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Stan, Kenny y Kyle comían sus almuerzos en completo silencio, en las siguientes mesas contiguas todos los chicos de la primaria de South Park hacían lo mismo que ellos, al otro lado de la cafetería las mesas eran ocupadas por las chicas.
Había diferencias significativas de un lado y del otro, ellas, lucían tranquilas, ligeramente sonrientes y las conversaciones en sus mesas no faltaban. Por otro lado, los chicos, esta parte de la cafetería podía combatir con la obscuridad de los niños góticos, que Stan pudo ver al fondo, parece que incluso ellos se vieron afectados por CazaPutas42.
Sip, Henrietta estaba con las chicas también. Vaya mierda.
—Esto es tan injusto. — Butters suspiro, no tenía apetito así que solamente estaba utilizando la cuchara para jugar con el puré de patatas.
Mientras CazaPutas42 siguiera atacando a las chicas, todos ellos eran sospechosos. Stan aun no creía que Wendy rompiera con él, ¿Acaso Wendy no lo conocía lo suficiente para saber que jamás haría algo así?
Así que básicamente todos los niños estaban bajo una especie de ley del Hielo.
—Es ridículo, no pueden culparnos a todos, solo porque un tipo que no tiene vida propia hace eso. — Stan estalló, poniéndose de pie y golpeando la mesa con sus manos, el jugo que Butters no había ni tocado y las sodas se tambalean en la mesa.
—¡Hey, hippie relájate! — Erica dejó su bandeja en su usual lugar, justo entre Kyle y Butters. — ¿Qué? ¿Qué sucede? — Los chicos, las chicas e incluso de los maestros que servían como mediadores de paz, Erica era el centro de atención de todos.
— ¿Estás hablándonos?
—Duu-huu, creo que finalmente murió tu ultima neurona Kenny. — Erica se rió, podría seguir burlándose del pobre o comer, la primera opción era tentativa, pero ahora mismo tenía hambre. Dormir en clases siempre la hacía despertar con hambre.
—No estas con las chicas... — Susurro Kyle.
—¿Con las chicas? ¿Sobre qué? —La comida de la cafetería ya no era tan buena, desde que Chef se fue, más bien fue parcialmente devorado por un oso y un gato montés. — Oh, esa tonta regla de no hablar con ustedes, Wendy me mandó un mensaje anoche, pero esa perra no va a decirme con quién puedo o no pueblo hablar. — Sinceramente Kyle quería decirle que no debería insultar a Wendy, pero, en su lugar solo sonrió. —Además es obvio que ninguno de ustedes, mierdecitas, es CazaPutas42.
—¿Cómo lo sabes? — Token quiso saber.
Erica rodó sus ojos.
—Conozco a Kyle, Stan y Kenny desde que eran niños, mi sucio judío aquí es demasiado honesto y con una rectitud inquebrantable, mi hippie es hippie, él solamente piensa en el daño que las grandes corporaciones hacen a pequeños pueblos como este y mi Ken... el tipo es pobre, por Dios. Y que puedo decir de todos los demás, teniéndole miedo a las niñas.
Los chicos rieron, las palabras que pretendían insultarlos, estaban, de algún modo dándoles un momento para reír.
—Ese es un trabajo para alguien... como yo. En serio, si hubiera tenido un pene; — hizo una pequeña pausa, para después agregar—: tendría un majestuoso y gran pene. Pero bueno, dejemos mi pene imaginario de lado. Si yo fuera un chico, probablemente estarían culpándome a mí.
Erica comenzó a comer su guisado de carne. El apetito regreso en casi todos ellos, Butters bebió de su jugo y comió su puré.
Stan, Kenny y Kyle observaron a la castaña, teniendo esa pequeña sonrisa en sus rostros, ninguno de los cuatro lo admitiría nunca, pero se apreciaban mutuamente, Erica podía ser todo lo hija de puta que fuera, pero ellos la querían. Y Erica les estaba demostrando a su peculiar manera que confiaba en ellos.
—Kenny, ¿Me das una papa frita? — El rubio suspiró suavemente. Solo por esta vez, compartiría sus papas fritas con Erica.
— ¿Quieres pudin? — Stan pregunto, segundos después simplemente lo deslizó sobre la mesa, ¿Cuándo Erica rechazaría un postre?
—También quiero la soda que Kyle no está tomando, pero no puede tenerlo todo ¿Verdad?
—Adelante, tómala. Iba a tirarla de todos modos. —Kyle se alzó de hombros, sin querer darle importancia a la sonrisa de Erica.
—Así que... ¿Qué jugaremos esta noche en línea? — Y fue casi magia, porque enseguida los chicos comenzaron a hablar entre ellos, riendo, incluso Craig, Stan y Token tenían una acalorada discusión sobre el último videojuego que habían jugado.
Sorpresivamente los góticos también tenían buenos comentarios y temas de conversación. Con una invitación a unirse a sus equipos, que aceptaron momentos más tarde.
Y finalmente, cuando el almuerzo terminó, quedaron como siempre, a la misma hora y el mismo juego que la semana pasada.
Erica sonrió, fue bastante fácil. Si el troll atacaba hoy, quien no estuviera en línea esta noche jugando con ellos, tenía más probabilidad de ser CazaPutas42.
Todo listo, espero que cumplas con tu palabra Wendy, quiero las respuestas del examen de matemáticas y todo el Cheesy Poofs que pueda comer.
Erica presiono el botón para enviar y guardo su celular. Sea lo que sea que sucediera esa noche, iba a ser interesante.
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Y con esta maldita Erica, me despido.
Señoritas y caballeros(?, fue un honor escribir para ustedes.
