Junio 29 - 2 pm.
Distrito 2
Treinta y dos personas formadas, formando un cuadrado perfecto, se encontraban en completo silencio a la espera de lo que vendría. El cuarto con muros gruesos y altos, con una tarima y un podio listo para su uso, en sí era exactamente como ver un lugar donde un colegio o universidad presentarían un evento cultural o una simple obra de teatro pero no estaban allí exactamente para eso.
El clima fuera del lugar era muy cálido, se sabía por el calor que los envolvía y los rayos solares que lograban entrar por la única ventana, de media pared pero cubierta con una fuerte reja de metal. Una persona caminaba hacia el podio en medio de silencio y rostros inexpresivos.
-Ya saben para que estamos aquí así que solo comencemos...
Heechul, uno de sus tantos instructores, habló con tranquilidad, incluso podría decirse que aburrimiento. A su lado estaba un aparato que todos reconocían, muchas veces lo había utilizado para combates inesperados o para castigos al azar, una balota girada por la suerte. Suerte para los números que no salían escogidos.
Giró la manivela de un color rojo brillante, las pequeñas pelotas de color blanco y un número negro comenzaron a girar rápidamente, cinco segundos después Heechul tenía en su poder el destino de uno de los diez elegidos. Después de mirarlo y sonreír para sí mismo, la volteó mostrándola y luego procedió a llamar al número, como si estuviera rectificandoles lo que acababan de ver.
-¡Número 88!
Un chico moreno y delgado comenzó a moverse entre sus compañeros hasta salir de la formación, subió a la tarima sin demostrar nada físicamente, internamente no era muy distinto. Estando en el podio junto al mayor habló, su voz suave y firme, sin la necesidad de gritar era bien escuchado.
-Jongin, dieciséis años...
Heechul asintió y le señaló la parte de atrás, donde detrás del telón de color negro, lo esperaba su futuro. El menor no espero a ver quienes irían con él, simplemente caminó a paso lento y firme hacia donde le habían indicado, después de todo aún si no fuera sido ese día sería otro.
Junio 29 - 3:30 pm.
Distrito 3
La lluvia no era fuerte, el viento era solo una brisa, las nubes no eran muy grandes u oscuras pero era lo suficiente para empapar a todos los presentes.
Apenas habían veinticinco chicos formados frente a la tarima improvisada, no era más que un podio con una caja de cristal, en su interior estaban los papelitos de colores con sus respectivos números ¿Por qué hacerlo al aire libre en medio de la lluvia? ¿Por qué elegir papel para esa ocasión? Era como si quisieran desparecer la evidencia pero ¿Cuál evidencia?
Yesung, el encargado de ese día, parecía complacido con el resultado, una sonrisa apareció mientras miraba todos los cuerpos mojados y fríos pero sin reacciones. En sí parecía una prueba más. Después de deleitarse con la vista frente suyo decidió hacer lo que debía desde un comienzo, metió la mano también mojada como el resto de su cuerpo y sacó un papel azul, lo desdobló y una nueva sonrisa apareció.
-¡Número 61!
Llamó mientras dejaba que el pequeño papel cayera de su mano, fuera débilmente arrastrado por el viento y finalmente se posará en el suelo para desaparecer en la lluvia, un chico alto y muy varonil caminó tranquilamente deteniéndose frente al podio.
-Chanyeol, dieciocho años...
Yesung asintió dándole la orden de ver a sus compañeros mientras él tomaba el siguiente papel, el chico obedeció sin más, su ceño fruncido y esa aura tan poderosa era suficiente para ser temido.
Junio 29 - 5 pm.
Distrito 4
Exactamente diez chicos se encontraban con los pies arriba mientras sostenían todo su peso en las manos, el suelo era adornado por pequeños clavos, que herían sus palmas pero aunque algunos sangraban ningún quejido se escuchaba.
-Ya saben quienes van pero aún así debemos hacer esto...
Kyuhyun, el instructor más despiadado, habló con pereza mientras se paseaba frente a ellos con su habitual tranquilidad. En la pared frente a ellos, donde una gran pantalla negra estaba, se iluminó mostrando el primer número.
-¡Que sorpresa! ¡Número 72!
Gritó con fingida emoción mientras se acercaba al mencionado, quien abrió los ojos ante su llamada, sin dejar su posición miró la pantalla y respiró profundamente antes de hablar.
-Kris, veintiún años...
Dijó con su ya conocida voz profunda, el mayor pasó a su lado dándole una mirada rápida, asintió sin interés y volvió a mirar a la pantalla. Era una perdida de tiempo hacer aquello cuando ya estaban listos los que participarían, no era necesario hacer la elección del azar, no cuando no habían sobrevivido más de diez.
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💜 Exodus 💜 Chankai [Exo]
Bilim KurguDel odio al amor solo hay un paso pero a veces eso podría no importar lo suficiente como para ser tomado en cuenta. El amor no está destinado. Aún si lo estuviera ¿Qué importancia tendría? Cuando se lleva una vida complicada llena de mentiras y sec...