Ella, una secilla fisioterapeuta con problemas que acaba de finalizar su carrera, termina en prácticas con unos de los mejores equipos del mundo.
Él, unos de los mejores jugadores del mundo comido por la fama, prensa... y un gra GRAN ego.
...Y si c...
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M
ovía mis manos sobre el teclado de mi portátil expresando todas las palabras que queria decir. Tratando de agradecer a todo el equipo por el buen trato que habia recibido de ellos estos meses atrás. Ahora queria comenzar una nueva etapa de mi vida y no queria estar atada a ningun cabo de la pasado. Era una decision bastante dificil pero que habia estado meditando por un largo tiempo.
- ¿Estas segura de esto?- interrumpio Cristina a mi lado en la escena apoyada en el respaldo de la silla en la que me encontraba sentada. - Pueden que sean las hormonas las que te han mandado a tomar esta decision tan drástica. No quiero que te termines arrepintiendo.
- No me arrepiento, es más, te juraria que nunca he estado más convencida de algo. Necesito un cambio, transformar mi vida.
- Para eso no hace falta dejar el trabajo. Ademas, si te digo la verdad te vamos a echar mucho de menos. - me miro haciendo un puchero. - Esto estara mucho mas vacio sin ti. ¿A quien acudire cuando no sepa ni pelar una patata? ¿Quien arreglara la antena de la television cuando de problemas? ¿Quien peleara con las vecinas chismosas? ¿ Quien me consolara cuando me dejen plantada en una cita? ¿Quien me tirara las zapatillas a la cara por poner a Maluma a todo volumen? ¿Con quien me metere ahora...? Si no estas tu...
Despegue la vista de la pantalla para observar al apartamento el cual durante tantos anos habia llamado hogar. Los momentos compartidos con mis companeras, las peleas con el casero, las duchas de agua congelada cuando el calentador no funcionaba, las noches de maratones de Netflix, la comida quemada... Era todo lo que me llevaria de esta etapa en mi corazon.
En este momento mi habitacion estaba llenas de caja de carton donde estaban guardadas mis cosas.
- Al final me vas hacer llorar de verdad tonta.- le di un golpe en el brazo. - Para todo eso que has dicho, sabes que siempre me puedes llamar. Eso no significa que vayamos a perder la amistad, solo me mudare a otro lado.
- ¿Aunque sean las tres de la madrugada?
- Da igual la hora, lo importante es mi amiga.- nos fundimos en un gran abrazo a pesar de la gran panza que nos lo hacia mas dificil. - La verdad, creo que la que va a necesitar mas ayuda estos meses voy a ser yo. - reimos.
- Eso, lo mismo digo yo. A mi sobrinito no le va a faltar de nada. Siempre va a tener a la tita Cris a su disposición.
- Gracias amiga. - le agredecí.
Cristina estaba apunto de decirme algo pero albo, pero la llamada entrante del movil que estaba en la mesa la interrumpio. En la pantalla aparecio la foto de mi otro amigo.
- ¿Qué quiere mi gallego favorito?- acepté la llamada. Una risa se escucho desde el otrolado de la llamado confirmando del todo que era el delantero madridista.
