- ¡Ximena , por aquí!
- Doctor Bartra, ayúdeme a subirlo con usted en el asiento trasero. Yo conduciré mientras usted revisa a Marc.
- Buena idea. Ya avisé al padre Joseph. Nos estará esperando...
A causa de los químicos, aún todo se desarrollaba como si sucediera a cámara lenta para él.
Su padre lo había alzado como si no pesara nada, lo había recostado en el asiento trasero de su amplio Volvo, con la cabeza apoyada en su regazo, y le estaba controlando las pulsaciones con sus dedos en la garganta, mirando su reloj, mientras Ximena conducía en dirección sur, hacia un lugar que le era vagamente conocido.
En un momento su mirada y la de padre se cruzaron, deteniendo el hombre mayor su frenético escrutinio para llevar una mano a su mejilla y acariciarlo de forma algo torpe.
- Hijo, ¡gracias a Dios estás bien!
- Papppp....
- Tranquilo, ya hablaremos largo y tendido, ¿quieres?
- Sí.
- Sé que hay muchísimas cosas pendientes entre nosotros, casi todas por mi culpa... Lo que no dejaré nunca más de decirte es que te amo mucho, Marc. Perdóname el haber tardado tanto.
Marc le sonrió, cerró los ojos y sin pensarlo, se durmió profundamente, por primera vez en años con casi absoluta tranquilidad. Pese a que últimamente había pasado largos períodos sedado, en todo ese tiempo apenas había podido descansar realmente. Saber que por el momento Ximena , el religioso y su padre estaban fuera del alcance de Ramos le habían quitado un enorme peso de encima.
Su último pensamiento lúcido antes de dormirse fue para la gente de la zona reservada del hospital, que seguían corriendo peligro y posiblemente siendo víctimas de la maldad de aquel desgraciado, sin embargo el alboroto que se formaría por su fuga mantendría al suficiente personal al tanto, impidiendo a Ramos actuar con la libertad que siempre había gozado.
- Lo siento, señor. Hemos hecho todo lo que está a nuestro alcance para mantener en calma al resto de los pacientes y la policía ya está registrando el hospital y buscando pistas.
- ¡¿La policía?!
- Sí, en especial porque el paciente es un reo peligroso y...
- ¡Imbéciles! Deberían haberme avisado a mí primero antes de llamarlos. ¡Yo soy quien da las órdenes aquí!
- Pero doctor, el protocolo en estos casos es ese.
¡Mierda! Aquello tenía que ser una maldita broma. Una pesadilla de la que no se convencería hasta verlo con sus propios ojos, por lo que al entrar al cuarto de Marc, debió hacer un despliegue sobrehumano de autocontrol para no destrozar el lugar entero, más al ver como muda prueba de su escape las vendas ensangrentadas de sus muñecas arrojadas sobre la silla.
Y para peor, a esas horas el muy cabrón estaría despertando "milagrosamente" de su supuesto coma.
Eso siempre que la zorra aquella se lo hubiera llevado, inventándose el cuento aquel del neurólogo para despistarlo, porque si el propio Marc había tenido la energía suficiente para escapar, nada impedía que lo estuviera acechando en esos momentos para cobrarse todas las que le había hecho.
- ¡¿Alo?!
- Sergio, necesito tu ayuda.
- ¡Ximena! ¿Dónde estás?
- Sergio, por favor, no digas nada.
He cometido una estupidez...
- ¡Sí que lo has hecho si tú eres responsable de...!
- Por favor, no me delates...
- Yo... -si aún no se sabía nada, si le seguía la corriente, tal vez aún podría mantener enterrada la verdad- ...está bien. Dime.
- Tenía mucho miedo de lo que diría el neurólogo y que eso nos obligara a desconectar a Marc. Lo he traído hasta la casa parroquial del padre Joseph, sin embargo no quiero perder mi carrera... ¡Ayúdame, por favor!
- Tranquila, cuenta conmigo. Dime dónde queda e iré para que veamos como solucionar esto.
- Anota la dirección y, por favor, no se lo digas a nadie más.
¡Ja! ¿No decírselo a nadie? Por supuesto que le daría el gusto. Y no sólo eso. Por suerte el estúpido de Bartra seguía dormido y no podría hacer nada, ni decir la verdad hasta que fuera tarde, cuando ya nadie podría salvarlo.
¡Realmente era perfecto! Llegaría a la casa del cura, se cargaría al molesto viejo metiche, inmovilizaría a la deliciosa policía y cuando el conejito se despertara, fuertemente dopado para que no pudiera hacer nada en su contra, se daría gusto brutalmente con la chica delante de sus ojos, para luego matarla.
Y para cerrar con broche de oro, plantaría la evidencia suficiente para hacer parecer que todo era obra suya y que había acabado suicidándose por el remordimiento en una carta dirigida a su padre, en la que hablaría de que su única buena influencia todo el tiempo había sido él, Sergio Ramos , por lo que seguramente aquel estúpido le ofrecería un puesto importante en su clínica.
Era un plan apresurado, pero calzaba de maravillas y conseguiría todo lo que deseaba, gozando especialmente de hacer miserables los últimos minutos de vida de Bartra al ver sufrir a su linda chica, mientras él la disfrutaba de formas que harían palidecer escrupulosamente al más demencial de los violadores.
Al borde del éxtasis, ingresó la dirección que le había dado en el GPS y condujo a prisa hasta la casa del cura.
*****
- ¿Estás completamente segura de no llamar a la policía?
- Sí. Mientras no tengamos pruebas contra Ramos, lo que harán será llevarse de regreso a Marc al hospital y nos procesarán a nosotros por ayudarlo a fugarse, dejándolo absolutamente a merced del enfermo mental ese.
- Tienes razón, pero, ¿te das cuenta que es muy arriesgado?
¿Que podría venir armado?
- Señor Bartra, yo también soy policía, no lo olvide. Y además...-Ximena abrió su chaqueta, enseñándole al padre de Marc un arnés bien provisto de dos pistolas automáticas con sus recargas, sacando una tercera desde la parte posterior de su ,pantalón, que le puso en las manos ante la mirada estupefacta del doctor- ...aquí tiene. Usted deberá permanecer oculto dentro de aquel confesionario antiguo, que impedirá completamente que pueda ser visto para prestarme apoyo de ser necesario. Ya el padre Joseph está listo, a la espera.
- ¿Y Marc?
- No se preocupe, él estará completamente a salvo. Sigue dormido, pobrecito. Temo el momento en que hablemos y me cuente todo lo que ha debido soportar mientras lo creímos en coma, pero si Dios nos ayuda, no pasará de hoy para que obtengamos pruebas contra Ramos y podamos optar a la reapertura del proceso para que recupere su libertad.
- De acuerdo. El plan parece sencillo. Esperemos que salga todo bien.
- Tiene que salir bien.
ESTÁS LEYENDO
El cielo está en tus ojos Marc Bartra
FanficLa mirada es la ventana del alma y lo que se puede ver es mucho dolor Nueva versión de Amor Cautivo