A+B=LOVE [Vol.2]

Mejores amigos

***Hace 4 años***

Es una escuela secundaria, dos jóvenes salen de su salón de clases siguiendo a su profesor, aparentemente están castigados por algo.

—Tenías que lanzar mi mochila ¿No? —dice uno de ellos, aquel con brackets.

—Tú comenzaste, rompiste mi libreta y ahora tengo que copiar los apuntes de medio curso. —El otro chico estaba evidentemente molesto con su compañero.

—Te copiaste la tarea y por tu culpa me bajaron puntos —dijo el primer chico.

—Eres un mentiroso, yo no dije nada.

—Idiota.

—¡¿Qué?! Te voy a... —De inmediato los jóvenes comenzaron a empujarse. En ese momento el profesor los detuvo y amenazó con expulsarlos si seguían así.

Ambos jóvenes fueron castigados haciéndolos quedarse después de clases a limpiar los salones y ayudar a los trabajadores de intendencia.

En el primer día, sus miradas eran de odio y aprovechaban cada momento sin supervisión para pelear, así pasó la primer semana de su castigo hasta que un día la labor de limpieza era recoger la basura que había dejado el jardinero en las canchas de fútbol.

—Yo podría estar en mi casa si no fuera por ti —dijo uno de los jóvenes antes de patear un balón de fútbol que habían olvidado en a cancha.

—¿Haciendo qué? ¿Siendo un ñoño? —El tono de burla del otro muchacho era evidente.

—Que tu no sepas cómo hacer una simple suma no es mi problema.

—Al menos se patear un balón. —Esta respuesta vino acompañada de una patada hacia el balón mandandolo en dirección del otro chico.

Con gran habilidad, el joven de brackets paró el balón con el pecho y respondió el tiro.

—No eres tan bueno como crees Mati.

—No me llames así, sólo mis amigas me llaman así, "Güicho" —respondió Mateo mientras bajaba el balón con su pie izquierdo.

—¡No me llames así!

—Así se le llama a los José Luis ¿Verdad?

—Deja de decirme así, lo odio.

—Obligame...Güicho.

—¡Me tienes harto! —José Luis lanzó la bolsa de basura que sostenía para ir y cerrarle a boca a Mateo.

Esa fue la última vez que los dos chicos se pelearon, cada día comenzaban a intercambiar más palabras, cada día se miraban con menos desprecio, y así pasó la segunda semana de castigo.

En la tercer y última semana ya podían hablar como personas normales, y sus peleas no pasaban de insultos.

—En serio que no se lo que te ve Laura —dijo Mateo mientras sacaba la basura del salón de álgebra.

—¿Laura? ¿La de tercero? ¿Le gusto?

—No genio, le gusto yo, en serio que eres tonto para algunas cosas eh.

—Sólo algunas, no como tú que eres tonto en todo.

—Te voy a romper esos dientes con todo y brackets.

—Ja, ja, ja inténtalo.

Así pasó el tiempo, acabó el castigo y esos dos chicos siguieron siendo amigos.

***Ahora***

—¿Así fue cómo se hicieron amigos? —preguntó Fernanda antes de darle un sorbo a su soda.