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El tiempo pasó volando. Habían pasado dos meses desde que todo cambió.

Minseok y Jongdae no habían hablado desde entonces. Ambos se morían por besarse y abrazarse sin tener que soltarse pero eran lo suficientemente orgullosos para arreglar las cosas.

Sehun y Baekhyun siguieron saliendo. Ambos se sentían tan cómodos el uno con el otro que pasar tiempo juntos era fenomenal. Sehun sentía que su corazón experimentaba algo nuevo, y a la vez muy conocido, cuando miraba a Baekhyun.

Kyungsoo se concentró en la investigación. Todo era tan ambiguo pero Jongin le había ayudado en todo. Para ambos era bastante difícil lidiar con los casos diarios en la estación policiaca y sobre eso, seguir con el caso de Hirina en secreto.

El pequeño detective estaba tan estresado que en una crisis, decidió cortar su cabello. Su linda y sedosa melena pasó a ser parte de los recuerdos de sus conocidos. Cuando le preguntaban el porqué, él simplemente respondía que necesitaba despejar su mente.

—Encontré el historial completo de Kwon Ji Yong — Jongin deslizó la carpeta negra sobre la mesilla de la sala —. Tiene un largo historial policiaco. Drogas, delincuencia y alguno que otro delito menor. Ha sido conflictivo desde su adolescencia.

—Siento que... no es él — observó la foto del expediente.

—¿Lo consideras un buen tipo? — el moreno frunció el ceño.

—No, es sólo que no lo creo — se recargó en el respaldo del sofá —. Analízalo bien; es un diseñador conocido asi que no es conveniente para él que su nombre se vea envuelto en algo como esto.

—¿Y? Según tú, ¿quién sería?

Kyungsoo caminó hasta su habitación y llevó consigo una pizarra de corcho. La plantó frente a Jongin y este soltó un silbido mientras veía el montón de hilos rojos y fotografías unidos.

—Este tipo — señaló la foto de un rubio sonriente —. Xiao Lu Han. Es lógica, Jongin. Este tipo no aparece en ninguna base de datos, sin historial bancario y sin propiedades. Si es un diseñador, debería ser reconocido, ¿no? — Kyungsoo se sentó en el sofá —. Yo no veo su nombre por ningún lado.

—Tienes un punto — Jongin suspiró y se cruzó de brazos —. No soy detective, Soo. Esto está matándome.

—Lo sé, lamento inmiscuirte en esto — sonrió de lado —. Aunque lo estás haciendo bien.

—Eso me reconforta — sonrió —. ¡Ah! Antes de que se me olvide... — metió las manos a su bolsillo —, Chanyeol me dio esto para ti.

Jongin dejó una pequeña bolsa y un sobre blanco en la mesilla. Kyungsoo los atrajo hacia él y miró a Jongin con una sonrisa ladeada.

—¿Has estado viendo a Chanyeol? — Jongin hizo una mueca.

—Algunas veces hemos ido a cenar pero nada serio, eh — agitó sus manos frente a él.

—Te gusta Chanyeol — Kyungsoo sonrió ampliamente dejando que sus labios formaran el hermoso corazón que los caracterizaba. Jongin negó, con la cara totalmente pálida y la garganta seca —. ¿Por qué te pones así?

—Él te pretende y yo no pienso interponerme — Kyungsoo carcajeó.

—¿Interponerte en qué? Chanyeol y yo sólo sómos amigos. Él lo sabe, yo lo sé. Por más que él quiera algo más, yo jamás se lo daré.

—Pobrecito — el moreno hizo un puchero. Kyungsoo rodó los ojos.

—Pobres los huérfanos. Chanyeol debe buscar amor por otro lado, con otra persona — lo observó con atención.

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