- Vamos Lucía, relájate. Respira hondo y después suelta el aire despacio.- Me repetía a mi misma mientras hacía las indicaciones.
- Lucía, ¿quieres callarte ya? No puedo conducir tranquila.- decía mi amiga Cristina desde el asiento del conductor.
- Pero es que estoy nerviosa... Nunca lo había estado tanto.
- Solo vas a empezar las prácticas, no creo que te dejen trabajar con las estrellas del equipo. Conociéndote a ti, las dejarías más lesionadas. - Comentó de nuevo burlándose de mi. Siempre trataba de sacarme de quicio.
- ¡Cristina!- la golpeó Miriam, que iba en el asiento de atrás. - No seas tan dura con ella. Lo va a hacer genial.
- Gracias Miriam, por lo menos alguien me apoya.- le agradecí por haberme defendido.
- Ya verás como no es nada. Tú solo piensa en que son personas normales y corrientes. - Me aconsejó Miriam.
- Pero ese no es el problema...- no me dejaron terminar.
- Sólo le tienes que sumar que ganan millones, son conocidos mundialmente, todo el mundo los adora, sus piernas valen más que todas nosotras juntas multiplicado por... ¿20? .- Cristina se pausó- Ni de coña... mucho más. Total, 1° procura no lesionarlos más si no quieres vivir como una vagabunda y 2° procura no dejarlos peor si no quieres morir.
- ¡Dios Cristina!- le dije.- Tienes que dejar de ver Netflix. ¡Qué peliculón te acabas de montar!
- Eres una exagerada - me apoyó miriam- Es sólo una fisio, no una cirujana. La vida de ellos no depende de ella.
- Sus piernas sí.- protestó Patricia.
- ¡Tengo mi carrera terminada! - respondí molesta enviándole una mirada asesina.- Se como tratarlos. Deja de comportarte como una niña pequeña.
- ¡No quería decir eso!- protestó de nuevo.- No me fío de ese trabajo...
- No te montes más películas y conduce.
- A mi no me digas lo que debo hacer.
- Tenía que haber venido andando.
- Venga guapa, hazte diecisiete kilómetros tu solita.
- Con tal de no aguantarte...
- Otra vez peleando...- Murmuró mi otra compañera a la cuál vi bufando.
Justo cuando iba a abrir la boca para contestar, "nervous" de Shawn Mendes comenzó a sonar indicándome que me estaban llamando.
Mi cuerpo dió un vuelco cuando ví el nombre en la pantalla.
Leo
- Lucía, ¿Qué pasa?- comenzó a indigar la que ocupaba el asiento trasero.
- Eh... nada- intenté no sonar nerviosa.
- ¿No lo piensas coger?- preguntó otra vez.- ¿Quién es?
- Leo- solté de golpe.- No me apetece hablar con él.
- ¿Qué os a pasado?- volvió a preguntar intentando acercase lo máximo que el cinturón de seguridad le permitía .- Sí tienes problemas sabes que nos los puedes contar.
- Sí te ha hecho algo te juro que lo mato- dijo la conductora amenazante. -
- Ya os lo contaré, no tengo ganas de dar explicaciones - solté tajante. Me crucé de brazos reclinandome más en el asiento.
La canción dejó de sonar indicando que ya había colgado. Entonces descubrí que tenía siete llamadas perdidas de él.
El camino continuó en silencio. Cerré los ojos intentando no pensar en nada y tranquilizarme.
[...]
- Chicas, desearme suerte.- les pedí a mis acompañantes.
- No la necesitarás, te irá genial- me contestó Miriam con una gran sonrisa desde la ventanilla.
- Yo creo que sí. - interrumpió Cristina.- Suerte.
El coche arrancó mientras me decían adiós desde la ventanilla y tocaban el claxón.
- A ya voy- me dije a mi misma para darme seguridad.
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∂єℓι¢αтє 《MA》#1
Teen FictionElla, una secilla fisioterapeuta con problemas que acaba de finalizar su carrera, termina en prácticas con unos de los mejores equipos del mundo. Él, unos de los mejores jugadores del mundo comido por la fama, prensa... y un gra GRAN ego. ...Y si c...