Tentar a la inocencia. [EUNHAE]

29. Nunca te rindas

Sentado sobre la cama se encontraba Donghae, pensando en como su vida había cambiado en tan pocos meses. Del estar con su madre en Mokpo, luego con su hermano en el centro de Seúl a estar ahora en un extremo alejado de Seúl con un amigo que conoció hace medianamente poco, Siwon.

¿Deseaba regresar a su querido Mokpo? Si, sin duda alguna. Extrañaba demasiado la tranquilidad con la que vivía allí.

Desenchufó el celular que se mantenía cargando y lo encendió.
Como era un nuevo celular con un nuevo número era lógico que sólo una persona le haya mandado un mensaje. Una sonrisa salió sin darse cuenta mientras lo leía.

YongHwa: 'Espero que tengas un lindo día y espero verte pronto. Los chicos y yo te extrañamos, East Sea.

Pensando en como responder, empezó a escribir el mensaje.

Donghae: 'También los extraño mucho Hyung. Espero pronto ir a visitarlos. Aún no sé cuál es mi decisión pero sé que necesito a mis amigos. Abrazo Hyung. ¿East Sea?"

No pasó más de unos segundos en los que los gastó mirándose las manos cuando escuchó el timbre de su celular que anunciaba que un mensaje le había llegado. Contento desbloqueó el patrón de seguridad y leyó el mensaje.

YongHwa: Sabes que aquí siempre te recibiremos con los brazos abiertos. Te extraño muchísimo East Sea (los chicos decidieron ponerte ese apodo y me acostumbré). Espero verte pronto. Besos.

Donghae supo allí mismo que definitivamente debía regresar a verlos. Escuchó unos ruidos provenientes de abajo, así que puso el celular debajo de la almohada y se dispuso a cambiarse de ropa para bajar. Después de todo, ya eran pasadas las 8 am y el estómago le suplicaba por comida.

Bajando las escaleras que lo separaban del salón principal, notó que el ruido de abajo iba aumentando cada vez más. No eran gritos, pero podía escuchar como dos personas hablaban en un tono de voz medianamente alto.

—Rosé ve a buscar a Hae.

—Gracias amigo.

Era la inconfundible voz de Siwon y su hermano. ¿Acaso lo había traicionado?. La mente de Donghae dolía, no quería pensar en una nueva traición a su confianza. Sin querer esperar más, bajó las escaleras que lo separaban de las personas en las que confío, personas que lo traicionaron.

—Gracias Siwon, la única cosa que pedí era no verlo a él —señaló a su hermano quien tenía una cara de cansancio y angustia.

—Donghae necesito que...

—¿Necesitar tú? Estoy hablando con Siwon, no interrumpas HyukJae.

—Discúlpame pequeño, pero tu hermano es tu hermano al fin de cuentas y tiene los derechos sobre tí.

—Siwon, yo creía en tí —contestó con lágrimas que amenazaban con salir. Esto era una nueva decepción para él. Vivir sin poder confiar en alguien era muy frustrante. Había creído que con Siwon la vida iba a ser menos complicada. Pensaba en Siwon como el hermano que tanto quería, como la persona que lo iba a cuidar de todo y todos...
No fue así. Se sentía caer cuando un par de brazos lo rodearon, luego de eso todo se volvió negro.

*

*

*

—¡MAMÁ! —gritó al despertar.

—Tranquilo Donghae, estamos contigo.

El mencionado fue tratando de aminorar el ritmo de sus respiraciones. Una parte de él quería seguir durmiendo, pero la sola idea de soñar con la muerte de su madre le hizo cambiar de idea. Con cansancio empezó a abrir lentamente sus ojos. Sabía quienes estaban allí, ya que podía escuchar pero sin entender los murmullos de los otros.
Una vez abierto los ojos, miró de un lado al otro de la cama para verificar sus ideas. Siwon estaba en su derecha y HyukJae a su izquierda, tal como lo había pensado. Un suspiro salió de él y volvió a cerrar los ojos para acercar las manos a su cara y limpiar los restos de basuritas del ojo, luego de eso no pudo evitar estirar los brazos igual que un gato desperezándose luego de dormir sobre algún techo toda la tarde, dando un gran bostezo que hizo reír a los que estaban presentes.