—Eres hermosa.
"Eres asquerosa."
—Apaga la luz... — Susurro, intentando cubrir su rostro con ambas manos, sus mejillas estaban rojas, sus ojos húmedos y su respiración entre cortada.
— ¿Por qué? — Preguntó con verdadera curiosidad, hipnotizado por los bellos ojos azules de esa mujer, por el dulce aroma que desprendía su suave piel, la punta de sus dedos se deslizaron desde el firme montículo de uno de sus senos hasta su cadera, la sintió estremecerse y la escucho suspirar. — Es un desperdicio no verte, me gustas.
"Me desagradas."
Cerró sus ojos y se dejó llevar por el placer, las manos hábiles de este hombre la hacían temblar, el cálido aliento que rozaba su piel, cada vez que él se inclina sobre ella para empujar más en su interior, los besos rudos, las caricias sin rumbo por todo su cuerpo y los sonidos indecentes haciendo eco en la habitación de un hotel barato en la ciudad.
—Eres hermosa, sal conmigo... Erica.
Erica se abandonó por algunos segundos, se aferró a las sabanas de la cama y gimió en lugar de responder a la sincera declaración de Scott Tenorman, su compañero de trabajo desde hace seis meses y recientemente su compañero de cama.
Ella sonrió dulcemente y Scott dejó descansar su rostro entre el hombro y el cuello de la castaña, sus respiraciones eran agitadas, el corazón de Scott latía con fuerza, casi lo sentía salirse de su pecho, aun sin creer que esta hermosa mujer se entregara a él, Erica era la chica soñada de cualquier hombre, desde la primera vez que la vio no pudo sacarla de su cabeza: Sus grandes y expresivos ojos de color azul, enmarcados por espesas y rizadas pestañas, su apetecible boca color carmín; su largo cabello castaño con olor a jazmín, sus largas y estilizadas piernas, esa cintura pequeña y senos suaves, grandes y firmes.
— ¿Te gustó? — Erica hundió sus dedos en el cabello rojizo de Tenorman, observó con extraña fascinación el techo de aquella habitación, Scott se levantó apoyándose con sus manos, una a cada lado de la cabeza de Erica, cuidado en no abandonar todo su peso sobre la delicada y frágil figura de la castaña. —¿Qué tanto te gustó? — Vio su reflejo en los ojos claros de Scott, las mejillas del hombre joven se tiñeron ligeramente de rojo, piel desnuda contra pie desnuda, se sentía incómoda al estar tan expuesta.
—Mucho, me gustas mucho Erica. — Dijo con visible emoción y deposito un beso en la mejilla de la castaña.
No, por supuesto que no, Scott no la amaba. Solo estaba encantado con este nuevo cuerpo, con esta nueva cara... si ellos dos se hubieran conocido diez años atrás, estaba segura que Scott no habría elegido quedarse a su lado, para empezar ni siquiera la hubiera notado en el mejor de los casos, ¿en el peor? La habría insultado, atormentado y reducido su autoestima a nada más que polvo.
Erica apartó a Scott, se levantó de la cama y junto su ropa, todo bajo la atenta y confundida mirada del pelirrojo.
—Saldré contigo... — Acepto, Scott sonrió con verdadera felicidad, que, no duró mucho. — Pero ahora mismo también estoy durmiendo con cinco hombres más, eso... ¿Está bien para ti?
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Secret Garden.
FanfictionSouth Park Recopilación de One-Shots. AllxEric Cartman. Hetero. En su mayoría YAOI.