirá, de seguro que soy una creída, pensé sin meritar el logro.
—Es algo bueno —respondió haciendo un gesto de una leve sonrisa.
«Qué lindo sonríe», pensé.
—Nos conocemos de algún lugar? —pregunto.
—No que yo recuerde, ¿Por qué? —respondió.
Me explicó que, a primera impresión, le agrado mi muestra de cortesía ante aquella situación anterior.
—Nada, solo se me ocurrió —respondí, agachando la cabeza.
«Enserio no tenías nada mejor que preguntar Lis», me increpe.
- No te preocupes, solo ríete, y toma el café que debe de estar frío. - respondía y acerco su mano hacia la mía suavemente.
—Gracias Jenn —respondí ante aquel gesto.
—Jenn, suena lindo —expresé, mientras trataba de ocultar mi sonrisa.
Después de una hora, decidimos salir de la cafetería.
Jennie se ofreció a pagar la cuenta y como si el tiempo no fuera a nuestro favor, me toma de la mano, llevándome al parque central, la note un tanto indecisa como si sentarse implicará algo más que un simple acto.
—Lisa, ¿Tus padres estarán ocupados hoy? —pregunto.
—Sí, saldrán al cinema que está de estreno —preguntando —¿Por qué?
—¿Quisieras acompañarme al parque?, oí que habría una especie de evento, en conmemoración a los 50 años de apertura —pregunto.
Tenía la repuesta ya pensada, obviamente diría que "no", pero de una manera cortés.
—No podría, tengo que estar en el cinema a las 2000 horas, sino me reprenderán. - respondí evocando cierta preocupación.
—¿Y si te acompaño al cinema? —pregunto.
Sé que no tengo que ir al cinema, ya que es una salida entre esposos y no haría buen tercio, y no puedo desmentir mi respuesta, sino no quedará hablarme en otra ocasión.
—Sí —respondí con cierto temor, pero ya había tomado la decisión.
Ya luego, tendría que inventar una excusa para ir a otra parte que no fuese el cinema, pero por ahora tenía que llevar la mentira hasta después de las ocho.
Como si Jennie supiera de mi mentira, me llevo al parque y efectivamente en el se hallaba una carpa al rededor del centro, en ella se observaba una de aquellas personas denominadas "malabaristas, magos, payasos", los fuegos artificiales se hicieron notar, era completamente una obra de arte, pensé (por qué no dije que sí mucho antes).
Sentí un suave rose por mi cabello, luego en la palma de la mano, logrando que me ruborice ante aquel acto.
Sus ojos, eran tan resplandecientes, era tan linda cuando sonreía, reía, era una belleza nata.
Me deje llevar por el momento, por el sentimiento y mi juicio se nublo, y de un momento a otro la estaba besando.
Nunca pensé que aquella mentira me llevará al inicio de la perdición, ¿o no?
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Mortal Poison (Jensoo)
FanfictionJennie es una chica que no cree enteramente en el amor verdadero, menos en la magia de una vida con un final feliz, solo había vivido el dolor, marcada por hechos funestos, cayendo en una vida bohemia. Pero la vida era como un reloj añejo, el cual e...