Mystery

23

El timbre sonó y Chanyeol saltó sobre el sofá para abrir la puerta. Antes de girar el pomo, hechó un vistazo por la mirilla, comprobando que fuese quién realmente esperaba.

Los labios abultados y la piel tostada de Jongin se hicieron visibles por el pequeño cristal. Chanyeol abrió de golpe y tiró del brazo de Jongin hacia adentro del departamento. Cuando por fin puso pestillo a la puerta, se abalanzó sobre él y le sembró un beso brusco y cálido a la vez.
Jongin correspondió sin problemas. Sabía que Chanyeol estaba preocupado y la desesperación hacía que se comportara de esa manera.
Los labios del mayor se movían rápido y suave, tratando de absorber la esencia de Jongin para retenerla y jamás dejarla ir.

—Por Dios, estaba asustado —murmuró abrazándolo con fuerza.

—Lo lamento, todo fue muy rápido. La policía llegó y salimos huyendo despavoridos.

—¿Dónde están los demás? —Se despegó y observó con atención el rostro del menor—. ¿Alguien resultó herido? ¿Por qué estaba una ambulancia afuera? —Jongin hizo una mueca y apretó los párpados.

—De seguro fue Donghae. No podíamos llevarlo con nosotros y Kyungsoo lo echó del remolque a patadas.

—¿Y dónde están Soo y Sehun?

—Yixing los traerá. Elaboramos una especie de... plan.

—¿De qué trata? —Jongin suspiró.

—Tengo que regresar a trabajar cuanto antes. Yixing dice que soy un blanco para Jungsoo por lo que necesito descartar cualquier sospecha. Así que, mientras yo trabajo, tú tendrás que ayudarlos. —El rostro de Chanyeol palideció y tragó en seco.

—¿Y qué tengo que hacer?

—Yixing los traerá a tu departamento mañana muy temprano. Esperarán aquí hasta que yo venga y después iremos a... —Hizo una pausa y tras hacer una mueca, dijo—: al departamento de Wendy.

Chanyeol bufó y rascó su nuca. Wendy podía sacarlo de sus casillas. Recordó la vez en que cenaron juntos. Sólo con pensar en convivir con ella de nuevo se le ponían los nervios de punta.
Tomó la mano de Jongin y tiró de él hacia el sofá, sentándose uno al lado del otro.

—¿Y después?

—Trataremos de que nos dé información sobre Jiyong y Yifan. Sobre todo del aparato que le dio Jiyong a Soo. Tal vez ella sepa qué hay en esa cosa.

—¿Y después? —repitió. Jongin suspiró.

—Llamaremos al amigo de Sehun para que nos ayude con eso. Todas nuestras esperanzas están en ese pequeño aparato. Depende de lo que haya ahí, procederemos.

—¿Y si no hay nada que les pueda ayudar?

—Será el fin de todo.

Chanyeol suspiró y dejó caer la cabeza en el hombro del moreno. Jongin acarició el rostro de Chanyeol con una de sus manos y con la otra frotó su espalda tratando de reconfortarlo.

—Todo estará bien, ¿sí? Estoy seguro de que esa cosa servirá de mucho.

—Ojalá sea así, Nini. —Chanyeol se sentía realmente triste por todo.

El mayor reposó su cabeza en el regazo de su novio y se recostó sobre el sofá. Jongin miraba fijamente un punto en la nada, pensando en lo que haría la mañana siguiente. Por ahora, lo único que podía hacer era quedarse junto a Chanyeol y darle la fuerza que necesitaba para seguir con todo.

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—¿Cuánto tiempo tendremos que estar así? —susurró.

Sehun y Kyungsoo estaban en el auto policial de Yixing. El mayor había dejado el automóvil en el estacionamiento de la estación de Incheon. Quería dejar todo en orden antes de regresar a Seúl para no levantar sospechas.