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—¿Ya me van a decir qué diablos quieren? —Baekhyun intercalaba la mirada entre ambos tipos.

—No seas impaciente, Tocinito.

—Si me vuelves a decir Tocinito, te juro que te romperé la maldita mano con la que te masturbas. —Eunwoo dejó de sonreír.

—La masturbación es lo único bueno que tiene en su vida. Siempre gime tu nombre cuando lo hace. —Kihyun carcajeó.

—¿Incluso cuando está contigo? Vaya, eso debe ser humillante. —Baekhyun sonrió con suficiencia.

—¿Podrían callarse los dos? Malditos idiotas. —Eunwoo los observó con ira—. Es estúpido que preguntes qué es lo que queremos, Baekhyun. Lo sabes muy bien.

—¿Las drogas les dañaron el cerebro o son imbéciles por naturaleza? ¡Ya no puedo ayudarles en nada!

—¡Claro que puedes! —Kihyun le observó directamente—. Pero no quieres.

—Tu tío es de los mejores en esto, Baekhyun. Le interesará nuestro trato.

—No voy a hacerlo.

—No estás pensando en tu novio. —El cuerpo de Baekhyun se tensó—. El pobre Sheun no tiene la culpa.

—Se llama Sehun, imbécil. Y sí, estoy pensando en él, es por eso que no quiero ayudarlos.

—Escuchaste que sabemos en dónde está, ¿no? Podríamos ir esta misma noche y meterle una bala entre las cejas.

—¿Ah si? —Baekhyun sonrió de lado—. Hazlo. Te reto.

Eunwoo volteó a ver a Kihyun. La música y el barullo de las personas ambientaba el lugar, pero el silencio entre ellos amenazaba con alterar todo. Kihyun sonrió de lado y sorbió su nariz.

—Tu maldita psicología inversa no funciona conmigo, Byun.

—No es eso. Sé que no saben en dónde está.

Kihyun apretó el mantel entre sus dedos y Eunwoo carraspeó. La sonrisa de Baekhyun irradiaba confianza, algo que Kihyun odiaba en su presa.

—Los conozco desde hace mucho y sé identificar cuando mienten. Después de todo, yo les enseñé todo lo que saben. —Quitó la servilleta de su regazo y la depositó en la silla vacía a su lado—. Así que no tengo nada qué hacer aquí.

—Si sales por esa puerta sin que hayamos cerrado un trato, estás firmando el acta de defunción de tu novio. —Kihyun lo observó intensamente.

—Soy fugitivo experimentado. Correré el riesgo. —Se levantó de su asiento y caminó rumbo a la puerta.

—Recuerda que soy un sabueso para encontrar a alguien. Considera a Sehun muerto.

Baekhyun no se detuvo por las palabras de Kihyun y continuó con su camino. Fuera del restaurante, Baekhyun cruzó la calle y se recargó en la pared del edificio de enfrente. La respiración agitada y sus piernas temblando le mostraban que tenía pánico. Una presión en su pecho le quitó el aliento. Tenía miedo y no por él, sino por Sehun. Tenía que encontrarlo lo más pronto posible.

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—¡Sunkyung! ¿Dónde está mamá?

—Soo, vamos a casa. —La chica empujó a su hermano para que avanzara.

—Pero... ¿en dónde está mamá?

El niño volteó hacia donde su hermana veía y vio cómo unos hombres rodeaban a sus padres. Algunos de ellos tenían escopetas, hoces y corquetes que hicieron que Kyungsoo temblara de miedo.

MysteryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora