Let's Play. |Libro uno|

Capitulo cuarenta y dos

_________.

- Iré a mi habitación. - Rodé los ojos. - Este desastre lo limpiarán ustedes.

No dejé que mis hermanos contestaran y subí escaleras arriba. Abrí la puerta de mi habitación una vez que estuve delante de ella, no sabía si arrepentirme de haberlo hecho o no.

Mi habitación estaba llena de globos, los cuales eran detenidos por el techo. Encima de mi cama había un gigantesco oso de peluche. Matthew estaba sentado en el borde de mi cama con un ramo de flores, las cuales supongo que eran rosas.

Matthew subió su mirada a mi dirección. Sus labios se curvaron, formando una sonrisa.

- Fui un idiota por dejarte sola. - Dijo que un tono de arrepentimiento.

- Lo sé. - Dije seria.

- Se supone que dijeras "Aw, Matt, no fuistes tan idiota." - Dijo Matt haciendo una mala imitación de mujer.

Me crucé de brazos y subí una ceja a su dirección.

- Era broma. - Dijo él subiendo las manos en mono de inocencia.

Sonreí y baje la mirada al suelo.

- Son para ti. - Escuché la voz de Matt luego de varios segundos.

Volví a subir mi mirada. Matthew extendía con una mano el ramo de flores hacia mi, mientras que la otra estaba escondida en su pantalón crema. Extendí mis manos hacia el ramo de flores y lo tomé.

- Gracias. - Le sonreí.

- Aún no es todo. - Él me señaló con su dedo.

Caminé hacia el pequeño escritorio que tenía en un rincón de la habitación y dejé el ramo sobre el.

- ¿Que mas hay? - Pregunté.

- Yo, Matthew Lee Espinosa, te había prometido a ti, ________ Grier, un helado. - Dijo mientras daba pasos hacia atrás. - Y yo cumplo promesas. - Añadió dándose la vuelta.

- Claro, las cumples tanto como cumplistes llevarme a desayunar y pagarlo. Me senté sola y lo pagué yo. - Dije cruzandome de brazos.

- Calla, mujer. - Me ordenó.

Reí a lo bajo.

- Como decía, yo cumplo mis promesas. - Dijo mientras se daba la vuelta hacia mi. - Y esta no será la excepción.

Matthew subió sus manos al nivel de su pecho. En una de sus manos llevaba un gigante embase de helado, mientras que en la otra tenía varias peliculas.

- ________ Grier, ¿desea usted ver peliculas con Matthew Espinosa mientras comen helado? - Preguntó Matt.

Instantáneamente una sonrisa se dibujó en mi rostro.

- Sería un honor, Matthew Espinosa. - Dije mientras tomaba ambas cosas con mis manos.

- ¿Que esperamos? - Matthew sonrió.

Él comenzó a quitarse sus vans negros. Luego, se quitó la camiseta y procedió a tirarse de pecho a la cama. El muy buen idiota rebotó y cayó al otro lado de la cama, en el suelo. Una sonora carcajada salió de mi boca. Dejé el helado y las películas sobre la mesa, donde anteriormente había dejado las flores, y tapé mi boca con ambas manos.

- ¿Que te parece gracioso? - Preguntó Matt mientras se paraba del suelo.

- ¿A mi? - Me señalé. - Nada. - Mis hombros se encogieron mientras mi boca luchaba por no reír.

Matthew entrecerró los ojos y me sonrió malévolamente.

- ¿Quieres saber que es gracioso? - Preguntó mientras se acercaba a mi con pasos peligrosos.