Capítulo 22

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Al oír esto Santo se tapó como pudo un corte que tenia en el costado, pero pese a eso no pudo evitar que Anikomory lo viese. Cuando se dio cuenta de que le estaba mirando sus ojos se volvieron de suplica, no quería preocupar al resto, y ella lo entendió enseguida, así que no dijo nada mas y todos decidieron volver a casa.

Una vez allí  todos se acomodaron para descansar, habían luchado mucho aquel día y necesitaban reponer fuerzas. Mireia y Nany fueron a la cocina para comenzar a preparar la cena y Santo subió a su habitación para intentar curarse las heridas. Anikomory no sabia muy bien que hacer, las heridas que tenia Santo no tenían cura, pero quizás Siru supiese algún método para poder salvarlo de la muerte, así que se acerco a él y se lo contó. A este no pareció haberle sorprendido.

 - Es algo que me temía  pero Santo no me iba a dejar hacer lo contrario, sabe perfectamente que la muerte de Ismer es mas importante que cualquier cosa.-dijo esto ultimo mientras agachaba la cabeza, triste, pues no quería perder a su amigo. 

 - Comprendo- se le escapo una pequeña lagrima de tristeza  pero Siru no llego a verla.- ¿Pero no hay ninguna manera de salvarlo?Haría cualquier cosa para salvar su vida...No quiero que muera. 

 - Puedo intentarlo, hay unas plantas, pero son difíciles de encontrar, voy a ir a buscarlas, pero tu quédate aquí  tú y Nany sois en las que más confío  y se que cuidaras bien de él en mi ausencia.- le guiñó un ojo de complicidad, sabiendo lo que ella sentía por Santo. 

No cruzaron mas palabras, Siru recogió todo lo que necesitaba y se llevó a uno de los gemelos con él, mientras, Anikomory cogió unos paños calientes de la cocina y dos botellas grandes de agua y subió a la habitación de Santo. Cuando entró encontró a este con la camiseta quitada, dejando a la vista su herida. Se giró y la vio, con un gesto del brazo le pidió que cerrase la puerta con pestillo, no quería que nadie le viese en ese estado. Santo estaba sentado en la cama e invito a Anikomory para que se sentara a su lado.

 - Le he contado a Siru lo de tus heridas- en ese instante se pudo ver rabia en los ojos de Santo, pero antes de que este pudiese decir palabra ella se lo explico- He hablado con él, y me ha dicho que puede haber una cura, ha ido a por ella al bosque y a mi me ha dejado a tu cuidado.- bajo un poco la mirada.- Espero que no te importe.- por unos instantes se puso roja, pero como estaba anocheciendo no se pudo ver bien.

 - No, claro que no me importa.-  dijo dedicándole una cálida sonrisa.-¿Y como me piensas cuidar?

 - Bueno, por el momento voy a cerrar las ventanas, que ya empieza a hacer frío  y bajaré a por nuestras cenas, lo mejor será que las tomemos aquí. 

Cuando fue a cerrar las ventanas pudo ver como una persona salia de la casa, llevaba una sudadera con capucha, así que no pudo ver quien era, pero eso la había mosqueado mucho. Aun así decidió no darle mas vueltas, podría ser alguno que salia de la casa a dar un paseo nocturno  Fue a la cocina y le explico a Nany que Santo estaba muy cansado y que le había pedido que le subiera la cena, así que esta le dio los dos platos, con una sonrisa pícara. Antes de irse pregunto donde estaba Mireia, pero Nany... No tenia respuesta para ella.

¿A donde habría ido a estas horas de la noche?¿Y por qué no había avisado a nadie?

Secreto de clanes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora