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Me acerqué a ellos y esta puta cerró los ojos pensando que la iba a pegar, pero los abrió cuando escuchó el click del arma de Massimo.

-Sabes lo que ha hecho tu hija Valentino? – el hombre asustado negó con la cabeza – ha denunciado a mi marido por violación y maltrato, ella fue la que le dio el chivatazo a la policía de donde nos encontrábamos el sábado. Sabes lo que les pasa a los traidores no? – la verdad es que yo tampoco lo sabía, pero me imaginaba cual era el procedimiento .

-No pudo ser ella – contestó el mirándola de mala manera – y si es así yo mismo la mataré.

-Soltadle y dadle un arma – Frank hizo lo que le decía – venga – le tendí los papeles de la denuncia – ya puedes apuntar a tu hija Valentino.

-Maldita zorra – la miró y ella comenzó a llorar – por que lo hiciste?

-Por que el me ha olvidado papá – lloriqueó – y por que sabia que iba a morir de cualquier manera.

-Olvidado – rió el – te odia, te pilló follándote a su mejor amigo pedazo de puta, y te dejó vivir con la condición de que nunca más te pusieras por delante. Deberías agradecerle que no hizo lo mismo que su padre hace con las mujeres que le traicionan, incluida su madre.

-Me matarás no? – me miró a mi con los ojos llenos de rabia y odio.

-Dejaré a tu padre que decida lo que deba hacer, pero si decide dejarte vivir – me acerqué a ella y le susurré al oído – más vale que corras y te escondas por que juro que te perseguiré durante el resto de tu vida. Decide Valentino, no tengo todo el día.

Les dí la espalda pero escuche dos tiros y miré hacia ellos.

-No puedo – le tendió el arma a Frank – al fin y al cabo es mi hija – ella tenía un tiro en cada pierna.

-Sabia que no lo harías Valentino – el asombro dejó verse en su cara

-Lo siento – se volvió a disculpar y se arrodilló delante mia – se que es una mala persona, mala hija y un pedazo de zorra mimada, pero sigue siendo mi hija y la quiero. Dejala vivir por favor – me rogó

-Levanta Valentino, has hecho más de lo que yo esperaba – no entendía ninguno mis palabras – yo nunca sería capaz de levantar un arma y apuntar a mis hijos. O has demostrado lealtad o sabes lo que podría suceder si te revelas – el asintió – saca a tu hija de aquí con la condición de que nunca más aparezca por que entonces yo misma le pegaré un tiro entre ceja y ceja.

-Gracias señora.

-Gracias no, esto tiene su precio y que sea la segunda vez que ella escapa con vida te va a costar muy caro Valentino, lo sabes no? – asintió pero decidió hablar cuando estaba a punto de salir de aquel sitio.

-Tu marido no había dudado en pegarle un tiro – yo me di la vuelta y le miré – pero tu, aparte de ser más dura que el, eres noble y justa. Si algún día me necesitas, te protegeré con mi vida, a ti y a tu hijo.

-Gracias – sonreí y subi al coche donde ellos me llevaron a la bodega.

-En vez de sentirse ofendido por querer matar a su hija – habló Luca en el coche – se ha convertido en tu perrito faldero – ellos rieron.

-De verdad pensabais que yo iba a matar a un hijo delante de su padre? – ellos miraron por un segundo atrás – o que no sabia que el no es capaz de matar a su hija?

-Si, pensábamos que la matarías. No dudaste ni un segundo en dispararle al maldito de tu ex – dijo Luca.

-Chicos – sonreí – no soy capaz de matar a alguien delante de sus padres, no a alguien tan insignificante.

Eres mía y de la mafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora