【III】

78 26 1
                                    

La miraba con cierto recelo, pero la razón era tan estúpida, no podía pensar con tanta escoria en mi cabeza, el cambio era obvio, quizás debía intentar liberarme de las cadenas de este mundo tan despreciable, o quizás solo aborrecía que yo no fues...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La miraba con cierto recelo, pero la razón era tan estúpida, no podía pensar con tanta escoria en mi cabeza, el cambio era obvio, quizás debía intentar liberarme de las cadenas de este mundo tan despreciable, o quizás solo aborrecía que yo no fuese capaz de vivir en el libremente.

Al final, era mi prima, no podía sentir aquel coraje solo porque ella logro lo que yo no pude en todo este tiempo, al final somos las dos ovejas negras de la familia, aunque ello solo lo sepamos ambas, pero una foto para la posteridad nunca es mala.

"Listo", nos veremos pronto primita.

______________ •______________

Constantemente mis padres empezaron a preguntarme sobre mi actividad, y no era como si exagera, últimamente mi permanencia era corta, más pasaba tiempo en el parque, aunque aun más en la casa que habíamos dejado, siempre con un bolso acuestas en e...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Constantemente mis padres empezaron a preguntarme sobre mi actividad, y no era como si exagera, últimamente mi permanencia era corta, más pasaba tiempo en el parque, aunque aun más en la casa que habíamos dejado, siempre con un bolso acuestas en el hombro derecho, en el cual habían como 10 pañuelos, una loción, un bolígrafo y una agenda, en la cual le contaba todo lo que me pasaba, ella era testigo y confidente de mis meses de dolor, era mi diario intimo.

No hace mucho que nos mudamos, en una primera instancia, sentí una pena enorme, recordando todo lo que pasamos mi abuela y yo, ahora solo quedaría en recuerdos, pero no podía resignarme, aún no era el momento.

Como excusa recurrente, era que tenía que salir a tomar notas de la ciudad, era conocido que mi sueño era diseñar mi propia ciudad, era algo completamente extravagante y fuera de contexto, ya que no se conocía mujer alguna con aquel puesto, al menos para mi conocimiento.

La última vez que la vi, fue un miércoles, daban las 7000 horas, el día estaba nublado...

—Lisa, despierta cariño —me decía una suave voz.

Empecé a abrir lentamente mis ojos, reuniendo fuerzas respondí:

—Jenn, ¿Qué tal amanecida? —solté una risa disimulada.

—Siempre tan tierna —dijo dirigiendo su mano hacia mi cadera desnuda.

Se veía sublime, aunque solo la sabana podía tapar hasta su cintura.

Mortal Poison (Jensoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora