Un Adicto, un mujeriego, un niño rico, un músico, dos depresivos y un mayor responsable, vidas diferentes historias cruzadas
Pareja principal: KookTae
Parejas adicionales: HopeMin, Jinsu
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Kim SeokJin
Nunca me vi a mi mismo corriendo de mi servidumbre pero hoy se dio ese día que nunca pensé que llegaría, estoy corriendo a todo lo que dan mis piernas con dos hombres demasiado robustos a mis espaldas que van pidiendo que alguien me detenga.
la noches habían caído en las calles de Seul y yo sin conocer absolutamente nada de esta ciudad continuaba corriendo sin rumbo ¿porque corría? es bastante fácil de responder; en el momento en que esos dos me atraparan me llevarían a la casa de mi padre y de ahí no saldría ni para ver la luz de sol, se me trataría como a un cachorro que esta siendo entrenado para comportarse correctamente y no tendría nada de interacción humana que no fueran las exigencias de una vieja institutriz. Cruce en un callejón y me escondí tras un basurero y al ver a los dos hombres pasar de largo por el callejón pude respirar tranquilo al fin, bueno, por lo menos creí ya que a lo lejos escuche un "creo que lo vi entrar al callejón" desde algún lugar, me asuste y estuve apunto de volver a echar a correr, pero algo me detuvo.
Un chico que aunque más bajo que yo se veía imponente gracias a su mirada.
-siento esto pero necesito tu ayuda -dijo
-¿que? -escuche cerca a las personas que venían por mi e intente zafarme de su agarré, el miro a un lado y soltó un suspiro de alivio. Lo mire con miedo de lo que quisiera hacerme
-no voy a besarte, si eso... -y antes de que terminara esa frase uno de los hombres que venía tras el lo empujó con su hombro haciendo que tropezara y sus labios quedaron con los míos, al ver que se fueron se separó rápidamente
-¡lo siento!
-cierra la boca y corre -tome su mano y corrí alejándonos de aquel lugar.
Llegamos a una cafetería, el desconocido me dejó para comprar algo de beber y regrese con dos tazas de café.
-de nuevo... Lo siento... Fue un accidente..
-no importa, me ayudaste a que ellos no me vieran, un beso es lo más que podía darte -bromee
-Ajá, eres muy gracioso -dijo serio y tomando de su taza de café.
-amargo... -murmura e hice un puchero
-¿disculpa?
-ehh, nada, que s-si ¿tomas tu café amargo?
El me miro como si deseara matarme y se levantó.
-debo irme, se hace tarde y si, lo tomó amargó.
-oye, espera... -me levante y lo seguí-me preguntaba... Si podrías darme un lugar donde pasar la noche hoy... No tengo a donde ir...
El me miro de pies a cabeza y sonrió incrédulo
-¿piensas que crea que eres un vagabundo, con esa apariencia? - me señalo de arriba abajo y yo solté un suspiro y tome su brazo.
