∂єℓι¢αтє 《MA》#1

《20》Sᴏᴍᴇʙᴏᴅʏ Tᴏ Lᴏᴠᴇ

Capítulo 20

- ¡No, odio las películas de miedo!- me quejé como una niña pequeña.

- No dan tanto, exagerada.- me contradijo Marco riendo.

- Que va, It da mucha risa, sobre todo cuando el payaso ese horroroso le arranca el brazo de un bocado al niño pequeño... y por no hablar de Annabelle la muñeca diabólica... o La Monja. Enserio Marco, ni se te ocurra poner ninguna de esas.

- Ya veremos. - dijo todavía con su brillante sonrisa y sus hoyuelos profundos que lo hacían todavía más bella. Le tiré un cojín que había en el sofá en el que estaba tumbada.- ¡Oye! Pues para no gustarte las películas de miedo sabes muchas.

- A mis amigas les gustan mucho. Eso es lo que tiene tener unas amigas tan locas como las mías.

- Ya me caen bien. Deberías de traerlas alguna vez a un partido o algo. Así las conozco.

- Sí tu pagas las entradas estaré encantada de llevarlas, pero te advierto de que no son nada como te las imaginas, están demasiado locas.

- ¿Más que tú? Lo dudo mucho.

- Eres muy malo.- hice un puchero. Me levanté del sofá en una fuerte zancada para quitarle en mando en un momento desprevenido. Él, con muchos más reflejos que yo, lo alzó con su brazo a una altura que ni dando saltos podría llegar.

- ¡Qué mona y pequeña que eres! - dijo viendo mis inútiles intentos de alcanzarlo. Con todas mis ganas le di un pisotón en el pie. Marco, de forma inmediata se agarró el pie adolorido, dejando vía libre para atrapar mi objetivo.

Me eché a reír por su reacción.

- Sí, tú ríete. - empezó a decir.- Pero la que va a tener que cuidarme el pie, ¿Recuerdas que te pagan para eso, o te lo tengo que explicar?

- Exagerado, no es para tanto. Si me hubieras dejado elegir la película desde un principio no hubiera pasado. Yo también te recuerdo que soy tu invitada.

Bueno... ¿invitada? Más bien desde que esta nublada noche pasada Marco me había traído, no había salido. Una tormenta grandísima con enorme granizos inundaba Madrid en el mes de diciembre, es decir, hoy. Marco se negaba a que me fuera a casa con este tiempo, así que me invitó a quedarme otra noche en su casa.

- Vale, pues entonces escoge película de una vez.- se sentó en el sofá contrario al mío del salón, una vez recompuesto del pisotón.

Como toda chica romántica y cómica, me dispuse a buscar una película por el catálogo que Netflix ofrecía con esas características. Una de las populares y preferida para mi es A todos los chicos de los que me enamoré. No podía ser mejor.