30. Flotando en memorias

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La habitación estaba oscura, tenue, llena de cada recuerdo acerca de Hoseok, incluso su olor seguía estancado en la habitación, bueno... ahora apagado por el olor a hiervas que llenaban toda la atmosfera. Jimin había sentido el dolor de la ruptura por mucho tiempo, el dolor de la traición y el recuerdo de palabras vacías que solo lo destrozaban por dentro, ninguna promesa valió la pena, era mas importante una completa extraña, por ese dolor insoportable lo que decidió el dolido chico fue apagar sus sentidos, aun si esto le costaba una sanción de la escuela, aún si dañaría su cuerpo solo quería apagarse.

Los bellos recuerdos de Hoseok se fueron transformando y deformando como si se borraran, llegando aquel momento que los había llevado por tantos caminos sinuosos. En aquel tan vívido recuerdo la tarde caía derrochando cálidos colores, a la par de un pequeño riachuelo veían a un hombre alto cual edificio ¿o era quizás que ellos eran muy pequeños? la verdad no importaba realmente, la sonrisa que les mostraba era bastante carismática, posiblemente trataba de tener un aire paternal sin embargo parecía no lograrlo.

-Pueden llamarme señor Yoo. -Dijo pues quería inspirar confianza -Esto es lo que ofrezco niños, pueden vivir en mi casa, pueden comer de mi comida, pero todo con un precio, un pequeño precio, pequeño como tú, dulzura -dijo acariciando la regordeta mejilla de Jimin quien cayo por el toque cálido y paternal  del hombre, o al menos eso creía él ¿Cómo podría saberlo? nunca tuvo un padre.

Por su parte Hoseok era desconfiado, en el orfanato los adultos los habían lastimado demasiado, les habían hecho cosas horribles ¿Qué se puede esperar de un completo extraño?

-¿Cual es el precio? -Preguntó tomando a Jimin de los hombros para alejarlo de aquel hombre, el señor Yoo tomo una postura despreocupada y escondiendo sus manos dentro de los bolsillos de su fino pantalón respondió.

-Trabajar en casa, nada muy serio, solo barrer el piso, limpiar las ventanas cosas así ¿Creen poder?

Y así ambos aceptaron, los llevaron a una gran casa alejada de la ciudad, cual cuento de hadas era rodeada de un bello jardín repleto de flores y mariposas revoloteando, mientras que por la noche las luces de estrellas se confundían con las luciérnagas, que eran como hadas jugando en la oscuridad. El señor Yoo no era una mala persona, solo era un poco extraño, solía sentar a Jimin en su regazo, darle pequeños besos sobres su gorditas mejillas y abrazarlo sin parar, mientras que a Hoseok. . . quizás era por ser el mayor pero su trato era bastante indiferente, aveces olvidaba su nombre pero no era mayor problema, aveces le ponía los trabajos más pesados pero con su merecida recompensa. 

-Es mas grande, es mas  fuerte, puede hacerlo el solo- se justificaba siempre que Jimin quería ir a ayudarle.

El señor Yoo no era malo... solo muy raro


Esa noche Taehyung asustado, se dedico a cuidar de Jimin con la momentánea ayuda de Jungkook, asegurándose ambos de que el olor de la exótica hierba no se notara cuando el inspector nocturno pasó por su dormitorio y se dedicaron a cuidar de él quedándose a su lado aun cuando este tenia pesadillas sin parar y entre sueño seguía llamando el nombre de Hoseok entre sueños, era sin duda doloroso verlo en ese estado.

La mañana asomó lentamente, el sol subía con pereza al igual que los tres jóvenes que yacían dormidos en la habitación, por mas profundo que se viera el sueño de aquel trio dos de ellos solo habían dormido tres horas. Jungkook, que estaba incómodamente acostado en el mueble de la ventana fue la primera victima del sol que golpeó su rostro como sí fuera una bofetada, él presionó sus parpados suavemente y luego despertó batiendo sus pestañas asemejando las alas de una mariposa, mientras que con su mano cubría su rostro, miró con cansancio hacía los dos chicos que incómodamente compartían la cama, Taehyung dormía con su rostro contra el colchón a lo largo de la cama, en algún momento de la noche solo calló de esa manera de lo cansado que estaba, mientras que Jimin era un pequeño bulto de sabanas en medio de la cama.

-Tae, esta amaneciendo, deberíamos ir a nuestros dormitorios- murmuro el azabache mientras se acercaba a la cama moviendo su hombro suavemente para despertarlo. El chico pelirrojo se removió y asintió con su cara aun hundida en el colchón.

-Claro... pronto será hora de ir a clases así que ¿Qué importa? 

Ambos jóvenes salieron de la habitación dejando al otro dormir mas tranquilo, ya pronto sería hora de iniciar las clases por lo que prefirieron ambos resignarse a que no dormirían y se sentaron en el sillón de la sala de estar, Taehyung cansado se acostó en el regazó de su novio dejando salir un suspiro cansado mientras se miraban.

-Aún me preguntó ¿Porqué será que Jimin se puso así de borracho anoche? ¿Y cómo, quién le dio alcohol?- Comenzó a preguntarse Jungkook con total inocencia mientras que Taehyung, que sabía toda la verdad solo se hico el tonto encogiéndose de hombros.

Rendido el azabache sacó su teléfono y sonrió un poco mientras pasaba su dedo sobre la pantalla. Taehyung incontrolablemente sintió una sola y horrible emoción recorrer todo su cuerpo y esa fue el vivo enojo.

-¿Que estas gracioso? ¿Con quien hablas? -preguntó fríamente levantándose del regazo del azabache, mismo que trago en seco y sonrió un poco asustado por el tono que utilizó su novio, por alguna razón apesar de no hacer nada malo de repente se sentía culpable.

-Perdón. . . solo estaba viendo los mensajes de los chicos del club, tenemos un grupo y... y escriben cosas divertidas. . . aveces... -Dijo él bajando la cabeza quizás estaba haciendo algo malo, era muy egoísta de su parte sabiendo que Taehyung puede sentirse inseguro... no merecía su confianza y aun se la deba, pensaba el azabache mientras mordía su labio con nerviosismo esperando alguna respuesta del pelirrojo.

Taehyung trago en seco, el rostro de Jungkook reflejaba miedo... miedo de él, lentamente se levantó y revolvió el cabello del contrarió y le mostro una sonrisa suave.

-Iré a prepararme... 

Dicho esto huyó hacía su habitación, se miró al espejo y pellizcó su mejilla como si tratara de salir de un trance y es que de repente sentía que él no era. . .él, por un momento Jungkook temió de él, el mismo tenia miedo, era como si un enorme monstruo tomara su cuerpo y lo controlara. . .

-No soy mi madre. . .- murmuró reacio a aceptar que aquel monstruo de celos irracionales se apoderara de él


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Es un gusto estar de vuelta ;D  


  






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