Victoria entró a la habitación de los chicos muy temprano, aproximadamente a las seis de la mañana, hora terrestre. Se quedó un poco parada al encontrarse aquella escena que llevaba tantos años sin ver. Eva dormía tranquilamente en los protectores brazos de Erik, él cuál tenía la mano izquierda en la cabeza de su hermana, acariciándole el pelo, mientras que con la derecha cogía una de las manos de la chica. Victoria vió que su hijo estaba despierto, y decidió dejar que él despertara a su hermana. Eva no tenía un buen despertar, al igual que ella, y su hermano era de las pocas personas capaz de lidiar con su carácter.
Erik, que había visto a su madre apoyada en el marco de la puerta, le hizo un suave gesto con la mano, indicándole que mantuviese el silencio que reinaba en la habitación. Victoria sonrió al contemplar los oscuros ojos de su hijo mayor, idénticos a los suyos, llenos de pureza...y luz. Aquella luz que irradiaban siempre que Eva andaba cerca... Jamás olvidaría la primera vez que el chico vió a su hermana, hacía ya catorce años, en una pequeña casa en el corazón de Celestia...Victoria lanzó un grito ahogado mientras hacía un último esfuerzo, agarrando con fuerza la mano de Jack.
- Ya casi está aquí, pequeña. Haz un último esfuerzo... - la animó Jack mientras Victoria no paraba de empujar.
El llanto de la bebé fue suficiente para que ambos esbozaran una tierna sonrisa. Ella suspiró, cansada, recostándose contra las almohadas que cubrían el cabecero de la cama con la frente perlada por el sudor. El joven dragón no tardó en coger delicadamente a la niña, cortarle el cordón umbilical, limpiarla con agua de rocío y envolverla entre suaves mantas. Meció a la pequeña entre sus brazos, intentando calmarla mientras ella seguía llorando. Depositó un tierno beso en la frente de la niña y se la tendió a Victoria, quién recibió a su hija con una maternal sonrisa, ansiosa por cogerla en brazos. Jack se sentó junto a ella, en un lateral de la cama, y abrazó a la chica por la cintura.
Victoria no podía parar de sonreír, a la vez que el llanto de la pequeña se hacía más y más leve. El joven dragón besó a la chica con ternura, la cuál estaba muy cansada a causa del parto. La joven acarició la mejilla de su hija con cariño, mientras susurraba:
- Hola, Eva... Lune... - susurró Victoria, risueña y, ciertamente, atónita.
En ese momento la pequeña Eva abrió los ojos con pesadez. Los ojos de Victoria se llenaron de lágrimas al comprobar sus sospechas. Eva tenía los ojos gélidos y azules de su padre, salvo por el hecho de que irradiaban una dulce luz como nunca antes había visto.
- Christian... - murmuró, sonriente, sintiendo como el shek velaba por ellos desde la distancia.
Jack sonrió y abrazó con fuerza a Victoria. Miró a Eva con cariño y besó la frente de ésta con un enternecedor cariño.
- Mi niña... Mi princesa... - susurró el chico con lágrimas en los ojos, ganándose una sonrisa por parte de la pequeña, que buscaba con sus manitas el rostro del dragón.
En ese momento, la puerta de la habitación se abrió con delicadeza. Tras la puerta apareció un niño rubio de ojos castaños que tendría unos dos años. Miró tímido a sus padres, sin atreverse a pasar del umbral de la puerta. Jack se acercó hasta él y lo alzó en brazos, haciendo que el chico estallara en risas. Dejó que Erik se sentara junto a su madre, quien le dirigió una cálida sonrisa. El niño le dió un dulce beso, mientras preguntaba:
- ¿Estás bien, mamá? - murmuró el niño, asustado al ver a su madre tan cansada.
Victoria asintió con cansancio, agradeciendo la preocupación de su pequeño. En ese momento, la mirada de Erik se centró en la pequeña Eva, para no despegarse de ella nunca más. El niño sonrió ampliamente a la vez que besaba la mejilla de su hermana pequeña. Jack se acercó a ellos y cogió a Erik por la cintura, haciendo que el niño fijara su atención en él.
- Ella es tu hermanita pequeña. Se llama Eva... - explicó Jack con orgullo. Miró a su hijo con decisión. - ¿Me prometes que la protegerás siempre?
- Sí, papá - balbuceó. La voz del niño sonó llena de amor y protección.
