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Minseok no quería salir de la cama esa mañana. Quería dormir el resto del día y comer hasta volver a dormir. Su cuerpo dolía y su cabeza martillaba sin saber exactamente porqué.

《¿Dónde estás? ¿Vendrás pronto? Sehun está preocupado.》

Envió el mensaje con la esperanza de recibir una respuesta rápidamente. Dio un par de vueltas más sobre la cama y por fin decidió levantarse de ella.
Se duchó y vistió en un santiamén para luego bajar a la recepción de su edificio y salir del lugar.
Caminaba rumbo al hospital cuando una notificación en su celular llamó su atención.

《Fui al hospital para ver a Yixing, él está muy bien. Tú puedes hacer otra cosa, ¿de acuerdo?》

—Oh —exclamó y parpadeó atónito.

《Y ¿qué debería hacer?》

《¿Podrías ayudar a Wendy con la limpieza del departamento?》

Minseok bufó. ¿Chanyeol en verdad le estaba pidiendo eso?
Con molestia e inconformidad respondió un frío y seco《OK》 para finalizar la conversación.

—Maldita sea, Baekhyun. ¿Dónde diablos estás? —murmuró, cambiando el rumbo de su andar hacia el departamento de Wendy.

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—¿Pueden abrir la puerta? ¡Tengo el tiempo encima! —gritó Wendy desde su habitación.

Myungjoon se levantó del sofá y corrió a abrir. Minseok apareció en el marco de la puerta con un semblante malhumorado y unas bolsas en las manos.

—Hola —Myungjoon se hizo a un lado para que el mayor pasara.

—Hola. Traje comida —entró al departamento y caminó directo a la cocina.

—Ya desayunamos —contestó Jongdae desde el sofá.

Minseok volteó a verlo y estaba a punto de contestar hasta que vio al castaño; sin camisa y con calcetines. Los jeans oscuros se ceñían a sus muslos, los cuales se resaltaban por la posición del castaño.

Jongdae soltó una pequeña queja y despeinó su melena castaña.
Llevaba horas y horas sumergido entre los códigos y archivos del dispositivo, pero estaba frustrado y cansado. Todo era un cúmulo de delitos, dinero y asesinatos que no parecía tener fin. Sin embargo, no había rastro del caso de Hirina y eso lo frustraba aún más.

—¿Jongdae? —Minseok se acercó a él—. ¿Estás bien?

—Sí, no te preocupes —dijo sin despegar la vista de la computadora.

—Oye, mírame —el castaño lo ignoró por lo que Minseok se acercó, tomó su barbilla y lo obligó a hacerlo—. ¡Santo cielo! ¡Tus ojos están muy rojos! ¡Tienes una hemorragia de nuevo!

—Sabes que no es grave. Compraré unas gotas o algo —volvió su vista a la pantalla, restándole importancia al asunto.

—Jongdae, necesitas descansar. Por favor, ve a dormir.

—Tu novio tiene razón, ve a descansar. —Myungjoon se acercó a ellos y retiró la computadora del regazo del castaño.

—Cariño, actualízate. —Wendy entró a la sala acomodando su cabello—. Ellos ya no son pareja. —Minseok la miró con ira y desvió la vista hacia Jongdae—. Pero he de admitir que Minseok tiene razón. Deberías dormir un poco. —Jongdae se levantó del sofá y estiró su espalda.

—Está bien, descansaré un rato.

—Bien. Yo buscaré mientras tanto. —Myungjoon tecleó en la computadora.

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