Let's Play. |Libro uno|

Capitulo cuarenta y cinco.

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- Hola, Grier. - Él habló una vez que salió a la superficie.

- Caniff, ¿que se te ofrece? - Reí mientras me sentaba en el borde de la piscina, metiendo ambas piernas dentro de ella.

- Solo quería pasar a ver como estabas. - Taylor nadó hacia mi.

- ¿Deberia de estar contenta? - Pregunté mientras colocaba mi mano en mi pecho.

- No lo sé. - Taylor se encogió de hombros.

- Bueno, seré sincera y te diré que no me gusta mucho tu presencia, señor Caniff. - Dije mientras pataleteaba con mis piernas en el agua.

- Permiteme hacerle saber que sus palabras cayeron como bala a mi pecho, señora Grier. - Taylor agarró mis piernas.

Ambos reímos.

- ¿Te apetece un café? - Preguntó Tay.

- Pensé que nunca dirías eso. - Reí.

Saqué mis piernas de la piscina y me paré. Ayudé a Taylor a salir de la piscina para luego adentrarnos a la casa.

- Espera aqui, buscaré una toalla y ropa de Nash. - Le señalé con el dedo índice.

- Busca solo una toalla, me secaré con el aire acondicionado del auto. - Taylor me sonrió.

- Claro. - Mis hombros se encogieron mientras mis labios formaban una sonrisa.

Subí las escaleras lo más rápido posible, dirigiéndome a la habitación de mi hermano mayor. Sin tocar la puerta, abrí esta de cantazo. Nash dio un salto del susto, llevándose ambas manos a su pecho y fulminandome con la mirada.

- Estúpida. - Dijo Nash mientras que bufaba.

- ¿A quién le dices estúpida, maricón? - Pregunté lo más amenazante posible.

- A ti. - Nash le restó importancia. - Oye, ¿crees que yo le guste a Andrea?

Paré un segundo para mirar a mi hermano. Una sonrisa se dibujó en mis labios. ¿Nash enamorado? Es algo nuevo.

- Si, Nash. ¿Te gusta Andrea? - Le pregunté.

Él subió su vista hacia mi. Sus ojos permanecieron mirandome, hasta que una risita nerviosa salió de sus labios.

- No. - Dijo inseguramente. - Pero un amigo está interesado en ella y quiere pedirle que sea su novia, ¿como lo puede hacer? -

- ¿Como se llama tu amigo? - Pregunté mientras me cruzaba de brazos con una sonrisa.

Nash se mordió su labio inferior. Su mirada se paseaba por toda la habitación, la cual parecía que un huracán de categoría 7 había pasado por aqui. Él miró su armario.

- Closet... Digo, Close. - Se corrigió al darse cuenta de que había dicho armario en inglés. - Close... -Repitió Nash buscando cualquier otra cosa en esta habitación. - Black... ¡Sí, Close Black! - Nash al fin me miró después de haber mirado su pared color negra.

- ¿Close Black? - Pregunté burlonamente.

- Aja. - Nash asintió con la cabeza.

- Quiero conocerla. Quiero conocer a Close Black. -Pedí.

- ¡No! - Gritó nerviosamente él.

- Bueno, dile a tu amigo ese que para invitar a Andrea debe de ser él mismo. Para las mujeres no hay nada más lindo que cuando los hombres son ellos mismos. - Le guiñe un ojo a mi hermano mientras palmeaba un tanto salvaje su mejilla.

- Claro. - Nash golpeó mi mano.

Reí.

- Hey, préstame un poco de tu ropa y una toalla. - Dije mientras me dirigía a su armario.

- ¿Para qué? -

- Taylor. - Mi respuesta fue rápida y segura.

Tomé una camiseta vans gris, unos pantalones crema a la rodilla, una toalla y salí de la habitación, sin siquiera dejar hablar a Nash. Bajé las escaleras lo más rápido posible. Taylor hablaba por celular, algo desesperado- enojado- triste.

- No, no puede estar pasando esto. - Taylor se pasó la mano por su cabello. - Esta bien, bro. Hablamos al rato. - Y sin más, colgó.

Se sorbió su nariz y se pasó las manos por los ojos. Giró a mirarme y me dedicó una forzada sonrisa.

- ¿Vámos? - Preguntó.

- Vamos. - Confirmé.

SKYLER.

Reí sin entender nada ante las palabra de Calum. Quería gritar, llevarme toda la comida y salir corriendo. Estos chicos hablaban de cosas sin sentido, a lo que yo reía sin entender tres carajos.

- Sé que no la estás pasando bien. - Me susurró Mars, la novia de Calum, al oido.

- La verdad no. - Confesé en un susurro.

Luke seguía hablando con Michael, Calum y Ashton.

- No sé que les pasa, ellos no suelen ser tan normales. - Los hombros de Mars se encogieron.

- Odio cuando los chicos cambian de personalidad. - Bufé.

Giré a ver a Luke, el cual tenía su mirada fija en algún punto del restaurante. Seguí su vista hasta el destino. Una chica, la cual estaba sentada en una mesa junto a dos hombres, un chico y dos mujeres, era la atracción de Luke. Ella miró a Luke un poco triste. Giró a verme, lo que ocasionó que bajara su vista a su plato.

- ¿Quién es ella? - Le pregunté a Luke.

- Ella es... es... - Luke buscaba una excusa.

Los chicos, junto a Mars, seguían hablando animadamente.

- Mira, no te mentiré, ella es mi novia. Bueno, no lo somos, pero estamos por serlo. Hay un problema: su padre nos impide estar juntos. Salimos a escondidas de su familia. La razón por la que te invité a salir fue porque necesitaba verla. Lo siento. - La explicación de Luke fue breve y clara.

Sonreí mientras miraba a la chica, la cual miraba a Luke de reojo.

- A mi me pasa lo mismo. - Dije.

- ¿A si? - Preguntó Luke.

- Aja. Me gusta un chico, y creo que yo le gusto, pero el cabronsillo no quiere dar el primer paso. - Hize una mueca.

- Es un tonto. - Luke me dió un suave codazo en el brazo.

Ambos reimos.

Definitivamente me gustaba al maricón de Carter.

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