Ya estábamos llegando a la casa de mi hermana con el coche de Marco. Íbamos con la música a tope cantando.
- No sabía que te gustaba Imagine Dragons. - le dije sorprendida cuando terminé la canción.
- Ni yo.- comenzó a aparcar.- Oye, tengo que pedirte un favor.
- ¿Qué es?- desabroché el cinturón. - No me asustes.
- Bueno, mejor te lo digo después.- salió del coche con una sonrisa. Yo lo seguí y corrí a su lado.
- ¿Qué es? Dímelo.- rogué como una niña pequeña. Él tocó el timbre y metió sus manos en los bolsillos de la chaqueta. Mi hermana no tardó en aparecer con mi sobrino en brazos. Iba disfrazada de ¿Cat-woman? Por favor, que vergüenza.
- ¡Genial, pensaba que no la habías convencido!- me abrazó con efusividad. - Que guapos estáis. - se separó y le dió dos besos a Marco.
- Gracias, Vero.- agradeció Marco y tocó la pequeña nariz de Izan de forma cariñosa.- Pero no más que este pequeñín.
- ¡Tata!- alzó sus bracitos para que lo cogiera. Una vez puesto contra mi pecho me abrazó.
- Hola, pequeño. ¿De qué vas disfrazado?
- De Batman. - sonrió y se puso su chupete en con forma de murciélago.
Entramos dentro de la casa. Menuda casa que se había montado... quizá me plantee lo de venirme aquí a vivir. Vero nos dijo que fuéramos a la terraza, donde estaba la fiesta.
- Vaya, esta casa es más grande que la mía.- me dijo Marco.- Es una pasada, ¿por qué vives en un apartamento tan pequeño y no en una casa así?
- Porque no tengo dinero, al contrario que Vero.- una vez llegamos al sitio indicado, como unos veinte pares de ojos se posaron en mí.
- ¡Lucía! - gritó mi nombre mi prima Sonia.- ¿Eres tú?
Rodé los ojos y me giré a verla con una falsa sonrisa- Sandra, cuanto tiempo.
- Ya lo sé, no das señales de vida. Por lo menos no nos vemos desde... qué terminamos el último curso del instituto. Oh, bueno yo lo dejé a medias por quedarme embarazada de mi tercer hijo, pero eso es otro tema.- No estaba pendiente de lo que me estaba hablando, sólo podía observar el chicle que estaba rumeando como una vaca. Era tan vulgar- Vaya nena, que cacho de novio de has echado.- se fijó Marco.- ¿Cuál es tu nombre? Para pedirte a los reyes magos.
Antes de que le echara la regañina el futbolista habló.
- Lo siento cariño, pero ya estoy pillado.- pasó el brazo por los hombros. Iba a protestar pero me pisó el pie.
- Pues cuando lo dejes con mi prima, ya sabes que tienes otra dispuesta para ti. Me alegro de verte Luci. Adiós guapo.- le mandó un beso en el aire. Acto seguido él me miró con una mueca de asco y lo dos reímos.
- Sí la tata es mi tata y tu eres su novio...- empezó a pensar Izan.- ¿Eres mi tato?
- No- adelante. - Él no es mi novio ni nunca será tu tato.
- Jo... me caes mejor que Leo.- alzó los brazos hacia Marco.
- Bueno, eso no era muy difícil. - el mayorquín lo cogió en brazos y empezaron a jugar.
Pronto mi hermana nos llamó para que nos unieramos en la gran mesa que había preparado para comer. Nos sentamos uno delante de otro.
- ¿Y cómo os conocistéis? - dijo mi tía a mi lado y yo la miré confundida. - Vosotros dos.
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∂єℓι¢αтє 《MA》#1
Novela JuvenilElla, una secilla fisioterapeuta con problemas que acaba de finalizar su carrera, termina en prácticas con unos de los mejores equipos del mundo. Él, unos de los mejores jugadores del mundo comido por la fama, prensa... y un gra GRAN ego. ...Y si c...