Victoria sonrió, pues sabía que Erik sería un gran hermano mayor. Los cuatro permanecieron tumbados sobre la mullida cama un buen rato, Victoria recuperándose, Eva durmiéndose entre sus brazos, y Jack y Erik mirándolas con cariño, abrazados a ellas...Era ya por la mañana cuando Victoria, Jack y Christian esperaban con ansia a sus hijos en la biblioteca de Limbhad. Pasado un rato los dos hermanos llegaron a la biblioteca, donde los esperaban sus padres, a los cuáles se les veía felices y radiantes por volver de nuevo a Idhún. Ambos chicos estaban muy nerviosos, pues, a pesar de lo que sus padres les habían explicado, tenían sus dudas acerca de aquel mundo completamente nuevo para ellos. Jack leyó el nerviosismo de sus hijos en sus rostros y se acercó a ellos con intención de tranquilizarlos. Revolvió el pelo de su hijo y le dió un suave beso en la frente a su hija.
- ¿Estáis listos? - les preguntó Jack a los chicos, los cuáles asintieron con una sonrisa.
Christian no tardó mucho en abrir un portal hasta Idhún, pero cuando este lo hizo a Eva le empezaron a invadir las dudas. No tenía un buen presentimiento acerca de Idhún, y, aunque aparentara seguridad y serenidad, por dentro estaba muerta de miedo. Erik le agarró la mano con fuerza leyendo las dudas y los miedos de su hermana con la mirada.
- Tranquila, no te va a pasar nada - le susurró Erik cariñosamente, intentando que aquello sirviera para tranquilizar a la inquieta de su hermana.
- No es por mí por quien me preocupo... - contestó Eva con frialdad, desconcertando a Erik.
Christian se volvió hasta su hija y le puso un colgante con forma de hexágono. Luego le dió otro a Erik para que el chico también se lo pusiera. Los cogió a ambos de los hombros y los miró con detenimiento y seguridad a los ojos. No hicieron falta palabras. Ambos habían entendido para que servía aquel colgante y Eva sabía que la mirada que le había dirigido su padre no tenía otro objetivo que calmarla.
Victoria fue la primera en avanzar, después de dirigirle una mirada de cariño a sus hijos, cogida de la mano de Jack y Christian. Cuando los vieron desaparecer les tocó el turno a ellos. Eva miró a su hermano antes de avanzar.
- No me sueltes...- suplicó la chica, estrechando su mano con fuerza.
- Si alguna vez lo hago sin una buena razón, no me lo perdones jamás... - respondió cortante su hermano haciendo que Eva, por primera vez en su vida, se estremeciera de miedo por culpa del chico.
Erik la agarró con fuerza de la mano y juntos avanzaron hacía Idhún... Aquel lugar que siempre los había estado esperando...El viaje no duró mucho, pero con los nervios que tenían almacenados Erik y Eva, se les hizo eterno. Ambos se desmayaron antes de llegar.
- «Efectos secundarios del primer viaje» - pensó Christian cuando vió a los dos chicos inconscientes sobre la hierba.
Habían aparecido en Haai-Sil, Celestia, muy cerca de la casa de Shail y Zaisei.
Victoria depositó un beso en la frente de sus dos hijos, que seguían inconscientes, tumbados juntos sobre la hierba. La chica se giró para contemplar como Kalinor, Imenor y Evanor invadían el inmenso cielo idhunita. Victoria buscó ansiosa la mano de Christian, que permanecía de pie a su lado mientras apoyaba la cabeza en el hombro derecho de Jack. La chica suspiró entre angustiada y nerviosa, pues temía la reacción de los sangrecaliente ante la llegada de Eva, a la vez que se sentía alegre y llena de vida por regresar a su otra casa, donde había vivido tantos momentos mágicos e inolvidables. Christian le besó la mano y Jack le apartó cariñosamente un mechón de la cara, calmando así los temores de Victoria. Ésta los miró mientras dejaba que una lágrima rodara por su mejilla izquierda.
- Hemos vuelto a casa... - dijo levemente la chica entre sollozos - Hemos vuelto a Idhún...
Los tres se fundieron en un abrazo lleno de besos y caricias, mientras dejaban que la luz de los tres soles los bañara completamente... Al fin habían vuelto. La Triada había vuelto, y al contrario que otras veces, lo que les unía era más fuerte que lo que los separaba.Holi🐍🐉🐍🐉 Por fin Idhún!!!👏👏👏 Espero que os esté gustando la historia😘😘😘💙💚💛💞💗💓
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Memorias de Idhún IV: Orígenes
FanficLa historia y los personajes es propiedad de la gran Laura Gallego García, escritora de esta fascinante trilogía. Esto tan solo en un fanfic en su honor, honrando esta increíble historia que tan bien reivindica el amor. La historia es 100% mía. Vict...