14

176 20 18
                                    

Chanyeol caminaba de un lado a otro por el pasillo del hospital. Había mordisqueado sus uñas por tres horas y, si esperaba unos minutos más, probablemente mordisquearía sus dedos.
Una enfermera se acercó a él con un vaso con agua y una pastilla.

—Señor, cálmese un poco. Dijo usted que no era alérgico a álgún medicamento así que tome esto — le ofreció la medicina.

—No voy a tomar nada — se acercó a ella y la tomó por los hombros, sacudiéndola un poco —. ¡Sólo quiero saber donde están mis amigos!

—Ya le dije que están en urgencias, en este momento están siendo atendidos. Por favor, beba esto.

—¡No! — la sacudió otra vez y un poco de agua del vaso de derramó —. ¡Necesito entrar a verlos!

Justo a lado de ellos, una puerta se abrió y ambos voltearon a ver. Kyungsoo salió de la habitación, con un brazo vendado, el doctor hablaba con él y señalaba algunas partes de su torso.

Chanyeol soltó a la enfermera y caminó hasta llegar a él. Con los ojos acuosos, abrazó al pequeño, cuidando de no lastimar su herida reciente. Un par de lágrimas se escurrieron por sus mejillas y un sollozo salió de su garganta.

—Tranquilo, Chan. Estoy bien.

—Me preocupé tanto — soltó otro sollozo —. En cuanto vi las noticias, vine para acá. ¿Dónde está Jongin?

—No lo sé, nos separaron al llegar. Él perdió mucha sangre — la cara de Chanyeol se contrajo y comenzó a sollozar de nuevo —. Tranquilo, estará bien.

—¿Cómo puedes saberlo?

—Estaba consciente cuando llegó, eso es una ventaja.

Kyungsoo caminó hasta las sillas del pasillo y se sentó en una de ellas.
Aún no podía borrar de su mente la imagen del cadáver de Lisa. Había convivido tan poco con ella, ¿era el destino quien hacia esto?

¿Ahora cómo seguirían con la investigación?
Recordó la pequeña bolsa plástica que Lisa había sacado momentos antes del tiroteo.
Con su mano libre, comenzó a revisar los bolsillos de su pantalón pero no encontró nada. La bolsa había quedado sobre la mesa.

—Me tengo que ir — se levantó de la silla y Chanyeol lo observó incrédulo.

—¿A dónde crees que vas? — se puso frente a él —. Acabas de ser herido y quieres regresar al campo.

—Necesito recuperar algo importante — trató de rodearlo pero Chanyeol no lo permitió.

—¿Ni siquiera esperarás a Jongin?

—No me hagas estos dramas, Chanyeol. Sabes que no me iría de aquí si no fuese algo importante — Chanyeol no dijo nada y se quitó del camino.
~¤~¤
—Estará bien pero debe quedarse esta noche en observación. Es para asegurar que no haya alguna complicación — Chanyeol asintió.

—¿Puedo pasar a verlo?

—Claro, aunque está sedado. Es la habitación del fondo.

Chanyeol hizo una reverencia y caminó por el pasillo. Abrió con mucho cuidado la puerta y asomó su cabeza para verificar que Jongin durmiera. Entró, casi caminando de puntitas, y se sentó en el sofá que estaba junto a la camilla.

Observó el rostro del moreno, tan pacífico y relajado. Su pecho subía y bajaba, mostrando que respiraba sin problemas. El monitor cardiaco emitía ese constante sonido que calmaba a Chanyeol.
Se acercó al oído del moreno y comenzó a susurrar.

—Demonios, Jongin. Estaba preocupado por ti — cerró los ojos y suspiró —. ¿Por qué tenías que ser policía? Siento que un día de estos puede pasarte algo y yo... yo no sé que haría. Tal vez me volvería loco — soltó una pequeña risita. Tomó la mano del moreno y la apretó un poco —. Pronto volveremos a Seúl y...

MysteryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora